El sol dio en la ventana del cuarto de Luka. Dio en tus ojos. Los cuales estaban abiertos hace mas de quince minutos. Estos se cerraban en forma de parpadeo de a ratos.
-¿Hace mucho que estás despierta?- miraste hacia un costado,Luka sonrió-. ¿Qué? ¿Tengo algo en la cara?
-Si,tienes una sonrisa hermosa- sonreíste posando una de tus manos en su mejilla.
-¿Qué hora es?- preguntó aún mirándote a los ojos.
Te levantaste con ayuda de tus codos y miraste el reloj en la mesita de luz de Luka.
-Digamos que si me importara la secundaria,ahora mismo estaría llorando por llegar tres horas tarde.- Luka rió.
Tomó tu mano y la volvió a colocar en su rostro. Cerró los ojos a la vez que acariciaba tu mano.
-Debería ir a casa. Papá quizás se preocupe- dijiste terminando eso con una sonrisa. El chico abrió los ojos,de cerca veías como en su ojo derecho no solo había color miel como en el otro,si no que tambien tenía tonalidades verdes en él-. Tienes ojos muy lindos,Luka.
-Tu tienes una totalidad hermosa...- dijo seguido de tu nombre.
-Debo irme,mis padres deben estar preocupados.- claro que no estaban preocupados,pero sentías que debías irte antes de que pasara algo que no querías que pasara.
-Bien,te acompaño hasta el patio.- ambos se levantaron,tomaste tus zapatos y lo esperaste en la puerta de la habitación mientras te calzabas.
-¿No te vas a calzar?- preguntaste.
-Naa,vamos hasta ahí nomas,no pasa nada.- dijo sonriendo.
Ambos salieron de la habitación,bajaron las escaleras y esperaste a que él tomara las llaves para abrir la puerta trasera. A las once de la mañana ya había bastante sol,por eso entrecerraste tus ojos,ya que este te dio en toda la cara.
-Más tarde quizás venga,tengo que hablar con mis padres ahora- dijiste pasando por el portón que había en la cerca-. Hasta luego,Luka.
-Hasta luego,linda.- recordaste a Miles por lo de "linda". Tu sonrisa se borró. no le diste mucha importancia,te despediste una última vez de Luka y entraste a tu casa.
-¡Ya vine!- gritaste al entrar-. Mamá anoche me quedé a dormir en lo del nuevo vecino, él es mu..¡PAPÁ!- cubriste tus ojos al entrar al cuarto de tus padres y ver a tu padre en la cama con una mujer no más de veinticinco años de edad.
-¡maldición..- dijo maldiciendo tu nombre-. ¡Debes tocar la puerta antes de entrar maldita sea!- dijo maldiciendo nuevamente,esta vez mientras se levantaba con una almohada tapando su entrepierna y caminaba hacia la puerta para cerrarla en tu cara.
Frunciste el ceño algo asqueada y retrocediste.
"Como mamá se fue a trabajar y Dylan está en el instituto,supongo que pensó que nadie vendría a molestarlo"- pensaste.
Saliste de tu casa y te dispusiste a caminar. Sin pensarlo lo suficiente te dirigiste a la mansión Fairchild,quizás Miles se encontraba allí. Te paraste frente al gran portón,colocaste una de tus manos en una de las rejas y suspiraste.
-Es ridículo...- susurraste dándote la vuelta-... Él no me va a querer hablar.
-Por supuesto que sí- te volteaste de nuevo,esta vez con una sonrisa por ya saber de quien era la voz-. Mis brazos siempre estarás abiertos para ti,no importa cuantas cosas malas hagas.
-No digas cosas de las que te puedes arrepentir- te volviste a acercar al portón-. Ambos sabemos que tu realmente no me quieres.
-Te equivocas- dijo acercándose al portón,quedando en paralelo a ti-. Yo quiero que tu estés bien,y eso es porque realmente te quiero. ¿Sabes cuantos años he pasado pensado en ti y en como estarías? Creo que si hago eso es porque enserio te tengo cierto afecto.
-Mira,si te preocupaste por mi tantos años entonces debe ser porque sientes culpa. Culpa de lo que pasó y de lo que hiciste- contestaste-. Lo que quiere decir que lo ue tu sientes no es afecto,es culpa. ¿No lo crees? Padre.
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𝐘𝐚 𝐝𝐞𝐣𝐚 𝐝𝐞 𝐦𝐞𝐧𝐭𝐢𝐫𝐦𝐞~
Teen Fiction𝙸𝚖𝚊𝚐𝚒𝚗𝚊 𝚌𝚘𝚗 𝙼𝚒𝚕𝚎𝚜 𝙵𝚊𝚒𝚛𝚌𝚑𝚒𝚕𝚍- 𝙰𝚞𝚗𝚚𝚞𝚎 𝚎́𝚕 𝚝𝚎 𝚖𝚒𝚎𝚗𝚝𝚊,𝚗𝚘 𝚙𝚞𝚎𝚍𝚎𝚜 𝚗𝚎𝚐𝚊𝚛 𝚚𝚞𝚎 𝚝𝚞́ 𝚝𝚊𝚖𝚋𝚒𝚎́𝚗 𝚕𝚎 𝚖𝚒𝚎𝚗𝚝𝚎𝚜 𝚛𝚎𝚜𝚙𝚎𝚌𝚝𝚘 𝚊 𝚖𝚞𝚌𝚑𝚊𝚜 𝚌𝚘𝚜𝚊𝚜...