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*Narra Hoshi Takinoue*

En la hora de la merienda (cuando les ofrecimos sandías a los chicos), Kageyama-kun había estado muy platicador, lo cual me parecía bastante extraño, aunque eso me llamaba más la atención.

– Y así fue cómo perdí mi primer diente.

Sorprendida por aquella historia que recientemente me había contado Kageyama, comencé a reír un poco. Me sentía feliz y emocionada. Le dediqué una gran sonrisa, tratando de demostrarle que estaba cómoda con su compañía.

A los minutos se acercó Haiba-san a nosotros. El aura amistoso que había en el momento se desvaneció, pues a Kageyama parecía no agradarle el chico de Nekoma. Éste último viene en plan amistoso a pedirme el único pedazo de sandía que había en el plato que sostenía. Extiendo el platillo con todo y fruta, lo agarra y agradece, luego procede a ingerir aquella sandía. 

De la nada éstos comienzan a "hablar", sinceramente no sé que estaba pasando pero, podía sentir la tensión en el ambiente hasta con los ojos cerrados. 

– Oigan, creo que ya van a empezar... Deben volver – rompí aquella tensión con una simple frase. 

Los dos voltearon a verme muy sonrientes. Haiba se marchó, no sin antes despedirse de mí. Y aquí fue dónde supe que efectivamente, a Kageyama-kun no le agradaba por nada del mundo aquel chico. Sinceramente no quería causarle problema alguno a ninguno de los dos, más bien... A nadie en el mundo. 

Nos adentramos al gimnasio, realmente me sentía un poco incomoda por las pocas palabras que cruzaron Kageyama-kun y Haiba-san, era tan tenso el ambiente. Los chicos siguieron con su juego, mientras yo salía de éste para poder ayudarles a las chicas a dejar las demás cosas en la cafetería. 

[...]

Estaba sentada en los escalones de la entrada del gimnasio tomando un descanso, puesto que le había ayudado a Hinata con sus pases y recepciones. Anteriormente Yamaguchi-san había salido corriendo de éste, en busca de Tsukishima. Me parecía algo extraño, sin embargo... Probablemente eran asuntos del entrenamiento. Era obvio que no estaban obligados a entrenar, pues era una "práctica libre", así que el que iba a descansar era por decisión propia. 

Kageyama estaba un poco más apegado a mí, e incluso mencionó que si yo llegaba a cansarme, él pararía lo que estuviese haciendo para tomar un descanso conmigo. Lo cual me pareció algo tierno, sin embargo no era un tanto correcto, pues debía intentar mejorar sus pases para con Hinata. Y sí, tal vez me esté contradiciendo yo misma con esto pero, los chicos no querían tomar un descanso en su "práctica libre".

En el gimnasio estábamos todos los de la preparatoria Karasuno — a excepción de Tsukishima Kei —y unos cuantos de la preparatoria Nekoma. Había un chico un poco más alto que yo, de cabello rubio y raíz oscura. No hablaba con nadie así que no le tomé mucha importancia. 
Vi cómo Hinata se le acerca al chico, era probable que se conocieran, pues ya los había visto anteriormente cruzando palabras. 

– ¡¡Takinoue!! 
– Ah... ¿Hinata? – lo miré demasiado aterrorizada – Me asustas ¿Qué pasa? 
– Ven ahora – el pelinaranja toma mi muñeca y me jala hacia donde se encuentra el chico desconocido antes mencionado. – Quiero presentarte al colocador del Nekoma.

No entendía lo que estaba pasando en el momento, mucho menos el porqué me jaló e interrumpió mi conversación con Kageyama.  Tampoco sabía si se le había olvidado que llevaba una férula en mi tobillo y me costaba correr.

– Eh... E-este... Me llamo Kenma...
– Ah... Hola ¿Kenma?
– Kenma Kozume, de segundo año.
– ¡¡Ella es Hoshi Takinoue, de primer año!! – Hinata presentó mi nombre por mí.

Karasuno; Kageyama y...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora