25 5 2
                                    

Tenía la sensación de que todo iba, la verdad es que no sé si a mejor o a peor. Quería que todo saliese de la manera correcta, que todos nuestros escritos se cumplieran y que sea quien sea el Dios que nos haya estado escuchando, hiciera caso a nuestros deseos y nos ayudara a avanzar.

¿Dónde quedaron tus ganas? Quizás seguí escribiendo sobre un papel donde ambos debimos comenzar a escribir, tu pluma de quedó sin tinta, sin pasiones, la mía continúo escribiendo, con la ilusión del principio pero sin lo más importante: tú.

El desorden de los sentimientosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora