Haiyoru Bakugo - TEMPORADA 1 ✔

Capítulo 9 - ¡¿Siete contra una?!

— Trece y Eraser Head... La información de profesores que recibimos el otro día dice que se supone que All Might estaría aquí. — Dice el hombre de la mano en la cara.

— El traspaso del otro día fue trabajo de estas basuras después de todo, ¿no? — Aizawa parece tenso.

— ¿Dónde está? — Pregunta el hombre. — Y nosotros que vivimos con esta multitud...All Might...el Símbolo de la Paz... No puedo creer que no esté aquí. Me pregunto si vendrá si matamos a algunos de estos niños...

Aizawa se pone en posición de pelea y Trece nos pone un brazo en frente en señal de que no nos movamos.

— ¿Qué? ¿Villanos? No puede ser... ¡No hay forma de que entraran a la academia de héroes! — Dice Kirishima.

— Sensei, ¿qué hay de los sensores anti-traspasadores? — Pregunta preocupada Yaoyorozu.

— Los tenemos, por supuesto, pero...— Parece que todo lo habían planeado meticulosamente. Aizawa le pide a Denki que utilice su quirk para intentar comunicarnos con la UA y se pone en posición de ataque.

— ¿Qué hay de usted? ¿Peleará contra todos solo? — Le cuestiona Izuku. — Con tantos, aunque borre sus particularidades...El estilo de pelea de Eraser Head es capturar al enemigo y después borrar su don. Una batalla frontal es...

— No puedes ser un héroe con un solo truco. — Lo interrumpe Aizawa. En ese momento siento una gran admiración hacia él. — Te los encargo, Trece. — Se lanza contra los villanos. Lo vemos luchar durante unos segundos de una forma impresionante, pero Trece nos manda alejarnos. Estamos a punto de llegar a la salida cuando un portal en frente de la puerta se abre haciendo aparecer una sombra morada.

— No os dejaré. — Dice amenazante. — Es un placer. Somos la Liga de Villanos. Puede ser presuntuoso de nuestra parte, pero nosotros nos auto-invitamos a la casa de los héroes, la Preparatoria UA, para hacer que All Might tenga su último respiro. Creo que All Might debería estar aquí, ¿hubo algún tipo de cambio? Bueno, esté o no aquí, esta es la parte que jugaré. — Veo que Kirishima y Katsuki se abalanzan sobre la sombra y siento mi corazón latir fuerte y un miedo que nunca antes había sentido al verlos tan expuestos al peligro que hace que antes de que mi mente reaccione, mi cuerpo responde y me pongo delante de ellos para intentar pararles.

— ¡Parad, es peligroso!— Grito. Demasiado tarde. Katsuki lanza una explosión con intención de atacar a la sombra pero no reacciona a tiempo para ver que estoy enfrente y me impacta a mí al intentar apartarle.

— ¡Haiyoru-san! — Gritan Mina y Hagakure. Salgo volando por los aires y caigo bruscamente en el suelo. Katsuki se da cuenta y se gira sorprendido en mi dirección.

— Oh cielos, eso fue peligroso, hasta heriste a una de tus compañeras. — Comenta la sombra. Jiro y Momo se acercan y me ayudan a levantarme. La explosión sólo me ha provocado una quemadura en el costado y siento un pitido en los oídos, haciendo que me cueste escuchar. Estoy aturdida y me cuesta levantarme, pero lo consigo. — Es cierto. Aunque seáis estudiantes, sois excelentes huevos de oro. — Katsuki me sigue mirando sin que su cara de impacto se haya ido.

— ¡No! ¡Moveos, ambos! — Les ordena Trece.

— ¡Mi trabajo es dispersaros y torturaros! — Nos rodea en una sombra. Se empieza a levantar un viento fuerte.

— ¡¿Qué dem-?! — Exclama Kirishima, pero no termina la frase. El viento se levanta más y a duras penas no salimos volando, no podemos ni abrir los ojos.

Cuando me doy cuenta, estoy cayendo no sé de dónde a no sé qué sitio. Impacto contra el suelo violentamente y ruedo por una colina, causándome heridas en el rostro y el cuerpo. Me levanto con dificultad y me encuentro rodeada de unos siete villanos que me observan con sonrisas maliciosas.

— ¿Nos ha tocado una gatita?

— No parece ser muy peligrosa.

— Será mejor que terminemos esto rápido, estoy aburrido de luchar contra críos.

Me pongo en guardia, sin saber exactamente qué está sucediendo, pero consciente de que estos individuos quieren hacerme daño y no lo permitiré. Aunque estoy sola y desorientada, mi instinto me insta a tomar una postura ofensiva.

— ¿Quiénes sois y qué queréis? — pregunto con una voz que no me reconozco, como si estuviera hablando otra persona.

— Vaya, parece que la chica no tiene miedo, ¿eh? Voy a arrebatarte esa confianza antes de que puedas parpadear. — Una mujer se abalanza sobre mí, pero la esquivo con facilidad.

— ¿Pensabas que me derrotarías tan rápido? — le digo, no puedo evitar una sonrisa maliciosa. Siento cómo la adrenalina se dispara por mi cuerpo. Aprovecho la oportunidad para agarrarla del brazo antes de que pueda reaccionar y, con un movimiento brusco, la hago caer de espaldas al suelo.

Todos los villanos se lanzan sobre mí al mismo tiempo, y decido activar mis colmillos y garras de lobo. Logro esquivar a un chico que intenta golpearme con un bate formado con su brazo, pero a su vez, otro me golpea en la cara, haciéndome retroceder. Me incorporo rápidamente y hago una zancadilla a una chica que se acerca, luego le doy un cabezazo dejándola inconsciente a mi lado. Aunque siento el dolor en mi mejilla por el golpe, lo ignoro y logro esquivar un cuchillo que apenas me raspa. Ataco a tres de ellos de manera contundente, haciendo que caigan al suelo, mientras golpeo y pateo todo lo que se encuentra a mi alrededor. No me atrevo a transformarme en loba, ya que nunca he mordido a personas. Aunque me siento libre de hacer daño, no puedo morder carne humana.

"Derroto" a cuatro de ellos, pero los otros tres se acercan y uno de ellos logra golpearme varias veces. Me acorralan entre dos y una chica comienza a golpearme el rostro sin parar. Siento la sangre en mi boca.

— ¿¡Es que no te rindes nunca!? — exclama la chica, separando cada palabra con un nuevo golpe que me aturde cada vez más. En uno de sus puñetazos, atrapo con los dientes el objeto con el que me golpea y noto que es un trozo de hierro, así que lo parto en dos con mis colmillos. Extiendo mis garras y araño a uno de los villanos que me tiene agarrada del brazo para inmovilizarme. Luego, le propino una patada al que me tiene agarrada por detrás y me libero de su agarre. Golpeo a la chica que me estaba agrediendo y la dejo en el suelo, sintiendo cómo mis nudillos se llenan de sangre.

— Maldita mocosa...— dice el tipo que es dos metros más alto que yo, el mismo al que había golpeado en la entrepierna. Intenta abalanzarse sobre mí, pero logro esquivarlo por poco. Sin embargo, mientras me muevo, otro chico me golpea con unas piedras enormes que logro evitar en su mayoría al convertirme en águila, pero una de ellas me golpea y, una vez más, por el impacto, vuelvo a transformarme en humana.

Salgo disparada contra la montaña que está detrás de mí y, en el último instante, choco con algo frío que actúa como un tobogán, deslizándome hasta el suelo. Siento mi todo cuerpo adolorido y saboreo sangre. Escucho el sonido de hielo formándose ya familiar y, cuando finalmente logro abrir los ojos, veo que todos los villanos que había inmovilizado y los que aún estaban en pie están congelados. Me levanto con dificultad, pero siento un dolor intenso en la rodilla que me hace caer nuevamente al suelo. En ese momento, alguien me levanta.

— Has luchado bien, Haiyoru.