Capítulo 36. Mi vida diaria entrenando.

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Narrador POV:

En el polideportivo Kobold, Toru se encontraba con su equipo se encontraban entrenándose. Era parte de su rutina habitual como miembros de un escuadrón de su seguridad, por mucha fuerza física natural que pueda tener un orco o un minotauro, de poco sirve si esta no se entrena.

Pero no solo estaban ahí para que entrenaran las chicas de su escuadrón, también tenían que hacerlo sus aspirantes. Keros y Kalolo también estaban ahí para ponerse en forma para el examen de acceso por recomendación de Smith.

-No... puedo... más...- se quejaba Keros mientras reducía su paso en la pista de atletismo del estadio Kobold. No es de extrañar que alguien con tanto talento como los negocios y tan aficionada del deporte como Polt haya instalado una pista de atletismo.

-Venga Keros, sólo unas cuantas vueltas más- le animó cierta centauro de pelo magenta -Tienes dos pares de patas ¡Úsalas con más ánimo!-

-Te agradezco mucho el esfuerzo Tsen, pero los unicornios no somos tan atléticos como los demás centauros...- respondió la unicornio -No creo haber hecho tanto ejercicio en toda mi vida...-

-¡No hay que desanimarse señorita unicornio!- dijo Polt la Kobold apareciendo de la nada -Si quieres formar parte de M.O.N con el señor agente y las demás tienes que ponerte en forma-

-Ni siquiera voy a usar un arma de verdad, voy a ser médico de campo- explicó -Ya he dado el curso de primeros auxilios, he aprendido a usar el sasumata, y el pasado el psicotécnico-

-Pero no te puedes rendir. Seguro que tu talento es muy útil para curar al agente Toru y las demás- la animó la centaura de peso ligero -Además. Me gusta la idea de entrenarte, me siento como una escudera entrenando a una princesa guerrera- comentó ella con un brillo soñador en la mirada.

-La tradición caballeresca de los centauros siempre me resulta muy pintoresca...-

Mientras, en el interior del recinto, las demás también entrenaban. Terios y Ruka practicaban con las pesas y las mancuernas asistidas por Emeth, mientras que Em practicaba con un aparato de gimnasia habilitado para especies con varios brazos, para fortalecer el tronco superior. Por otra parte, Toru estaba ayudando a Kalolo con su entrenamiento; su idea para incorporar a Kalolo en el equipo sería convertirla en una scout, dada su gran agilidad y reflejos, así que decidió hacer con ella un entrenamiento de combate con puños usando las almohadillas.

-Oh ¡Nada mal Kalolo!- La halagó su instructor -Fran ¿Cuánto ha sido?-

-196 golpes en 30 segundos- respondió la monstruo de Frankenstein comprobando el contador y el cronometro -Podría ser profesional-

-¡Joder! ¡Como revienta la coneja!- comentó Ruka.

-Aunque no lo parece viendo como Kalolo es normalmente, los jackalopes son una especie altamente agresiva- explicó Toru en sus conocimientos como coordinador -Lo que pasa es que el whisky les relaja y les pone contentos, y si les vuelve agresivos no pegan bien...-

-Eso explica el incidente del aguamiel...-

-Oye Kalolo ¿Dónde has aprendido a pegar así?- preguntó Em.

-Cuando te crías en una casa pequeña con 15 hermanas tienes que tener las manos rápidas- respondió con toda la alegría del mundo -Teníamos que compartir todas un cuarto de baño y un mueble bar-

-¿¡Pero a qué edad empezaste tú a beber!?-

-I dunno ;P-

Antes de que la conversación empezara a ponerse más incómoda, apareció Keros junto a Polt y Tsen, totalmente agotada.

Mi vida diaria con chicas M.O.N. (M.O.N. Musu.)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora