Capítulo 8

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Lindsey Rice

Lindsey no sabía porque estaba tan nerviosa cuando llamó a la puerta. La lluvia caía despacio. Los rayos más fuertes parecían haber pasado, pero los destellos más distantes aún iluminan el cielo.

—Hola, Lindsey—dijo Bonnie, sonriendo un poco—Pensé que no vendrías hasta mañana.

—Esa era la idea, pero terminé antes de lo que esperaba—dijo Lindsey.

Entró a la casa. Llevaba cargando una maleta, en su mano izquierda. Avanzó por la sala. Todo estaba en un silencio absoluto. Bonnie le ofreció un vaso de agua y se sentaron en el sofá.

—¿Cómo te fue en el trabajo?

—Igual que siempre—Lindsey soltó un suspiro.

En días como aquel, odiaba su trabajo con todo el alma. Odiaba las personas con las que trabajaba, pero sobretodo odiaba la persona en la que ella misma se convertía cada vez que cumplía con las órdenes de su jefe. 

—¿Tan malo es?—preguntó Bonnie

—Sí—afirmó ella con énfasis.

—Debe haber alguna manera en la que puedas renunciar.

—No, me temo que no. Tengo un contrato que debo cumplir.

—Bueno, en ese caso me gustaría que me prometieras algo.

Lindsey alzó una ceja.

—Dime.

—Si en algún momento sientes que ya no puedes más con tu trabajo, me lo dirás.

—No suelo hacer promesas que no sé si podré cumplir.

—Hablo en serio.

—Está bien—Lindsey levantó la palma de la mano, como si se tratara de una broma—Te prometo que si en algún momento llegará a pasar algo, tú serás la primera persona a la que llamaré.

—De acuerdo—dijo Bonnie después de unos segundos.

Lindsey miró hacia la cocina. Dante estaba allí, hablando por teléfono. Se veía preocupado, caminaba de un lado a otro fumando un cigarrillo.

—¿Qué le sucede?—preguntó Lindsey con curiosidad.

—Me parece que está hablando con el oficial Hans.

—¿Con el oficial Hans? ¿Por qué?

Bonnie se quedó callada, como si estuviera buscando las palabras adecuadas.

—Esta mañana atacaron a Mia—dijo, finalmente.

—No puede ser— Lindsey sintió una extraña agitación en el pecho. Su corazón comenzó a latir muy deprisa. Su mente se imaginó los peores escenarios.

—No le pasó nada grave—añadió Bonnie como si hubiese notado su angustia.

—¿Está aquí?

—Sí, está arriba durmiendo con Axel.

—¿Qué fue lo que ocurrió?

Bonnie le contó a detalle lo que había ocurrido esa mañana en el bosque. Y cuando terminó de hablar, Lindsey solo tenía una pregunta.

—¿Quién la atacó?

—Tim Nolan. Es un sujeto que estaba de paso por el bosque. Cuando vio a Mia sola pensó en asaltarla.

Lindsey pensó él. No lo conocía, pero se había vuelto su enemigo en el instante  que atacó a Mia. Entonces, en medio de sus pensamientos se le ocurrió una idea que podría ayudarla a matar dos pájaros de un tiro.

Un año para recordarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora