Habían pasado días desde el día en el que habías ido a la mansión Fairchild. Estabas cansada emocionalmente por tanto cambios en tu vida,pero no querías que esto se notara. Habías faltado al colegio casi una semana entera.
—¿Qué harás?— la voz del drogadicto de tu hermano resonó en la habitación, venía de la puerta.
—¿Eh?,¿Con qué?— preguntaste sentada en tu cama,mirándolo con el ceño fruncido.
Tus padres habían salido ese día. Toda la semana habías tratado de evitarlos,tu madre solo te hablaba para decirte que la comida estaba lista o preguntarte si tenías ropa para lavar.
—Es viernes,¿recién hoy irás? Ya faltaste toda la semana,sería en vano.
Miraste al techo,te mantuviste pensante por unos segundos no muy largos.
—Voy a la casa de Luka— respondiste al fin—. Él aún no se anotó en el colegio,por lo cual debe estar en su casa.
—Bien,papá no vendrá hasta tarde y mamá tiene una entrevista— estiró su brazo para tomar el pestillo de la puerta—. Saldré con Hells,hará una fiesta en su casa y él quiere que vaya a ayudarlo a preparar todo. Si coges en la casa solo procura no llenar todo de leche.
El castaño cerró la puerta y tu solo resiste por sus anteriores palabras.
Esperaste unos minutos mientras jugabas con tus manos. Sentiste la puerta principal cerrarse y bajaste de tu cama. Miraste las zapatillas blancas por unos segundos.
—Solo voy hasta aquí al lado,no serán necesarias.— pensaste saliendo de la habitación y yendo a la puerta trasera.
Hacía algo de calor ese viernes en la mañana. Madrugada se podría decir. El pasto se sentía bien entre tus pies,hace mucho no andabas descalza afuera ya que tus padres no te dejaban hacerlo.
—Luka...— dijiste en la puerta principal con un tono bastante audible—¡Luk...! Oh,lo siento— dijiste algo avergonzada al ver como el chico abrió la puerta en pijamas y con su cara dando a entender que recién se había levantado—. No sabía que dormías,perdón.
—No,tranquila—esbozó una sonrisa—,mamá se fue hace un rato y yo me quedé despierto. Pasa,estaba por desayunar.
El alto miró tus pies y sonrió, volvió la vista a tu cara y luego se hizo a un lado para que pudieras pasar. Agradeciste su hospitalidad y pasaste esperándolo a un metro de la puerta.
—Por dios,ya has venido— rió—, siéntate en el sofá o sube a mi habitación, puedes acostarte en mi cama si quieres— estiró su brazo haciendo referencia a su habitación en el segundo piso—. Debes tener hambre,"señorita rebelde" no debió haber desayunado.
—Es que no tengo hambre,he comido muy poco estos días. He estado pensando en...
—Miles— frunciste el ceño y lo miraste a los ojos—. Siguen peleados,supongo. No lo he visto venir a pedirte disculpas o algo.
—Eh...No,él no es de esos chicos.
—Debería serlo.— contestó caminando a la cocina,tú lo seguiste.
—Sí, pero no lo es. Así que creo que la que debería disculparse sería yo.
—¿De que mierda estás hablando?— preguntó elevando una ceja y sonriendo sarcásticamente—, él fue quien la cagó, no tú. Él es quien tiene que venir a disculparse,tú no hiciste nada mal.
—No,yo siempre hago todo mal.
—Linda— nuevamente vino Miles a tu mente al escuchar tal apodo—, tú nunca harías algo mal. Todo lo que haces es perfecto,igual que tú.— dijo esto acercándose a ti.
Puso su mano en tu mejilla acariciando esta,los colores subieron a tu rostro sin permiso dándole un tono carmesí no tan oscuro. Luego de un parpadeo el chico se encontraba inclinado bastante cerca de tu cara, colocó su mano en tu mentón y presionó sus labios contra los tuyos.
Al no saber como reaccionar tus ojos se cerraron mientras seguías el beso. Tus manos se encontraron una con la otra detrás de su cuello. Tus ojos se abrieron,la voz de tu hermano llamándome por tu nombre te despejó de tus pensamientos. Miraste el techo y sacudiste tu cabeza.
—Em...voy a la casa de Luka...supongo...
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𝐘𝐚 𝐝𝐞𝐣𝐚 𝐝𝐞 𝐦𝐞𝐧𝐭𝐢𝐫𝐦𝐞~
Teen Fiction𝙸𝚖𝚊𝚐𝚒𝚗𝚊 𝚌𝚘𝚗 𝙼𝚒𝚕𝚎𝚜 𝙵𝚊𝚒𝚛𝚌𝚑𝚒𝚕𝚍- 𝙰𝚞𝚗𝚚𝚞𝚎 𝚎́𝚕 𝚝𝚎 𝚖𝚒𝚎𝚗𝚝𝚊,𝚗𝚘 𝚙𝚞𝚎𝚍𝚎𝚜 𝚗𝚎𝚐𝚊𝚛 𝚚𝚞𝚎 𝚝𝚞́ 𝚝𝚊𝚖𝚋𝚒𝚎́𝚗 𝚕𝚎 𝚖𝚒𝚎𝚗𝚝𝚎𝚜 𝚛𝚎𝚜𝚙𝚎𝚌𝚝𝚘 𝚊 𝚖𝚞𝚌𝚑𝚊𝚜 𝚌𝚘𝚜𝚊𝚜...