⚠︎Hablar⚠︎

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Alemania estaba jugando con su pequeño conejo mientras que el canadiense hacía lo mismo de siempre, quedarse sentado en uno de las extremos mirando a la nada en silencio

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Alemania estaba jugando con su pequeño conejo mientras que el canadiense hacía lo mismo de siempre, quedarse sentado en uno de las extremos mirando a la nada en silencio. Ya habían pasado 3 semanas, ya casi se cumplía le mes desde que pasaba eso y, aunque ya se había acostumbrado a estar encerrado en aquel lugar aún se le hacia raro y hasta incómodo el comportamiento canadiense.

El contrario ya estaba harto, siempre era la misma rutina. Se levantaba, le daba algo de comer y se quedaba ahí todo el día, si él no va y lo molesta con algo ni siquiera emitiría un sonido. Ya llevaba casi un mes en ese bosque, y ya se había acostumbrado al lugar, le parecía ya cómodo y lindo, pero lo que no era lindo era a ese comportamiento extraño del canadiense.

Ale-; ... ¿Canadá?

WCan-; ¿Qwé?

Ale-; ¿Por qué te la pasas así?... Ya sabes, sentado en silencio sin moverte o hacer ningún ruido.

WCan-; Nwo tre imporrtar.

Ale-; Si no me importara no te preguntaría.

Silencio, nuevamente ese incómodo silencio para el menor.

Ale-; Sabes qué ¡Me harté! Me pone muy incómodo que siempre estes ahí sentado y en silencio sin hacer nada.

El wendigo se volteó viéndolo confundido y un poco sorprendido por las palabras del tricolor. Vió como este se acercó hasta quedar en frente de él.

Ale-; Si no me hablas por que se te dificulta ¡Vas a aprender a hablar bien!

WCan-; Nwo.

Ale-; Vamos...

El bicolor se levantó llendose al otro lado para alejarse del alemán, cada día se le hacía más difícil tener que lidear con él, lo único bueno que le veía es que ya no estaba solo y los intentos de entretenerse y convivir de Alemania siempre terminaban en algo que terminaba haciéndolo reír, al menos un poco.

No se iba a rendír tan fácil, ya estaba cansado de tener que hablar solo con la mascota que le dió, aunque quería mucho a su pequeño conejito no le podía responder con palabras. Volvió con el bicolor sentándose en frente de él y persiguiéndolo por todo el lugar.

WCan-; ¡¡¡GRRRAAAAAAAAAAAWHWHWHW!!!

Se acercó al pequeño país gruñiéndole de una aterradora forma para que lo dejará en paz. Y por unos segundos lo logró, salió corriendo hasta el otro lado asustado abrazando a su conejo al ver como este casi perdía el control, pero cuando volvió a sentarse el alemán volvió con él a molestarlo para que tuviera las clases de habla.

WCan-; ¡¡ESRTAW BIWEN!!

Ale-; ¡Genial!

Tomó a su mascota dándole unas cuantas caricias antes de sentarse en frente de su monstruoso compañero.

Cᴏʀᴀᴢᴏ́ɴ Pᴀʟᴘɪᴛᴀɴᴛᴇ   'ᵃˡᵉᶜᵃⁿ'Donde viven las historias. Descúbrelo ahora