Capítulo 4

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Lindsey Rice

Estaba lloviendo cuando Lindsey Rice salió de su departamento en dirección a la pizzería del centro. Era su primer día de vuelta en la ciudad.

Mientras conducía tuvo el presentimiento que algo malo estaba por ocurrir.

Cuando llegó a la pizzería se dio cuenta que había un par de personas en la entrada que se resguardaban de la lluvia.

—Hace semanas que no había una tormenta así — le dijo un joven que se encontraba allí.

—Como si fuera a romperse el cielo— respondió Lindsey.

Lindsey posó su mirada en el joven que estaba a un lado de ella. Era rubio de ojos azules y la cara marcada por lo que parecía una vida complicada, tenía un corte sobre la ceja izquierda y una pequeña cicatriz en la barbilla que lejos de darle un aspecto intimidante lo hacían verse atractivo.

Lo miró directamente y sintió como un escalofrío le recorrió el cuerpo ¿por qué tenía la sensación de que lo conocía? Era un sujeto con el que nunca había hablado, pero estaba segura de que lo había visto. Tenía una mirada que le resultaba muy familiar

Sentía la certeza de conocerlo. Era una sensación muy extraña.

—¿Sucede algo?— preguntó él con voz seria.

—Te he visto antes— dijo Lindsey.

—¿Me has visto antes? ¿Qué significa eso?

—Significa lo que acabo de decirte, que te he visto antes.

—Te puedo asegurar que no, quizá me confundes con otra persona.

—Sería la primera vez que me confundo.

—Siempre hay una primera vez para todo, hasta para equivocarse—le dijo con un tono arrogante.

—No, hay cosas en las que no.

El sujeto no volvió a decir nada más, solamente le dedicó una arrogante sonrisa antes de marcharse. Lindsey decidió entrar al restaurante, dejando atrás sus pensamientos. Después de todo, era un desconocido al que no volvería a ver.

En el restaurante había pocas personas cenando, tal como podía esperarse de un lunes en la noche. Lindsey vio a sus amigas sentadas en una mesa del fondo y se dirigió allí.

—Hola Lindsey— dijo Bonnie con una sonrisa— Me da gusto saber que estás viva.

—Claro, ¿por qué no iba a estarlo?

—Porque no sabíamos nada de ti, ni siquiera sabíamos si estabas con vida.

Tenía muchas cosas que decirles y les debía una explicación por no haberles avisado de nada, pero eso implicaría ponerlas en peligro.

—¿Qué hiciste todo este tiempo? ¿Dónde estuviste?—preguntó Bonnie.

—Estuve trabajando en Maine.

—Te ves cansada.

—Lo estoy. Es un trabajo jodido, suelo llegar a casa hasta después de las tres de la mañana.

—¿Qué clase de trabajo es?

—El mismo que me hace desaparecer por meses— respondió con su habitual tono de ironía.

Lindsey se impresionó con el hecho de que Bonnie no siguiera interrogando. Sacó una cajetilla de cigarros y se llevo uno a los labios.

—Es bueno tenerte de vuelta—dijo Darcy con voz cálida— Estábamos ansiosas por verte, sobretodo Mia.

Un año para recordarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora