Salvando a una suicida.

Capítulo IV. ¿El error de mi vida?

Nunca pensé llegar a tener una pelea tan fuerte con Alicia, mucho menos por teléfono. Esa noche le marqué al regresar del estudio, ya eran cerca de las 8:30 P.M. aquí en México, allá, pues una hora más tarde, no me contestó las primeras tres veces que le marqué sino hasta la cuarta pero se escuchaba demasiado ebria.

-Hola, guapa, ¿Cómo está la mujer más linda de todo el planeta?

-¡Hi! Sorry, i... i think you are... talking whit a wrong person... My name's Alice, what's yours?

(Hola, disculpa, yo... yo creo que está... hablando con una persona equivocada... Mi nombre es Alice, ¿Cuál es el tuyo?)

Me quedé bastante sorprendido, sin duda era su voz, pero se escuchaba bastante mal, muy ebria y en el lugar había una música de fondo bastante extraña y había una voz diciendo cosas como "cuelga ya" "no le tomes importancia" "vámonos al after" (Obvio en inglés) además, me estaba hablando en inglés ¡A mí! Pensé que seguramente se trataría de una broma de mal gusto, así que le intenté seguir el juego.

-Hi baby, are you sure you don't know who are you talking to? I'm  your Little bear: Mark.

(Hola bebé, ¿Estás segura de que no sabes con quién estás hablando? Soy tu osito: Mark)

En ese momento, parece que cayó en cuenta de lo que estaba pasando y me colgó, volviéndome a marcar hasta aproximadamente las 12:45 A.M.

-Hola osito, espero que no te hayas molestado por que se cortó la llamada, intenté... hip... hablarte de nuevo, pero ya no salió la llamada

-Estás muy ebria Alicia, pudiste haberme avisado por WhatsApp que no te hablara porque te ibas a ir de fiesta o algo, no creo que la manera que me contestaste haya sido a propósito, te escuchabas peor que ahorita y además, ¿De quién era esa voz que te decía que me colgaras eh?

-No era nadie, y tú tampoco eres nadie para reclamarme, recuerda que te... hip... mantuviste incomunicado todo un día entero, ¿Quién me asegura que no te fuiste de fiesta a algún lado?

-Ya te expliqué las cosas tal y como pasaron ese día Alicia, tú sabes que a mí no me gusta salir a fiestas y menos sin mis amigos. No te estoy reclamando nada, sólo me preocupo por ti preciosa, no quiero que te expongas estando allá, lejos de todos los que podemos ayudarte si te pasa algo.

-Jajajaja, tú no sabes nada-Soltó una carcajada en un tono irónico- Acá tengo... hip... gente que también me quiere mucho y que hace cosas muy buenas por mí-Se escucharon risas como fondo- Y nadie me asegura que tus amiguitos no te estarían incubriendo...

En ese momento me molesté tanto que le colgué y me acosté a dormir, deseando que todo hubiera sido un mal sueño y que al despertar todo estaría bien entre nosotros, o mínimo leer algún mensaje suyo que me dijera que se arrepentía de lo sucedido... Lamentablemente no fue así, me fui a la escuela con el alma destrozada, pues mi Alicia ya no era la misma que se fue y lo peor es que no habrían pasado ni tres semanas de que partió de Pachuca, todos mis amigos notaron mi cambio de semblante, y me preguntaban qué es lo que me pasaba, pero yo no podía decirles las cosas que estaban pasando entre mi prometida y yo, así que les dije que todo estaba bien, sólo me sentía algo estresado por todo lo que tenía que hacer en estos días, cosa que era completamente cierta, pero no era eso lo que cambiaba mi semblante. Pasaron los días y yo no pude más, le marcaba a Alicia, pero era inútil, no me contestaba, y en su WhatsApp, la última conexión era del día que discutimos, eso me alarmó y, enseguida fui a casa de sus padres a preguntar por ella y me dijeron que estaba bien, que ellos habían hablado con ella la noche anterior, incluso le preguntaron por mí y ella les dijo que estaba muy bien, eso me molestó bastante pues les estaba mintiendo. Me despedí de ellos, diciéndoles nada más que la verdad y ellos prometieron comunicarse con ella para preguntarles qué era lo que estaba pasando con ella.