Iré por ti ❤

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El tiempo en los corredores del espacio-tiempo es relativo, no es algo que se pueda medir con exactitud y tampoco tiene un equivalente real con el resto del universo. Sigue su propio patrón, sus propias pautas y es tan caprichoso como la brisa que agita nuestro cabello en ocasiones.

Desde el momento en que Usagi invocó el poder del Chronos hasta que perdió la consciencia pasaron apenas unos segundos, pero en tiempo real para la gente que esperaba fuera de ese lugar fueron minutos, minutos que desencadenaría una reacción hasta cierto punto lógica. Si Hotaru hubiera estado consciente quizás hubiera podido advertir a Usagi de eso, pero ambas estaban más allá de su resistencia después de su travesía por la superficie de Vesta. A pesar de todo, Hotaru que había estado casi fuera de combate antes de aparecer en la dimensión atemporal logró mantenerse consciente un poco más. Pero esos pocos segundos de diferencia serían un enorme cambio, pues permitió que la chica más joven invocara un pequeño punto de referencia que ayudaría a las personas que las estaban buscando siempre que no tardaran demasiado, pero eso le costó su energía restante.

[...]

Chibiusa fue la primera en aparecer como tal, ya que era la que estaba haciendo de guía para las demás, pero ellas aparecieron justo detrás apenas milésimas de segundos después lo que permitió a la "pequeña" reconocer la energía de su mejor amiga.

—¡Pude sentir a Hotaru! —exclamó ChibiUsa casi saltando hacia delante con alegría—: ¡Vamos!

—¡Espera! —Fighter la volvió a tomar de la mano, ya que la pequeña estaba indicando la misma dirección que ella sentía que debía tomar—: Bombón no me perdonaría si te pierdes.

Las risas de su hermana le hicieron ver que quizás se había comportado demasiado como un padre o una madre para el tiempo que conocía a la chica, pero no le importó, aunque si disfrutó de la mueca que la niña hizo debido a ese gesto.

—Te pareces a tía Urano —eso hizo que las carcajadas de mis hermanas aumentasen y que yo me tuviera que aguantar el poner una mueca, aunque lo hice por el bien de no ser interrogada—: ¿Vamos?

Asentí y miré mal a mis dos hermanas que aún seguían riéndose, no me importó que la pequeña nos diera miradas curiosas. Solo no quería que entrasen en la dinámica entre Haruka y yo, menos aún quería ser comparada con ella, a pesar de que en cierta manera la admirase.

Al igual que la primera vez, el paseo por los corredores pareció eterno y esperaba que no pasase tanto tiempo fuera como dentro, a pesar de eso sabía o sentía que había pasado mucho menos tiempo que la otra vez cuando vi las dos figuras acostadas sobre el suelo sin su henshin. En ese momento, algo golpeó mi pecho y eché a correr sin darme cuenta de que obligué a la más joven a seguir mi ritmo. Pero en cuanto llegamos al lado de las dos chicas, no me reprochó nada, solo se agacho dónde su amiga y "madre" para comprobar su estado.

Yo observé la figura de mi Bombón, noté las pequeñas marcas rojizas sobre la piel que se veía y eso me hizo levantar la ceja, parecía quemada por el sol. Lo qué no tenía sentido, hacía apenas horas que se había ido de Kinmonku, así que miré a mi hermana en busca de ayuda.

—Mira sus piernas —señaló Healer y me fijé en lo que fuera que ella estaba mirando, aunque no noté una diferencia entre la piel roja de ahí y otro lado—: Voy a intentar ayudar.

—Quítales los zapatos —Maker parecía observar todo mientras Healer se colocaba en el lugar que ChibiUsa había ocupado antes y comenzaba a usar su energía para tratar de curar a las dos muchachas—. Creo que lo necesitaran.

Me agache para hacer eso con mi Bombón mientras que ChibiUsa lo hacía con Hotaru y cuando vi sus pies jadee asombrada.

—¡Tienen los pies quemados!

Amor CósmicoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora