[𝖢𝖺𝗉𝗂́𝗍𝗎𝗅𝗈 𝖨𝖨]

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||Futuro compromiso||

Na r r a d o r L u c i u s M.

Iba en camino hacia la oficina de Lord Voldemort. No recuerdo haber desobedecido en nada para que me llamara de la nada. ¿Me dará un aumento?


—Al fin has llegado, Lucius. Debemos hablar de muchas cosas importantes y temas delicados.—Voldemort me recibió en la entrada de su oficina.

Camine hacia su escritorio y me sente en la silla que estaba frente a él. Mirándolo bien, si daba miedo. Cualquier persona se asustaría, no sólo por su aspecto, irradiaba maldad pura.

—Si, mi señor. Usted sabe que no desobedeceria una orden suya—La curiosidad me estaba matando—¿Qué es lo que necesita?

—A su hija—¿a mi hija? Lo mire confundído —. No me mires así, no soy un viejo verde. Quiero que Lyra se comprometa con alguien.

—L-lo entiendo. ¿Quien sería el hombre?—No podía casar a mi hija con cualquiera, no me lo perdonaría.

—Con mi hijo.

N a r r a d o r a  L y r a  M a l f o y.


Estaba terminando de preparar mi té. Era de yerbas medicinales porqué en estos días me estuve sintiendo mal, seguramente fueron los dulces que me regalo Draco, me los comí en un día.
Le agregué un poco de miel para endulzarlo y deje enfriarlo. Sentí una presencia nueva en la mansión, habían usado la red flu. Tome mi varita para defenderme, nunca se sabe quien podría ser. Fui hacia la sala para ver quien había llegado.

—¡Familia! ¡Eh regresado!—Era Blaise Zabini, al fin regreso de su misión.

—¡Zabini!—Fui corriendo y me atrapo en un abrazo. Lo extrañaba tanto.

—¡Jirafa Malfoy!—Mido 1.70, soy considerablemente alta.

Golpeé su hombro en broma.

—¡Oh! ¿por qué no avisaste?

—No queria molestarlos. ¿Donde esta Draco?

Draco estaba en su cuarto triste. No quería casarse con Astroria Greengrass.

—Oh, el salio—Mentí.

Hoy Draco no estuvo muy bien a comparación de días anteriores.

—No es necesario que mientas, Lyra. Me doy cuenta, esquivaste tu mirada. ¿Dónde está el?

—En su habitación. Quizás quiera estar solo, no lo sé. Lo siento, Blaise, no quise mentirte.

—Oh, no te preocupes. Eso me dicen todas. ¡Andando!

Me tomo del brazo y fuimos corriendo. Íbamos rápido, tropezamos muchas veces y casi caemos cinco veces. Blaise tiene la mania de creer que es veloz, pero sabe que yo lo soy más.

—¡Granito de cafe!—Draco se emocionó cuando entramos en su habitación—¡Suelta a mi hermana!

—¡Demonios! ¿Ya empezamos con el racismo?—Draco molesta a Zabini con eso desde que éramos unos niños.

—Tu sabes que nunca va a parar.—Respondí mientras me reía. Era como cuando eramos niños.

—Lyra, tu lo oíste. El me llamo granito de cafe.—Blaise se sento frustrado en la cama junto a Draco.

—Es lo que eres.—A veces Draco podía ser muy molesto. Pero los dos siempre terminaban riendo.

—¡Y tu eres un sucio hurón Albino y nadie te molesta!—Comencé a reirme. El me miró preocupado, para luego molestarse.

—¡Lyra! Soy tu hermano—Lo ignore—¡No te rias, Lyra!

Draco se molesto y empezo a pegarnos con una almohada. Blaise se cayo y se dio en el culo. Eso provocó mi risa.

—¿Te rompiste el culo, Blaise? ¿Te lastimaste?—Ironizó Draco.

—¡Ay! Me golpeé mis nalgas.

La tarde paso, fue muy divertida. Hace tiempo que no nos comportabamos como niños, después de todo, nunca pudimos hacerlo. Mi hermano y mi mejor amigo, son lo más. Me hace triste saber que crecí en un mal ambiente, pero me reconforta poder haber estado con ellos
Recordamos momentos en Hogwarts. Momentos donde creciamos y no nos dábamos cuenta. ¿Hogwarts realmente era nuestro hogar? Nos dimos cuenta cuando lo destruimos por petición de nuestras familias.

N a r r a d o r  V o l d e m o r t.

Después de muchos años, estaba viendo otra vez a mi hijo. Mattheo Riddle, una copia de mi cuando era más joven. El estaba sentado frente a mí. Tres años sin verlo, crecio mucho, ya es un hombre.

—Hola, padre.—Dio una sonrisa sin mostrar sus dientes.

—Hola, Theo—Hable fríamente. Algo que oído es dar afecto, nunca me gusto y nunca me va a gustar—Cuándo te dirijas a mi, dime señor. No me gusta que me digas "Padre"

—Lo lamento, señor—Este cambio su semblante a uno más serio—¿Para que me has llamado,señor?

—Llego el momento, y eh decidido algo. Te enteraras en unos dias, cada cosa a su tiempo. No quiero adelantar nada, no por ahora.

El era muy curioso, sabía que no podría aguantar mucho sin presionarme para decirle. Era algo en lo que se parecía a Bellatrix, algo que odiaba y amaba de ella.

N a r r a d o r a  N a r c i s s a  M a l fo y.

—¿Que me estás diciendo?—Lucius acaba de decirme que nuestra princesa iba a ser comprometida con el hijo del señor tenebros.

—Como te dije, Lyra se casara con el hijo del señor tenebroso—Repitió con tristeza.

Lucius amaba a Lyra, era su única hija mujer. El nunca lo demostraba, porqué a el tampoco le demostraron amor. Oyra tuvo todo lo que quería, Lucius le cumplió sus caprichos. El no demostraba amor, ya que no sabía. El simplemente se encargaba de que a sus hijos nunca les falte nada, es algo que amo de el. Siempre me demostró que haría cualquier cosa por ellos, cualquier cosa que no implique meterlo en problemas.

—No lo podemos permitir, es una niña. Ella nunca decidió si casarse o no.

La decisión final es de ella. No podemos comprometerla con alguien que no conocemos, es injusto.

—Ya hemos pasado por esto antes. Lyra tiene que sentirse afortunada que el la haya elegido a ella.—Lucius comenzó a levantar la voz.

—¿Que sucede?—Preguntó Draco.

El había entrado a la habitación por los gritos. Junto a él, estaba Lyra tomada de la mano de Draco.
Me recordó cuando un día llovió tanto, que caian muchos relámpagos. El cielo se teñia de violeta. Draco había escuchado llorar a su hermana, y fue con ella. Luego vinieron los dos de la mano, y se acostaron entre Lucius y yo.

—No sucede nada—Me seque las lagrimas—Solo es un pequeño desacuerdo, no se preocupen.

—Vayan a sus cuartos , mañana sera un dia largo—Ordeno Lucius.

—De acuerdo, hasta mañana madre , hasta mañana padre.

Los niños le hicieron caso. Ambos se fueron tomados de la mano, no se soltaron en ningún momento.

En cuanto a lo otro, la situación se nos está saliendo de control.

—Ella no se casara, daría mi vida por eso. Sabes que no me importaría perder, pero quiero que mis hijos sean felices.—Di punto final a la discusión.

Luego de discutir me acoste a dormir, mis lagrimas mojaban las almohadas.
Me daba impotencia saber que Voldemort tenia más derechos de decision sobre mis hijos que ellos mismos.

•••
Editado.

Matheo Riddle- "𝑨𝒎𝒐𝒓 𝑬𝒏𝒕𝒓𝒆 𝑺𝒆𝒓𝒑𝒊𝒆𝒏𝒕𝒆𝒔" (En Edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora