Amor Cósmico

Luz Etérea

Planeta Tierra.

—¡Usagi!

—¡Princesa!

—¡Gatita!

—¡Baka!

Todas las voces sonaron casi simultáneamente, eran gritos de súplica, pero al mismo tiempo de miedo y desesperación por la persona que más querían proteger.

—Usa-chan —susurró una voz mientras sostenía una figura inerte que comenzaba a abrir sus ojos—, ¡No te rindas!

—¡Princesa! ¡Abre los ojos!

—¡Usagiii!

Los últimos llamados habían sido más desesperados que los anteriores, puesto que a pesar de que todas compartían los mismos sentimientos, no todas estaban en la misma situación y estas tres chicas sentían como las esperanzas de todas se podían acabar si su princesa no lograba abrir los ojos nuevamente.

Finalmente, unos ojos azules como el cielo más claro, se abrieron poco a poco causando jadeos sorprendidos en las Sailor de alrededor y una sonrisa se extendió por el rostro de la muchacha mientras veía las figuras de sus amigas.

—¡Chicas! —Usagi casi saltó sobre Mina debido a la alegría que sintió al ver a sus compañeras—: ¡Me alegro de que estén bien!

—Gatita —Uranus decidió de mutuo acuerdo, con una sola mirada ser la portadora de la noticia, ninguna de las otras muchachas se atrevía a hacerlo, no querían herirla—. Es momento de que nos dejes ir, siempre estaremos contigo, pero nuestra hora ha llegado y en esta ocasión no puedes salvarnos.

Usagi pov's

Abrí los ojos sintiéndome agotada, pero cálida por dentro y cuando pude ver las figuras de mis amigas sonreí... lo había conseguido las había salvado, pero cuando Uranus habló mi mundo se cayó de nuevo.

—¡Noooo! —medio grité mientras me alzaba, comprobando al fin que solo Mercury y Venus eran tangibles para mí, aunque no podía saber si Saturn lo era, por qué estaba más alejada que las demás por algún motivo—. No las dejaré morir... ¡Me niego!

La energía de mi cristal comenzó a brillar nuevamente, sin que yo fuera consciente de que aún seguíamos en el halo de poder combinado de Saturn y mío. Pero pude sentir como mi cristal se resquebrajaba por el excesivo uso de mi energía...

—¡Basta, Baka! —gritó Rei con miedo en su voz—. Nosotras no moriremos, no mientras nos recuerdes, pero si sigues intentando traernos de vuelta la que morirás eres tú...

—No me importa... —Y era cierto, ellas eran todo lo que me importaba ahora mismo, eran mi familia—. Os salvaré...

—¡Basta, gatita! —No hice caso, pero Haruka no se rindió con eso—: ¿Qué pasará con Seiya?

La mención de Seiya me desconcertó e hizo que perdiera el hilo de mis pensamientos y que me poder se deslizará de mis manos... estaba agotada y sabía que no podría reunirlo de nuevo.

—¿Por qué has hecho eso? —pregunté, concentrándome en la figura cada vez más translúcida de Haruka—. Ahora no podré...

—Por qué sabía que su nombre te haría dudar al menos y solo necesitaba eso para que nos escuches —aseguró Uranus con una sonrisa tierna en su cara—, como ha dicho Mars... nosotras no moriremos, al combinar vuestros poderes... Saturn y tú habéis hecho algo imposible.

—¿Qué? —pregunté, mientras mi mirada chocaba con la mirada agotada de la Sailor más joven—. No entiendo a qué te refieres

—Usa-chan —dijo Mercury a mi lado y por fin pude ver las diferencias en su traje, era parecido al mío de eternal, pero aún más brillante y, ahora no solo tenía el tono azul habitual en mercurio sino también el verde de Neptune—. Habéis fusionado los poderes de todas nosotras...