El sol estaba bastante fuerte ese día,apenas había viento y era algo cálido. Tu te encontrabas sentada en una plaza,cerca de tu casa. Tratabas de contener tus lágrimas <<¡Ja! ¡Miren! ¡Esa imbecil creyó que un chico le prestaría atención! ¡Que ridícula!>> Dijo una voz en tu mente. ¿Miles realmente te amaba o te estaba utilizando para escapar de sus problemas? Preferías no pensar mucho en eso.
-Hola.- levantaste tu cabeza para ver quién te había saludado,era un chico.
Era de piel pálida,cabello negro en una mitad y en la otra roja,era raro. Vestía un suéter negro con una camisa blanca debajo de este,su pantalón era negro,de este colgaba una cadenita. En su brazo sostenía una patineta.
-Hola- sonreíste a pesar de no conocerlo-. ¿Quién eres?
-Soy Luka,te vi sola y quise acercarme,¿todo bien?- te preguntó sentándose a tu lado.
-Si...Si,estoy bien. Mi nombre es...- te presentaste y el te halagó diciendo que tu nombre era bonito.
-¿Sabes andar,Luka?- preguntaste dirigiendo tu vista a el objeto en su mano.
-Si,ando desde los trece,hace cinco años. ¿Tú andas?
-No,yo dejé de andar en patineta hace años.- reíste rodeando los ojos.
-Nunca es tarde para volver a intentar.- te ofreció su patineta,tu dudaste en tomarla o no,a la vez que mirabas sus manos.
Raramente,lo que más te gustaba de los chicos eran sus manos,pálidas,delgadas y algo huesudas. Luka tenía las venas marcadas en ese momento,y eso te llamó la atención.
-Mejor no,quizás me caiga y eso va a hacer que te rías. Lo siento, no puedo hacerlo.
-No me reiré- puso una de sus manos sobre la tuya,la cuál estaba sobre tu pierna-. Vamos,hazlo.- aún dudando tomaste la patineta y la colocaste en el suelo,te volviste hacia Luka y el hizo una seña con su pulgar,deseándote suerte.
Colocaste uno de tus pies arriba de la lija,y con el otro hiciste impulso. Tu vista se centraba en el suelo. A la vez que andabas,recordaba cuando tenías doce años y te dieron tu primera patineta,no tenía lija y era de plástico,pero a ti te había fascinado. Hasta los quince andaste en ella,pero luego ya no soportaba tu peso. Por meses le robaste a tus padres que te compraran una de lija,pero ellos se negaron. Aunque hayas aprendido a andar en una de plástico,aún andabas bastan bien.
-¡Mira hacia adelante!- escuchaste la voz de Luka.
Al hacerle caso tu sonrisa se fue a la mierda. Frente a ti se encontraba la persona menos esperada. Miles cruzado de brazos te observaba. Con tu pie trasero frenaste la patineta.
-¿Que haces aquí?- preguntaste con tus ojos bien abiertos.
-Lo mismo pregunto,veo que hiciste un amigo.- despegó la vista de ti y miró a Luka.
-Hey,¿Es tu novio?- preguntó Luka acercándose a ambos-. Un gusto,soy Luka.
-Soy Miles- sonrió él falsamente-. Que ella conteste tu pregunta.- tu vista se dirigió a Miles,luego a Luka y nuevamente a Miles.
-Él no es mi novio,es solo un amigo.- dijiste finalmente.
Miles asintió lentamente con las cejas elevadas y soltó una leve risa.
-¿Y tu eres su novio,Luka?- el nombrado rió por la pregunta de Miles.
-La acabo de conocer,apenas se su nombre.
-Bien,Luka...¿Te parece si hablamos otro día? Tengo que irme.- dijiste tratando de cortar esa incómoda charla.
-Claro,acabo de mudarme,si quieres ir a mi casa puedo decirte la dirección.- tu alegremente asentiste y cuando Luka te dijo dónde vivía tu te sorprendiste.
-¡No puede ser! Vivo justamente al lado de ti.- ambos se alegraron por eso,mientras Miles suspiraba.
-Linda,¿no tenías que volver a casa ya?-interrumpió el de rulos.
-Si,Miles Fairchild. Como usted diga- sin despegar la vista de Miles,besaste la mejilla de Luka-. Nos vemos vecino.
Sin esperar respuesta de alguno de ellos,te fuiste. Reías porque sabías que ese beso a Miles le había dado celos. Como si tuvieras amnesia,habías olvidado por completo a tu madre. Te acordaste de ella en el momento en que abriste la puerta y te la encontraste tirada arriba de la mesa,con botellas de alcohol a su alrededor.
-¡Mamá!- gritaste arrodillándote a su lado y colocando tu mano en su espalda-. Mamá,despierta...¡Mamá!
-¿Qué haces aquí?...Te dije que te fuera.- susurró entre quejidos,levantando su cabeza de la mesa-. Toma...Toma tus cosas y vete de esta casa...
-Mamá...No sabes lo que dices,estás ebria.- reíste nerviosa.
-No...Quiero que te vayas de esta casa...- te miró a los ojos-...Para siempre...No quiero que estés aquí mientras estés saliendo con...Quint.- susurró el nombre pero tú alcanzaste a escuchar.
-M-Mamá...¿Q-qué sabes de ese tipo?
-Se que es un mal tipo...- el hecho de que estaba ebria facilitaba que te contestara cada duda-... Él me hizo daño hace mucho tiempo...Yo...Antes de ser modelo...Trabajaba en la casa de los Fairchild,era la institutriz de Miles cuando el era niño...
-¿Tú conoces a Miles desde hace mucho?- tu madre pasó de tu pregunta.
-Tu quizás no lo recuerdas,pero mientras yo lo cuidaba a él,tu también te quedabas en esa casa- tu boca está levemente abierta-. Quint murió años después...
-Mamá...¿Y qué tiene que ver él con nosotras?
-Olvídalo,estoy diciendo demasiado...Debe ser por estar ebria.
-Mamá,dime. ¿Quién es Quint y que te hizo?- sentías que algo malo se aproximaba.
Tenias ese sentimiento como cuando tienes ganas de ir al baño a vomitar. Tus ojos se aguaban de a poco,esperando una respuesta de tu madre. Nunca habías imaginado que compartiste casi toda tu infancia con Miles,y mucho menos habías pensado que tu madre y Quint tenían algo que ver. Recordaste que cuando tu tenias cinco años a tu madre le diagnosticaron depresión,varias veces se quiso suicidar y tu lo sabías. Según lo que ella te había contado,tu padre se había ido con tu hermano a Canadá durante tus primeros siete años,pero tu nunca creíste esa idea,era bastante loca y rara. La voz de y madre nombrándote te sacó de tus pensamientos.
-Hija...Cuando yo estuve en esa casa,Quint me violó.- llevaste tu mano a tu boca,tapando la en forma de sorpresa,lo que tu madre te decía era horrible.
-P-pero...Después esa violación...No pasó nada,¿verdad?
-De esa violación...Naciste tú- te quedaste pálida mirando con los ojos muy abiertos a tu madre-. Quint es tu padre...
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𝐘𝐚 𝐝𝐞𝐣𝐚 𝐝𝐞 𝐦𝐞𝐧𝐭𝐢𝐫𝐦𝐞~
Ficção Adolescente𝙸𝚖𝚊𝚐𝚒𝚗𝚊 𝚌𝚘𝚗 𝙼𝚒𝚕𝚎𝚜 𝙵𝚊𝚒𝚛𝚌𝚑𝚒𝚕𝚍- 𝙰𝚞𝚗𝚚𝚞𝚎 𝚎́𝚕 𝚝𝚎 𝚖𝚒𝚎𝚗𝚝𝚊,𝚗𝚘 𝚙𝚞𝚎𝚍𝚎𝚜 𝚗𝚎𝚐𝚊𝚛 𝚚𝚞𝚎 𝚝𝚞́ 𝚝𝚊𝚖𝚋𝚒𝚎́𝚗 𝚕𝚎 𝚖𝚒𝚎𝚗𝚝𝚎𝚜 𝚛𝚎𝚜𝚙𝚎𝚌𝚝𝚘 𝚊 𝚖𝚞𝚌𝚑𝚊𝚜 𝚌𝚘𝚜𝚊𝚜...