En esta historia los papeles se invierten, no es el chico popular y guapo que apuesta por la pobre e inocente chica nerd. Es ella quién está dispuesta a ganar una buena cantidad de dinero por enamorarlo.
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— La nerd latina —
Glorioso Jueves tenía un descanso de los fuertes entrenamientos del profesor y de sus horribles gritos, no había visto a Britney así de avergonzada está de lo que hizo que no querrá ver mi rostro.
— Tengo que saber quién es el tipo. — Le mencioné a Erick mientras desayunábamos.
— Mira, Jackson haz estado con ese tema desde hace días. — Me miró harto. — Ya dejalo, ya pasó, ya lo hizo, seguro ni lo conocías y tu matandote la mente por ese estúpido.
— Me importa una mierda si lo conozco o no, se metió con mi mujer.
— Ex mujer. — Me señaló con el tenedor. — Disfruta de la comida que tu madre hizo para nosotros y deja el maldito tema está ahí.
— Pensé que eras mi mejor amigo.
— Suspiro. — Lo soy, pero te estás comiendo la cabeza en ese tema, no comes, no duermes, no te concentras en los entrenamientos ¿Si te has dado cuenta lo mucho que el entrenador te has estado gritando todos estos días? Tienes a un puto fantasma atormentandote y él seguro debe estar con su vida normal.
Suspiré, Erick tenía razón desde que pasó lo de Britney no me encuentro para nada bien y no pienso con claridad.
— Igual seguiré buscándolo. — Rodó los ojos.
— No sé para qué gasto mis sabias palabras en ti. — Negó. — Haz lo que quieras, solamente come para que nos vayamos al instituto tengo exámen de biología y necesito sobornar a uno de los nerd para que me pase las respuestas.
— Con sobornar te refieres a amenazarlos.
— Me sonrió. - Exacto.
Terminamos de comer y nos subimos a mi auto, Erick tiene el suyo en el taller desde el sábado porque el muy idiota choco contra un árbol en una de esas estúpidas fiestas a las que él va.
Nada grave, aún está vivo.
El carro no tanto.
Cuando llegamos al instituto los chicos nos estaban esperando en el estacionamiento justo al lado del auto de Connor, estacione y nos bajamos.
— Hey. — Saludé.
— Tu chica rubia vino hoy. — Me dijo Connor. — Está por allá, con sus amigas.
Me señaló a Britney quien tenía una enorme sonrisa en sus labios mientras estaba con el grupo de baile, estaban practicando una nueva coreografía pero su sonrisa se borró al verme.
— Aquí vamos de nuevo... — Murmuró Erick.
— Necesito saber quién fue el maldito que estuvo con ella.
— Connor, hazlo que recapacite y dejé esa tonta idea. — Le pidió.
— Connor Negó. — Lo siento, Erick, pero tiene razón.
