Tony arrojó su quinta prueba de embarazo al tacho de basura del baño, sintiéndose decepcionado. Muy decepcionado de que, durante toda la semana y con sus múltiples intentos, no haya dado con un resultado negativo en esas malditas pruebas de embarazo. Ni siquiera en una sola. Todas las pruebas que se hizo marcaron dos rayitas o le anunciaron un "positivo" en el centro, reafirmándole su condición. Él estaba gestando. Y esta vez no se trataba de una falsa alarma o de una cruel broma del destino, sino una realidad. Una realidad que le aterraba y mucho. Total, se suponía que él ya había renunciado a sus esperanzas y deseos de ser padre. También, a la ilusión que ello involucraba. Sí, se suponía que él ya no tenía la intención de seguir intentando o de ver otras opciones para formar una familia con Steve. No desde ese aborto. Porque fue tanto el dolor y la culpa que le causó ese aborto espóntaneo que le horrorizaba volver a esos días en las que el odio hacia él ganaba las batallas, en las que su menosprecio superaba a todos sus otros defectos y en las que creía ciegamente que era un fenómeno fallado tal como Howard le gritaba en sus recuerdos.
El haber tenido ese aborto espontáneo lo marcó.
Lo marcó porque ese aborto espontáneo no solo representó una simple consecuencia de su útero hostil, sino la pérdida de la poca seguridad que le quedaba. Fue por ese aborto que Tony se tomó por insignificante para Steve, que dejó de creer que su amor le sería suficiente y que se juró que él no merecía a Steve en su vida. Fue aquello lo que llevó a Tony a fingir que aborrecía a Steve, a esperar que, con sus desplantes, Steve lo dejara de amar. Pero, no fue así. Durante los meses de su recuperación, Steve se mantuvo a su lado, trató animarlo y de mostrarle lo mucho que lo amaba hasta el cansancio. Sin darse cuenta que solo lo empeoró. Lo empeoró porque Tony no soportó ver la culpa en Steve. Pues, Rogers no era el que fallaba, sino él. Era el genio quien arruinaba los planes de ambos y el que debía ser odiado. Por lo que, en su terquedad de apartar a Steve de su vida, Tony buscó a Doom, accedió a sus coqueteos y acordó un encuentro más allá de lo amistoso. Tony aceptó acostarse con Doom, serle infiel a Steve para que él finalmente lo odiara. Así que, lo hizo. En la embajada de Latveria, se embriagó y esperó que Doom hiciera su parte. Pero, ello nunca sucedió por la interrupción de Steve.
Fue ver el dolor reflejado en la mirada de Steve lo que le hizo regresar en sí, lo que le sacó de ese oscuro abismo en el que se había sometido y lo que le ahora le condenaba sin tregua.
Porque lo perdió.
Perdió a Steve, a su amor.Sintiendo cómo las lágrimas recorrían sus mejillas, Tony tomó caminó hasta el lavadero del baño, lo abrió y se lavó la cara. Steve lo esperaba en el estacionamiento y no quería darle un espectáculo. Menos, uno que causara pena en Rogers y se sintiera en la obligación de consolarlo. Aún la vergüenza lo acechaba por lo sucedido hace una semana en su taller. Pedirle a Steve que dejara de odiarlo solo por enterarse que estaba gestando era imperdonable. Él no debía abusar de la generosidad de Steve. No más. Así que, viéndose una vez más en el espejo, Stark se convenció de su aspecto, salió del baño y corrió hasta el estacionamiento. Steve se encontraba en la camioneta blanca y ya encendida. A Tony le costó unos segundos encontrarlo y subirse a la camioneta. Pero, segundos que Steve recuperó al manejar rápidamente.
El viaje hasta el consultorio de la obstetra Willians fue silencioso.
Demasiado silencioso.Todavía la tensión de permanecer callados en la camioneta, ascensor de la clínica y en la sala de espera, seguían en Tony. El castaño aún se mantenía aturdido e incómodo como para escuchar las felicitaciones de la doctora Willians. Es más, apenas pudo saludar a la doctora y fingirle una sonrisa. Mientras que, Steve lucía inmutable, salvo por los aparentes comentarios divertidos de la doctora. Lo que terminó fastidiando más a Stark quien no quería perder más tiempo. No cuando la esperanza de que este embarazo fuera una falsa alarma no lo abandonaba. Porque prefería pasar por una experiencia bien conocida que verse en la merced de la incertidumbre por saber cómo Steve actuaría ante la verdadera confirmación sobre su estado. Así que, después de soltar comentarios ácidos que intimidó a la doctora, Tony se subió a la camilla, permitió que la doctora le echara el gel y pasara el conducto del ecógrafo sobre su vientre. Fue solo cuestión de minutos para que el ecógrafo mostrara una pequeña manchita en su pantalla. El primero en reaccionar fue Steve quien tomó la mano de Tony y la apretó, sin saber que ese simple gesto reconfortaba a Stark. Lo reconfortaba y le daba las fuerzas para poder aceptar este momento, esta noticia y esta confirmación. Ya no había más exámenes que le brindaran la esperanza para lo contrario: Él sí estaba gestando.
Su embarazo era una realidad que Tony debía aceptar.
—Es del tamaño de una semilla de una pequeña naranja. —Tony susurró aún sin despegar la mirada en esa manchita que el ecógrafo mostraba.
La doctora Willians sonrió. —Yo diría que tiene cinco semanas, señor Stark.
— ¿Cinco semanas? —Steve preguntó sorprendido, mientras apartaba su mirada ojiazul de la pantalla del ecógrafo. Él quería saber que la doctora Willians no mentía, que esa pequeña manchita realmente estaba sobreviviendo por cinco semanas. — ¿Lo dice en serio? ¿Son cinco semanas?
—Sí, señor Rogers. —La doctora Willians dejó el conducto del ecógrafo en su mesita y se sacó los guantes para pasarle una toallita a Stark, mientras el ecógrafo imprimía las imágenes de la manchita que se robó toda la atención de Tony. — Ahora, sígame para darle unas indicaciones a usted primero.
Tanto las indicaciones que la doctora Willians encomendó a Steve y a Tony fue Rogers quien las captó todas.
Pues, Tony se hallaba perdido viendo su ecografía y sintiéndose culpable por lo duro de este momento, por haberlo arruinado y por ser el culpable de que el remordimiento fuera mayor que la alegría de saber que una manchita se formaba dentro de él. Aun peor, que se formaba bajo el manto de un matrimonio que se caía a pedazos y con un padre que no se decidía a abandonarlos. Tal como sucedía ahora. La emoción de ver a su manchita en la pantalla del ecógrafo no estuvo más en ellos. Ni en el camino de regreso a casa. Ni, en la misma habitación. Ese pequeño momento de tregua se había esfumado y, en su lugar, permanecía la indiferencia y el silencio. Pero, sobre todo reinaba la incertidumbre. O, al menos en Tony. El castaño aún no sabía cómo Steve actuaría o lo que decidiría. Pues, desde que llegaron del consultorio de la doctora Willians, Rogers no le había dirigido palabra alguna. Ni siquiera para repetirle las indicaciones de la doctora Willians. No, el Capitán América se subió a la habitación de ambos, se cambió y se adentró al baño. Tony estaba seguro que hoy tampoco tendrían una conversación. Lo que no permitiría. No después de confirmar eficazmente que tenía una manchita en él y que, frente a ello, le tocaba tomar una decisión muy importante.
Una decisión que no perdonaba al tiempo.
Él tampoco.Así que, tras correr hasta a su habitación, Tony se encontró con Steve que acababa de rasurarse. —Debemos hablar, Steve. ¿No lo crees?
Rogers asintió y dejó la toalla en el lavadero.
—En efecto, Tony.
Tony tomó aire preocupado. Necesitaba una respuesta, una decisión que lo librara de la incertidumbre, del miedo. — ¡Y bien! ¿Qué haremos con este embarazo? ¿Lo continuamos o lo detenemos?
—Creo que esa decisión te pertenece solo a ti. —Steve suspiró y llevó su vista hacia el pequeño espejo, divisando así a Tony. — ¿Deseas continuar con el embarazo?
— ¿Tú lo deseas?
Steve no logró contestar.
La alarma del complejo fue activada.[•] Pd: Solo para aclarar: Tony no engañó a Steve, solo aceptó la invitación de Doom y sus coquetos (piropos). No llegaron a más por la llegada de Steve en la embajada de Latveria. 👀🔥
[•] Pd2: A medida que actualizo, reviso los capítulos anteriores y los corrijo. Tal como lo hice hoy. ❤️
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¿SEGUNDAS OPORTUNIDADES?
Fanfiction[•] Pareja: Stony. [•] Advertencia: Mención de Mpreg (embarazo masculino). [•] Recordatorio: Los personajes no me pertenecen, sino a Marvel. Sinopsis: El matrimonio Rogers Stark pende de un hilo y la llegada de Peter sorprende a Steve y Tony quie...