4. Mal día: parte uno

499 59 69
                                    


Narra Manuel

Me levanté antes que la Tiare, me acorde del mensaje del Martin pero cuando quise verlo él lo había borrado, no hay mucho que hacer tampoco me iba a poner a gritarle a la pantalla. bueno, sí , lo hice.

- ¿ESTAS BIEN? ¿QUE TE PASO? – preguntó preocupada la isleña

- ME BORRÓ EL MENSAJE DEL WASA' ESTE WEÓN- le mostré el chat donde decía "este mensaje fue eliminado"

- Manuel, tú eri o te haces, preguntó- se podía ver en su rostro su enfado

- Ya oh perdón, mira, te hago el desayuno ¿Qué te parece? – dije sonriendo

- Anda, y apúrate tengo cualquier hambre

- Si patrona, voy – respondí sarcásticamente.

La verdad a pesar de ser amigos durante tantos años no tenia idea de que le gustaba comer. ¿Han cachao que siempre se da eso entre los mejores amigos? Nunca he conocido un par que se sepa el cumpleaños del otro, su color favorito, que le gusta comer, ya saben. Esas preguntas que uno hace en kínder y cree que se acordará de ello toda la vida.

Salí de la habitación y me dirigí a su cocina. Su mamá estaba viendo una película así que la fui a saludar con un beso en la mejilla.

- Hola tía! ¿durmió bien?

- Hola manu- me miró extrañada- pensé que no ibas a venir, ayer salí algo tarde de la casa porque quería darte un regalito pero no llegaste nunca po' cabrito

Pucha no le podía contar a la tía el #fletomoment de ayer pero le dije que había estado algo ocupado

- No si vine igual tía, tarde pero llegué eso es lo importante. – la señora fue a buscar el presente y al cabo de unos minutos me lo entregó. - oh, no tenía por qué, muchas gracias

- No me agradezcas, primero ábrelo

La tía me regaló un polerón mucho mas grande que yo en color negro, sin diseño, solo negro. Realmente me quedaba muy grande

- Pucha mi niño creo que me equivoqué de talla, es que hice un aproximado con la altura de la Tiare. Usted andaba con un polerón que se lo he visto como cuatro años, esta manchado hasta con cloro e igual ha pegado un estirón entonces le hacía falta otro.

A mi me encantaba la ropa grande así que me importo un ajo tener un polerón pensado en alguien de 1,72 midiendo yo 1,65

- Tía no se preocupe, me encanto – la abracé y seguido me puse el polerón, la mañana estaba fresca y como ayer me había ido apurado se me olvido poner en la mochila algo para el frio, esto me quedaba como anillo al dedo.

La mamá de la Tiare después de eso se fue a acostar, tenía sentido, había llegado recién de un turno de noche, debía estar muy cansada.

Me dirigí a la cocina y empecé a preparar huevo revuelto con queso, saqué una lámina del refrigerador, tres huevos, busqué aceite, fósforos para prender la cocina y me puse manos a la obra. Mientras se hacía eso, calenté el pan en el tostador y puse el hervidor con el agua suficiente para llenar dos tazas de té.

Cuando finalicé, se lo lleve a la Tiare.

- Te demoraste harto que onda me incendiaste la cocina? – me miro atentamente unos segundos- ¿y ese polerón? Te queda hasta la rodilla Manu

- Me lo regalo tu mami, me quiere más a mi entonces fue a comprar, pensó en su hijo soñado y me regaló esto

La Tiare se cagó de la risa

El nuevo del curso- ArgChiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora