CAPÍTULO 30

264 42 0
                                    

Irene: Oh, Jennie, hola... -Saludó
amablemente, Seulgi deseando golpearla
por interrumpir el momento.
Jennie: Perdón por interrumpir, pero quería saber si podías llevarme a un lugar...
Irene: ¿Por qué yo? ¿Sunmi no puede...?
-Antes de terminar, Irene se paralizó
mientras veía algo tras la chica sonriente.
Seulgi intentó descubrir que era, sin
suerte. Allí solo habían un par de chicos
hablando animadamente, unas porristas
haciendo piruetas y una joven pelinegra que se besaba con un pelinegro antes de subirlo al que supuso era su auto-... ¿No te molesta que sea tu hermana? -Quiso saber.
Jennie: Hermanastra -La corrigió,
parcialmente ofendida, como si no le
gustara que la gente las emparentara de
esa forma-. Y no. Es bastante buena cuándo quiere -Explicó con una sonrisa-... Y hola chica ruda -Saludó, mirándola fijamente. Le tomó un par de segundos darse cuenta de que Jennie estaba hablando con ella.
Seulgi: Hola -Saludó tímidamente, sin
mirarla ni tomar su mano, de inmediato
sintiendo unos cálidos brazos envolver su cintura.
Irene: Crees que es ruda por su ropa
negra y su cara de culo -Dijo, haciendo a
Seulgi sonreír ligeramente, recibiendo
una leve y disimulada palmadita en el
trasero como recompensa. Primero se
sorprendió al sentir el contacto, pero luego solo río de nuevo, recibiendo de nuevo su recompensa, esta vez la mano de su novia permaneciendo en el lugar un par de segundos más-... pero lo cierto es que es la novia más tierna que jamás podría haber encontrado -Susurró, Seulgi sabiendo que su novia estaba sonriendo cuándo unos dulces labios se posaron sobre su mejilla, haciéndola sonrojar. Sin dudarlo, rodeó con uno de sus brazos los hombros de su novia, y con su mano libre buscó la mano que su novia tenía tan solo unos centímetros sobre su trasero, haciéndola descender un poco, Irene apoyando la cabeza en su hombro y riendo tímidamente.

Estaban tan pérdidas en su mundo que no recordaron que Jennie estaba allí.

Jennie: ¿Cuál es tú nombre? -Preguntó, sus ojos encontrándose con los de Seulgi unos segundos antes de que esta los retirara rápidamente, incómoda -... Lindos ojos.
Seulgi: Se... Seulgi -Contestó
tartamudeando, demasiado nerviosa por la presencia de la extraña.
Jennie: Oh, un gusto conocerte chica ruda de ojos lindos.
Irene: Oye, Jennie, ya se está haciendo
algo tarde y desearía ir al parque a caminar con mi novia -Dijo. El diccionario mental de Seulgi le dijo que su novia estaba algo molesta- así que te llevare a donde quieras con una condición...
Jennie: La que quieras, Irene.
Irene: Deja de halagar a mi sexy novia.
Solo yo puedo hacer eso -Dijo con una
sonrisa en sus labios, Seulgi sintiendo
como una de las manos de su novia
apretaba uno de sus gluteos fuertemente
antes de subir a su cintura, como si nada
hubiese sucedo.
Jennie: Esta bien, está bien. Tú ganas. Y
tienes suerte...
Irene: ¿Por tener una novia tan sexy?
Jennie: Además de eso... Tienes suerte
porque yo también voy al parque.

.......................................................
Mientras iban en el auto Irene conducía,
Seulgi iba sentada en el asiento del
copiloto sujetando fuertemente la mano
libre de su novia y Jennie iba atrás, sin
parar se sonreír.

Jennie: ¿Tienes algo de música, Irene? Me aburro -Se quejó jugando con las ruedas de su rosada patineta.
Irene: ¿Puedes poner algo de música,
Gigi? -Preguntó sonriendo, Seulgi sintiéndose admirada al ver que la chica
podía conducir y hablar al mismo tiempo.
Sonrió. Realmente era afortunada.
Seulgi: Claro... ¿Pink Velvet, te parece?
Irene: ¿De nuevo?
Seulgi: Por favor -Suplicó-. Es el nuevo
álbum, "The Perfect Velvet", tenemos que
escucharlas...
Jennie: ¡Espera! ¡¿Dijiste Pink Velvet?!
Seulfi: Sí -Respondió confundida.
Jennie: ¡YO LAS AMO! ¡KENG SALGUI ES LA MUJER MÁS SEXY DE ESTE PLANETA!
Seulgi: Tienes razón, es sexy, pero no como Bim Joohyun... -Aunque era toda una fangirl, a Seulgi no se le daba eso de perder la compostura.
Irene: Supongo que tienes debilidad por
las chicas llamadas Joohyun, Seulgi...

𝙇𝙖 𝘾𝙝𝙞𝙘𝙖 𝘿𝙚 𝙇𝙖 𝙑𝙚𝙣𝙩𝙖𝙣𝙖 - seulreneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora