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Aquel lugar espacioso y que generalmente, había sido poco poblado por nadie más que el dueño, ahora se sentía tal cual como antes, silencio de pinga, eso que tu antes oías por esa caseta, eso que le daba vida, Seokjin mentando la madre porque no hay señal, Taehyung persiguiendo a Jimin pa' que le diera su cargador, el mismo Jimin ligándose a los obreros, la risa de Hoseok que se escucha a cinco cuadras, la sola presencia de Namjoon que era algo calmado pero igual se notaba, o el hecho de que Yoongi Jeremías...fuera él, era algo lo suficientemente bueno como para que aquel lugar en el que el señor Garmendia admitía sentirse solo, se sintiera vivo.
¿Pero que había ahora? Tristeza y guayabo por todos lados, cosa que fácilmente se podía traducir en una soledad, en un silencio que por pena que no es de muerte, se hizo presente en la casa, haciendo que aquel sitio dominado por la rochela, los gritos y las risas de aquella gente, se fuera apagando como si nadie estuviera en aquel hogar.
Después de aquel peo que llevó toda la tarde y un sartico de la noche, a nadie le quedó más ganas de hablar del tema, incluso a la señora Gladys que como le dio a esa lengua que de vaina y no le sacó filo. El pobre Taehyung Alfonzo terminó castigado, sin salir del cuarto hasta que lo llamaran pa' irse, y pa' Aragua de nuevo. No había excusa que le sirviera, ese cuarto hasta baño y todo tenía, así que en cuestión, tenían al carajito como el propio preso político.
—Tae, mi amor, ayúdame a bajar esto de la cama pa' que te acuestes—Jimin Eduardo que no tenía razones de estar triste, igual lo estaba, porque la tristeza de su pana, era la suya también.
Taehyung que estaba asomado por la ventana desde hace rato, volvió en si de tanto pensar y cerró, dándose la vuelta pa' ayudar a Jimin a bajar la maleta con los 3738902 trapos que Jimin lució en aquella finca y ahora es que a la mamá le tocaba duro esa lavada de ropa.
Jimin sabía que no habían palabras al momento que le quitaran ese ánimo de muerto a Taehyung, así que solo se limitó a mirarlo con carita de perrito triste pasándole una manito por el cachete.
—Voy a echarme un buche de agua, ¿quieres que te traiga? —Taehyung negó suavecito.
Jimin asintió dándole un par de palmaditas en el hombro y piró de ahí.
Y al pobre de Taehyung Alfonzo no le quedó de otra que resignarse, se puso a cambiarse la ropa por la pijama, pero es que lo tenías que ver, todo lo que hacía lo hacía con ánimo de muerto, esito mi amol, venga le doy un abrazo. En eso cuando se ponía la camisa y se giró, notó a Seokjin enrrollao' en su cama, aun con las pepas de ojos abiertos. Y siendo él poco usual a darle cariño a Seokjin porque vermo, ¿Quién coño le da cariño a su hermano/a si esa relación es pa' puro coñazo? Dejó pasar esa vez y sin decir nada se acostó a un ladito de Seokjin, que para su sopresa se giró hasta él y lo abrazó así como si fuera un carajito chiquito.
—Disculpa—fue todo lo que murmuró Seokjin matías.
—¿Por qué quieres que te disculpe?
—Porque yo sé que siempre te defiendo, y creéme que si hubiese podido hoy lo habría hecho.
