Mi naturaleza

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Darwin acababa de llegar a los vestieres, era un día ajetreado como cualquier lunes, en donde se supone que debía poner su mejor cara y amar a todo lo que le rodeaba, y lo hacía, pero algunas veces era muy difícil permanecer lindo y agradable no sólo para sí mismo sino para sus seres queridos, tenía el ceño fruncido mientras ignoraba las incesantes notificaciones de mensajes de su hermano hablando de cualquier estupidez que no le importaba en lo más mínimo, cada uno había empezado a tener hobbies diferentes y Gumball parecía no tener reparo en invadir su espacio personal cuando no estaba demasiado ocupado con hot dog guy o molestando a cualquier otro pobre diablo que se le pasara por el frente.

Pensamientos muy negativos pasaban por su mente, no había sabido nada de Julius desde la vez que lo mandó al diablo, y no podía hablar con nadie porque sabía perfectamente que sólo recibiría reproches de parte de su familia, ¿carrie?, no era un completo idiota para seguir molestándola con algo que sabía perfectamente que la lastimaba, ¿Sara?, una jodida friki que convertiría su historia en un drama... En verdad adoraba a todos sus amigos y a su familia, Dios sabe cuanto lo hacía, pero en estos momentos estaba tan cargado de toda la mierda que recibía de los seres a los que más amaba y necesitaba un descanso.

Mirando por última vez su celular, ignorando los 25 mensajes de Gumball y suspirando pesadamente al no ver nada de parte de Julius lanzó su celular al fondo de su casillero y su maleta con su ropa deportiva para quedarse únicamente con su traje de baño y gorro, que era lo más hermoso y preciado para el en esos momentos.

Finalmente una sonrisa genuina en muchos días apareció en su rostro y se dirigió hacia la piscina, entes de llegar a ella se encontró con Penny y los otros chicos del club de natación y la rodeó gentilmente con el brazo mientras hablaban del día del otro, finalmente en el momento cúspide se lanzó magistralmente hacia el agua sin hacer una onda demasiado grande, ondulando debajo del agua en perfecta armonía uniéndose a sus otros compañeros luego para nadar en estilo libre, mariposa y competir entre ellos, claro está que el tenía bastante ventaja al ser un pez, se encontraba en su territorio, sus movimientos eran maravillosos y se desenvolvía con soltura y tranquilidad.

Una hora conectando con lo que más amas puede ayudarte a sobrevivir durante las 23 restantes, sobrellevar toda la ridiculez que lo envuelve en su día a día, aunque debía admitir que estaba muy feliz de participar en algunas desventuras jajaja, ¿no es curioso? En un momento detestas todo y luego te sientes feliz y agradecido de las sircunstancias que te rodean. 

Con mirada soñadora se dirigió tranquilamente a los vestieres para recoger sus pertenencias cuando vio a su adorado peligris apoyado an los casilleros esperándolo, el corazón le dio tumbos y se detuvo por un momento impactado, pero no permitiendo que sus nervios y las ganas de lanzarse y comerse a besos al otro le ganaran. 

Julius le dirigió una mirada neutral que no dejaba a los demás interpretarlo, se giro hacia el y cuando estuvo lo suficientemente cerca se dejó caer sobre Darwin quien lo recibió con preocupación. 

-¡Julius estoy mojado espera un segundo! 

El otro no le respondió, pero envolvió sus brazos en un abrazo y Darwin pudo escuchar sus mal disimulados sollozos y correspondiendo a él lo aguantó hasta que el chico dejara de llorar, a ninguno de ellos le importó las miradas curiosas e indiscretas de algunos compañeros, estaban en su mundo y eso estaba bien. 

Luego de que Julius dejó de llorar Darwin secó sus lágrimas con los dedos y besó sus mejillas con devoción, luego se retiró hacia los baños para cambiarse rápidamente mientras el peligris lo esperaba en la puerta. 

Mientras lo hacía finalmente meditó sus acciones pasadas con el oppenheimer, y el pánico junto con la vergüenza se apoderaron de él, algo muy grande debió haber pasado para que el muchacho no le importara llorar en público,y el como el tonto que era no se contuvo con sus muestras de cariño, justo antes de abrir la puerta se dio cuenta de que su mano temblaba. 

Al salir no tuvo el valor de ver a su amigo a la cara y simplemente siguió derecho a su ritmo mientras el bravucon lo seguía de cerca y ambos salían de la escuela y caminaban juntos hacia casa, no querían charlar en el autobús en donde todos podían escucharlos y no les importaba mucho caminar hacia sus casas, durante el tiempo que llevaban de conocerse habían aprendido el lenguaje corporal del otro, sabían cuando uno necesitaba del otro, a pesar de que su relación a primera vista parecía meramente unilateral por parte del más joven, el otro no era completamente desentendido de las preocupaciones de su amigo, muchas veces se había quedado hasta tarde escuchándolo cuando simplemente no podía mantener más su carita de ángel, podía llamarlo imbecil la mayoría de las ocasiones pero había demostrado ser uno de los seres más maravillosos que había tenido la dicha de conocer, un buscapleitos y un completo idiota en el amor, pero a fin de cuentas era la persona más enigmática y hermosa a la que nunca se aburriría de observar. 

Caminando juntos hacia casa finalmente Julius comenzó a hablar. 


Capitulo express antes de irme a trabajar, espero les guste, un abrazo a todos.

Dame otra razón para odiarte(Bombwin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora