Un chico tricolor estaba acostado en el piso quejandose frustrado con las manos en la cara mientras el contrario lo veía algo decepcionado, llevaban todo el día y Alemania no había entendido nada de las clases del canadiense. Esperaba que aprenderlo sería igual de fácil que aprender otro idioma, pero ni siquiera el idioma más difícil que conocia se comparaba con la dificultad del lenguaje de un conejo ¿Cómo es que podían hablar diferente cosas cuando apenas y hacen un sonido corto?
WCan-; ¿Enserrio? ¿Ya estás mal porr eso?
Ale-; ¡Es muy difícil! No entiendo nada ¡Llevamos horas así!
A pesar de que el wendigo había aceptado se estaba arrepintiendo, con la actitud que ahora demostraba el contrario solo quería ir hacia él, agarrarlo de la pierna y aventarlo contra la pared para que dejará de quejarse, mientras el pequeño conejo se reía y burlaba de ambos.
Ale-; ¡¿Cómo es que puedes hablarlo?!
WCan-; Nosé, cuando me hice esto desperrte sabiéndolo y ya.
Ale-; Ser un wendigo parece genial.
Aquellas palabras tomaron desprevenido al de hoja de maple, ¿Genial? ¿Por qué ser un monstruo sería genial? Tomó las manos del menor levantándolas para poder ver el rostro del alemán y poder preguntarle de manera sería el porqué de lo que dijo.
WCan-; ¿Porrqué dices que es genial?
Ale-; No tienes que hacer nada más que vivir por tu cuenta con un pequeño amiguito en un lugar lindo y sin gente, puedes hablar con los animales, sin responsabilidades o algo que te estrese para vivir... Es la vida de en sueño.
WCan-, Clarro, tenerr una maldición que te obliga a recorrdar todo lo malo que te ha pasado haciendo que te torrtures siemprre, que todos te teman condenándote a estarr solo y de paso solo poderr comerr corrazónes humanos es la vida de en sueño.
El silencio volvió a reinar, al igual que tenía su lado bueno todo tiene su lado malo, el lado que siempre domina en todo.
Canadá suspiró tomando a Weiß y poniendolo en el pecho del tricolor para que este lo viera y acariciara, siempre lo calmaba y alegraba aunque sea un poco, y era mucho mejor que fuera el pequeño conejo que su peluda cola, solo él podía acariciar y tocar su colita bicolor, pero por alguna razón Alemania no lo entendía y buscaba cualquier excusa para estar cerca de la cola del mayor por ser mejor que el mismo canadiense a palabras de ambos países.
Ale-; -Toma al conejo y lo levanta- ¿Por qué es tan dificíl entenderte amiguito?
Le era muy extraño y algo triste que el pequeño animal siempre le contestará en ese lenguaje y lo entendiera, y él apenas y podía saber si estaba riéndose o no, todo porque se la pasaba burlándose de él o de Canadá. Aún así dejo al conejo en le piso cubriéndose otra vez el rostro.
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Cᴏʀᴀᴢᴏ́ɴ Pᴀʟᴘɪᴛᴀɴᴛᴇ 'ᵃˡᵉᶜᵃⁿ'
Random¿Tú conoces a los Wendigos? ¿No? Yo tampoco lo hacía, si me hubieras preguntado antes te respondería que eran horribles criaturas, MONSTRUOS. Pero ahora que conocí la verdad... creo que conozco la cura... -Disculpen la portada toda fea y los errores...