duplicity [h.s]

26

Oigan como hoy actualice varias veces puede que nos les haya llegado la notificación de los capítulos anteriores así que si les falto leer algún capítulo vayan a leerlo para que no se spoilen 🍂

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Cierro la ducha, el agua tibia se detiene y luego sale el último chorro de agua. Me levanto el pelo y abro la puerta de la ducha de vidrio empañado, agarrando la toalla blanca que cuelga a mi izquierda.

Salí de la habitación de Harry hace media hora, y se supone que volveré a encontrarme con él para dar un paseo a almorzar.

Las cosas que han sucedido desde el momento en que abrí los ojos hoy fueron demasiado para manejar. Toda mi ducha fue solo yo, sumida en mis pensamientos sobre tantos aspectos diferentes de hoy y ayer.

No podía ir a ninguna parte con mi ropa de anoche, tenía que bañarme. Entonces me dijo que me encontrara con él en su habitación en una hora para que pudiéramos ir.

No tengo idea de qué esperar hoy, y una gran parte de mí no quería ir con él a ningún lado. No sé por qué quería que viniera, no nos agradamos y, francamente, todavía me aterroriza su ser natural. La única razón por la que iba era porque la inocencia de mi curioso cerebro me decía que tal vez algo bueno saldría de esto.

Tal vez tolere más mi existencia, y tal vez no le tenga tanto miedo.

Tuvimos toda una conversación sin que él me amenazara. No aprecié su lenguaje corporal invasivo, pero al menos ahora entiendo que el hombre puede controlarse a sí mismo y no necesito temer que realmente me ataque.

Le creo cuando dice que no se aprovechó de mí anoche. Después de pensarlo lun largo y tendido tiempo, reduje las razones por las que no tuvimos sexo.

Mi ropa estaba todavía intacta.

No me habría despertado con él a mi lado, probablemente me habría dejado en algún lugar donde no sospecharía de él en absoluto.

Y estoy segura de que habría sentido algún tipo de incomodidad al despertar hoy si me violaran.

Todas estas razones me están convenciendo de creer que estaba diciendo la verdad. Sé que podría estar cien por ciento equivocada en esto, pero confiaba en mi instinto. No creo que nadie se metiera en mis pantalones anoche, simplemente no cuadra.

Además, me dijo que fuera a un médico y verificara si no le creía. Podría ser simplemente un truco, pero honestamente creo que no me tocaron anoche.

Con la toalla metida sobre mi pecho, camino hacia el fregadero y comienzo a cepillarme los dientes. Mi mano recorre el espejo del lavabo para eliminar la condensación. Una vez que obtuve un espacio visible, lo primero que vi fue mi oscuridad debajo de los ojos por los residuos de rímel que no se desprendieron en la ducha.

Mientras mi cepillo de dientes estaba alojado en mi mejilla, agarré las toallitas de maquillaje con la mano libre. Mis ágiles dedos juguetearon con el sello, tratando y luchando por abrirlo para tomar una toallita.

"Mierda—" me maldigo a mí misma a través de la pasta de dientes, luchando por sacar una con una mano.

Finalmente tome la toallita húmeda, llevándola a mis ojos para borrar cualquier aflicción cosmética en mi cara.

Saco lo que puedo, arrojándolo a un lado mientras todavía me lavo los dientes. Me agacho y escupo, comenzando a cepillarme la lengua. Cuando llego a la parte de atrás siento nauseas, sabiendo que eso siempre pasa cuando voy demasiado lejos. Si me ahogo dos veces al cepillarme, se acabó el juego y estoy vomitando.