Lejos de Casa

Capítulo 3: Porque eres Kurama

¿Este es el mundo humano entonces...?— Kurama observaba con curiosidad el bosque donde estaba, sus ojos rojizos paseándose entre los árboles y algunas aves— No se diferencia mucho del infierno.

Estamos en el bosque. Debemos ir a la ciudad.— Naruto se colocó una sudadera, moviéndose un poco para acomodarse a la ropa nueva— Ahí debería estar Kokabiel.

Las ropas de los ninjas diferían de la vestimenta que comúnmente usaban en el Grigori. Kurama ya no llevaba el elegante y hermoso Kimono negro y rojo que la caracterizaba, ahora utilizaba una camisa blanca lisa sin mangas totalmente prendida que hacia resaltar sus senos de gran tamaño, un lazo rojo estando en su cuello, usando una falda corta negra como complemento, teniendo medias largas del mismo color y zapatos marrones.

Mientras que la mujer Kitsune lucia totalmente humana sin colas ni orejas al llevar un conjunto muy británico, Naruto era más casual, sus ropas consistiendo en una simple sudadera naranja con capucha y camiseta blanca debajo, pantalones Jean azules y zapatillas rojas.

¿Me repites lo que el cuervo te pidió hacer?— bufo levemente la pelirroja al cruzarse de brazos.

Buscar a Kokabiel y llevarlo de vuelta al Grigori antes de que cometa una locura.— dijo Naruto acercándose a su amiga, el rubio notando como la mujer lucia algo recia— Debemos hacerlo, de lo contrario estaríamos viviendo gratis en el Grigori.

Tsk...Llevamos cuatro meses viviendo ahí.— gruño levemente Kurama al voltearse y señalar a su compañero— Ya eres muy fuerte y ganaste más experiencia por las peleas con el psicópata de Vali. Deberías ser capaz de sobrevivir solo en donde sea de este mundo.

Se lo debemos, ambos, ¿Recuerdas?— dijo Naruto al recalcar el "ambos", sus ojos mirando como la pelirroja seguía enfadada— Él nos permitió vivir en el Grigori. Además que ahí tengo unos amigos muy importantes.

... ¿Hablas de la gata callejera?— un gruñido escapo de la boca de la pelirroja, está apretando su mano en su bíceps por la irritación.

Kuroka y Bikou son mis amigos al igual que Vali.— Naruto también se cruzó de brazos, cosa que hizo que la mujer resoplara con indiferencia— No entiendo porque estas en su contra.

...Solo quiero protegerte.— girando lentamente la cabeza, la mujer enfoco sus ojos rojizos en su compañero al hablar con lentitud— Tu eres demasiado positivo. ¿Y si ese cuervo trama algo?

No lo creo.— el Uzumaki negó con la cabeza, sus ojos calmados mirando como la mujer zorro apretaba su puño al estar cruzada de brazos.

¿Por qué estás tan seguro?— pregunto la pelirroja con un ceño fruncido.

Porque confió en él tanto como confió en ti.— había fierra voluntad en los ojos del adolescente al decir esas palabras, cosa que hizo que la pelirroja apretara los dientes, sintiendo un leve nudo en su garganta.

Fueron varios segundos de silencio en los que Kurama observaba a Naruto que no retrocedía ante su mirada, la mujer zorro suspirando suavemente al bajar los ojos.

Entiendo...— la Kyuubi hablo en un tono algo silencioso, estando a punto de voltearse pero sin poder hacerlo por sentir unas manos en sus hombros.

No te deprimas, por favor.— el Uzumaki sonreía levemente, apretando con suavidad los hombros de su amiga— Dije que confió en Azazel como confió en ti...Pero tú eres algo que él jamás será.

... ¿Qué?— susurro la mujer con la mirada alta por la diferencia de altura.

Mi mejor amiga.— Naruto sonrió ampliamente con ojos cerrados, permaneciendo así por al menos tres segundos hasta que sintió algo chocar contra su pecho.