Tres

2.3K 251 178
                                    

Naruto se sorprendió de que alguien llegara tan temprano, aprovechó la irrupción para apartar a Menma y se encaminó hasta la puerta, dirigiéndole alguna que otra mirada esporádica de incertidumbre a su hermano, quien, fastidiado, se limitó a resoplar y hacer un simple gesto de ademan para que abriera.

-Llegan temprano- sonrió ampliamente al ver a Shikamaru y Chouji. Por un segundo, Naruto se arrepintió de no haber invitado a Ino también, después de todo, aquel bastardo se había invitado solo.

-Extravíe mi invitación- se justificó Shikamaru, ingresando al departamento con una bolsa de regalo en brazos. –Y Chouji dejo la suya en el salón así que...

-¿Qué es?- se inquietó Naruto al recibir la bolsa. Era increíble, ese era su segundo obsequio y aun no terminaba el día.

Desde el sofá, Menma alzó una ceja. Inspeccionó con la mirada a los recién llegados, sin sorprenderle demasiado el hecho de que no hubiera al menos una chica entre ellos, conocía a Naruto demasiado bien en ese aspecto, de ahí que sus sentimientos por él tomaran otro rumbo. Naruto era bastante atractivo, eran familia y en teoría, estaba terminantemente prohibido, al menos para la sociedad, establecer cualquier vínculo más allá del afecto. Le excitaba imaginarse tomando a Naruto en algún recoveco de la casa, pero lo ponía aun mas pensar en poseerlo bajo la mirada atenta de las personas escrupulosas que verían aquello poco más que como un pecado merecedor del mismo infierno.

Pero Menma aceptaría ir al averno si con ello podía estar con Naruto de la manera en la que tenía pensada.

-Siéntense mientras yo...

-No, está bien- lo interrumpió Shikamaru, tomando algunos adornos del piso. –Te ayudaremos a adornar, ¿verdad Chouji?

-¿Eh, como?, ¿y las frituras?

-Ya las traigo- Naruto corrió a la cocina, vertió algunas bolsas de botana sobre los platos desechables y a punto de volver al recibidor, Menma lo interceptó a medio pasillo, impidiéndole el paso al estar cruzado de brazos y con su pierna derecha contra el extremo opuesto del muro.

-Esta noche...- masculló Menma, con su semblante inexpresivo, manteniendo la mirada fija en lo que sostenía en su mano. Naruto entrecerró los ojos y pudo reconocer el encendedor. -¿Te gustaría perder la virginidad?

Naruto abrió desmesuradamente los ojos y casi dejó caer las frituras ante semejante propuesta. La confusión se transformó en enojo y finalmente en perplejidad.

-¿Cómo sabes que aún lo soy?- indagó, cruzando a su vez los brazos para encarar a su hermano mayor, tenía que ocultar el pudor o Menma lo descubriría. Seguro tenía pensado conseguirle una chica y definitivamente Naruto no estaba interesado en salir con ninguna, ni con un chico realmente, estaba bien así, algo confundido consigo mismo pero nada que no pudiera solucionar.

-¿Sabes cómo lo hacen los hombres?- siguió diciendo Menma, abandonando su pose de indiferencia para acercarse lentamente hacia él.

Naruto retrocedió cada paso dado por su hermano, todavía más estupefacto que antes, le costaba creer aquello que estaba escuchando. Menma no podía estarle sugiriendo lo que él pensaba, ¿cierto?

-¿Tienes idea de cómo se hace una felación?

Por toda respuesta, Naruto negó con la cabeza. Se sujetó del borde de la mesa con ambas manos cuando Menma acercó su rostro lo suficiente para que sus narices se rozaran mutuamente, era demasiado, se estaba alterando con solo escucharlo y eso no estaba para nada bien. Absolutamente.

-Eso creo- respondió, cerrando los ojos al tener las manos de Menma sobre sus mejillas.

-Mírame- le exigió Menma, moviendo sus dedos en círculos. Naruto contuvo la respiración, se apoyó sobre los codos y abrió lentamente los ojos, temiendo que todo fuera una mentira, alguna broma cruel que esperaba por su insólita reacción. Casi estaba deseando sucumbir a sus pensamientos y decirle a Menma todo lo que se estaba callando. Desde su reciente descubrimiento sobre la atracción hacia él, hasta la incógnita de todas esas preguntas que Menma le hacía y a las cuales, no tenía respuesta concreta, al menos no una que pudiera darle en ese momento.

Piromanía.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora