"I want to break free, I want to break free, I want to break free from your lies. You're so self-satisfied I don't need you... I've got to break free. God knows, God knows I want to break free... I've fallen in love, I've fallen in love for the first time, And this time I know it's for real. I've fallen in love yeah, God knows, God knows I've fallen in love..."
Esa melodiosa canción en la voz más dulce que mis oídos me habían permitido escuchar, fueron los encargados de interrumpir mis sueños, a altas horas de la madrugada. Lo que pasó ayer... Pensé que sólo había sido un sueño, pero al percatarme de que en realidad estaba en su recámara me sentí tan satisfecho, tan renovado, tan aislado del mundo exterior e inmerso en el suyo. Ella, al parecer, estaba bajo los efectos de la marihuana cuando se sentó a mi lado y me dijo que olvidaría todo al amanecer, lo sé por el evidente aroma impregnado en su ropa, pero a mí no me importó yo estaba ebrio de adrenalina, de pasión. No sé cómo me permití llegar hasta ese punto con alguien que casi era una completa desconocida para mí, apenas sabía su nombre, pero cuando me besó sentí como si ya la conociera desde hacía siglos, me hizo viajar a otro planeta y el piercing en su lengua fue el combustible que me motivo a seguir, a despojarla de la blusa que apenas hacía unos minutos se había puesto, a recorrer su piel tan blanca, tan tersa... Todo fue hermoso el vaivén de nuestras caderas, la sincronía de nuestras almas, podría hacer una canción de eso, es más, ella ya era una canción o una obra de arte, de esas que trascienden por generaciones, de las que podrías mirar durante días enteros y no te cansarías. Recuerdo perfectamente todo, podría describir con detalle cada uno de sus tatuajes, sus piernas enredadas en mi espalda, su palma con calma acariciándome el alma, su cabello largo y oscuro, sus caderas tan torneadas, sus pechos perfectamente dibujados y mis manos posadas sobre ellos... Fue una noche mágica, la mejor noche que he tenido, no me importaba nada estando ahí, con ella sólo estábamos nosotros dos en una recamara con cortinas oscuras, los muros llenos de posters, hojas que tenían demasiadas palabras escritas en ellas, dibujos, su viejo tocadiscos y una guitarra idéntica a la mía en un rincón. Estaba por leer el contenido de una de las hojas que estaban en el muro cuando entró ella, completamente desnuda, recién salida de la ducha, mojada como ayer. Era un ángel, uno especial, uno que venía del infierno. Cuando me cubrí los ojos en señal de respeto ella sólo se rió a carcajadas y se lanzó hacia la cama, justo donde yo estaba:
-De verdad que eres un completo descarado, apenas hace algunas horas estabas dentro de mí y ahora resulta que te da pena verme desnuda- Me dijo con una voz agresiva-Escucha Sofista, todo lo que pasó, será mejor que no salga de este cuarto ¿Entiendes?-Mientras hablaba sacaba una bolsa que yo supongo contenía marihuana y una especie de papel con el que la envolvió-¿Quieres un poco?-Me dijo, con esa sonrisa tan iluminadora, yo nunca había fumado marihuana en mi vida, ni siquiera tabaco, pero accedí.Al terminar de inhalar casi me ahogo con el humo mientras ella se burlaba de mí.
-¿Es la primera vez que fumas verdad?
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Salvando a una suicida.
RomanceMark es un universitario rico, guapo y popular, toca en la banda mas famosa de la región y tiene a la novia que todos quisieran tener, con quien por cierto está comprometido. Pero su vida cambia cuando Michelle llega a estudiar a su universidad, ell...