Justo cuando veo a Jayden doblar la esquina para entrar en el garaje donde se encuentra el taller de su padre, me percato de algo. Algo que se encuentra en la acera de en frente. Una mancha negra. No, una silueta oscura. Es una persona.
Y me está observando.
¿Me está observando?
Es exactamente el mismo sentimiento que la otra vez, cuando el encapuchado de negro me miraba en Mary's café. La misma sensación helada me recorrió la espina dorsal. Y por alguna razón, esta vez no pude apartarle la mirada. Quería saber si era producto de mi imaginación o si de verdad había alguien ahí.
Como no se me pudo ocurrir otra idea mejor, lentamente levanto el brazo para saludarlo con la mano.
Sí, saludar a desconocidos es mi pasión.
Para mi sorpresa, el individuo de negro me devuelve el saludo.
Alguien siniestro me acaba de saludar.
¿Estoy siendo víctima de una broma de cámara oculta?
No sé cuánto tiempo había pasado desde que me quedé estática en la ventana observando a esa persona, escudriñándola para saber si era real o no, pero cuando escucho la ventana de Jayden abrirse de sopetón, de un salto mi atención va a parar a otra parte. En este caso, a mi mejor amigo barra vecino que se encuentra mirándome con una ceja levantada desde su habitación.
—¿Acaso me estabas esperando para darme las buenas noches? —Pregunta con un dejo de diversión en la voz.
Vuelvo mi mirada a la acera de en frente. La persona de negro que me observaba en silencio instantes atrás ahora está caminando en dirección contraria.
—¡Jayden, rápido! ¡Mira hacia allí! —Le señalo al individuo. Quizá aún esté en su campo de visión y lo pueda ver —¿Lo ves? ¿Ves a alguien?
Mi amigo tiene que apoyarse en el marco de su ventana para poder inclinar su cuerpo hacia fuera y ver mejor.
—Sí, veo a alguien. ¿Qué pasa? —Vuelve a incorporarse dentro de su habitación.
—Hace nada estaba ahí en frente, observándome por un buen rato —Ahora que ya pasó la escena donde ambos nos mirábamos mutuamente, empiezo a sentirme algo perturbada. Jayden lo ha visto. Eso quiere decir que es real. Alguien me está acosando. No hay otra explicación. Primero en Mary's café y ahora frente a mi propia casa. Estoy segura de que se trata de la misma persona.
¿Me está siguiendo?
¿Cuánto tiempo llevaría ahí parado viendo mi casa?
—¿Qué dices? ¿De verdad? —En seguida Jayden adopta otra posición —Voy a bajar, seguro que me da tiempo de pillarlo y sacarle a golpes de nuestro vecindario.
Veo cómo se aleja de la ventana y va corriendo hacia la puerta de su habitación antes de que yo pueda pararlo. Bueno, pararlo no puedo, en todo caso, gritarle que no lo haga.
Veinte segundos después, Jayden está saliendo de su casa y yendo en la dirección por donde se marchaba el sujeto. La luz de las farolas ya no es suficiente para ver más allá de la calle. Ya no podía ver al individuo de negro, porque se había perdido entre las sombras. Pronto Jayden también desaparece en ellas y un miedo súbido se esparce por todo mi cuerpo, que empieza a temblar.
¿Y si le pasa algo?
No debí decirle nada.
Tomo la sabia decisión de salir yo también. Abro la puerta de entrada y pongo ambos pies en el porche. La noche me recibe con los brazos abiertos y con su usual silencio. Miro la acera de en frente, justo el lugar donde se encontraba el encapuchado. Mis piernas están temblando, pero eso no es ningún impedimento para que siga avanzando hacia mi objetivo: Jayden.
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Querido admirador secreto
Teen FictionAlison Monroe lleva una vida normal como la de cualquier adolescente de diecisiete años. Ella y su madre viven juntas en una bonita casa de California, al lado de su vecino y mejor amigo Jayden. Un día, una nota llega a sus manos firmada por su nuev...