❛En las afueras del bosque "Dark", se encuentra un pueblo llamado Leípei, famoso por sus distintivas historias de terror que pasaban de generación en generación durante siglos, en donde contaban sobre viejos mitos sobre vampiros y demonios quien ten...
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El paisaje enfrente de mi era inolvidable, el sol escondiéndose y los colores del cielo al atardecer no tenían palabras. Me senté en la manta observando a detalladamente los colores y pintando en mi lienzo percatándome de que queden igual.
─hola─ la voz de Jaeden me hizo demarrar pintura de más arruinando mi obra
─hola─ giró a verlo con una sonrisa hace más de dos semanas que no lo veía o al menos no a su yo que no intenta secarme
─escuche que ahora te quedas con los lobos─ se sentó aun lado de mi haciendo un lado mis pinturas
─si me mantienen a salvo...─ miró su perfil mordiendo mi labios por dentro para no soltar alguna cosa que amenace mi vida
─quería disculparme ─ observe la bufando alrededor de su cuello mal hecha
─solo querías salvarla, lo entiendo─ quite el lienzo de mis piernas poniéndolo justo al lado de mi
Hubo minutos de silencio donde nadie dijo nada solamente miramos el atardecer juntos sn hablar o hacer algo que nos pusiera en una situación incomoda.
─¿tu y Dea?─ codeo su estomago con el nudo en la garganta resignada
─si,─ movió su cabeza terminado de afirmar
─espero que sean felices─ apoyo mi cabeza en las rodillas mientras las abrazo
─¿tu y Noah?─ niego volteándolo a ver graciosa ─oh─ me miró imitando mi acto anterior de colocar su cabeza en sus rodillas
─¿por qué viniste?
─no lo se─ mi corazón empieza a latir tan fuerte que por su sonrisa oculta siento que lo escucha
─¿ya no quieres matarme?─ el negó mordiendo su muñeca sacando sangre
─toma─ frunzo el ceño al tener miedo que me envenene o algo así ─ se que la sangre que te dan te fortalece pero ninguna como la mía─ estira su brazo insistiendo
─¿por qué si tu sangre es tan poderosa por que no se la das a Dea?─ pregunta tragándome las ganas de beberla
─Dea no es como tu, ella no esta en este mundo ni en el otro, ella no es humana pero tampoco un muerto─ mi sangre es inútil para ella ─ su muñeca estaba tan cerca que no niego en beberla
Aprieto mis manos en su brazo ante la intensidad que querer tomarla toda, la necesidad me hace querer más pero se que debía parar incluso si no quería.
─es suficiente para aliviarte─ me aleja aun insaciable de su sangre─ no quiero que te acostumbres}
─gracias─ limpió mi boca manchada de su sangre disfrutando ese agradable sabor en mi boca todavía
Continuamos viendo el cielo con la diferencia que ahora de de noche y empezaba a hacer más frío, contaba discretamente las estrellas que había y veía que formas podían formar juntas.
─lo sigues haciendo─ frunzo el ceño mirándolo de perfil
─¿que?
─contarlas ─ asiento hasta que caigo en cuenta de algo
─¿cómo lo sabes?─ el alza los hombros sin importancia e ignora mi pregunta
─¿tienes frío?─ niego aunque el titiriteo de mis dientes aseguran que mentía─ ten─ envuelve la bufanda en mi cuello─ a veces olvido que eres humana─ la calidez de la bufanda alteraba mi pulso
─es muy bonita─ sigo mirando el horizonte y las estrellas conectándola las figuras que se formaban con mi dedo
─alguien especial me la regalo─ asentí evitando pensar más afondo en el objeto que decoraba mi cuello
─ah─ guardamos silencio cómodo en donde pensé en como estaría Noah, hace mucho tiempo que no lo veía
─deja de pensar en él─ Jaeden me miraba con el ceño fruncido cruzado de brazos ─ abrumas mi mente─ rio por lo graciosa que resultaba
─no leas mi mente ─ me sonroje
─prefiero que piense en algo más─ ruedo los ojos abrazando mis rodillas apreciando el aire chocar con mi cara─ ¿quieres ver algo?─ dudosa asentí
Él estiro su mano y de ella salieron un humo negro que despejo el cielo de las pocas nubes que había y aligero el frío aire en el campo abierto, luciérnagas salían de sus escondites iluminado el cielo.
─maravilloso─ murmuro viendo todo girar a mi alrededor
─me gusta hacer esto cuando estoy solo─ volteo a verlo con una ligera sonrisa en su labios
─yo estoy aquí
─¿en serio?─ reímos al ver nuestras caras
─¿acaso eres bipolar?─ preguntó procurando mantener la seriedad en el asunto
─¿por qué lo dices?─suspiró abrumada por mis pensamientos
─me querías matar hace algunos días
─es hora de irme ─ se levanta sacudiendo su pantalón del pasto
─no, contéstame─ demando sujetando su brazo ─¿qué es lo que me ocultas?─sus ojos se tornaban negros, cerré los míos evitándole el gusto de borrarme la memoria
─Atena, ábrelos─ negué como una pequeña niña, sentí su mano en mi cadera impulsándome a estar cerca de él
Ciertamente tenia mil dudas pero decidí abrirlos encontrándome con su cara a centímetros de mi, su aliento cálido chocaba con mis labios desconcentrándome de mi objetico principal.
─escucha mi voz─ pidió posando su mano en mi hombro masajeando de vez en cuando ─olvidaras que hoy me vistes, solo recordaras haberte quedado dormida en un profundo sueño─ murmuro en mi oído besando castamente mi mejilla
Ahora lo entendía cada vez que hacia algo bonito lo borraba de mi mente y me obligaba a recordarlo como una persona fría. Abrí los ojos despertando en la manta en medio del campo.
─hija─ mi mamá llego corriendo con dos lobos a su lado lucía preocupada─ te busque en todo el territorio no te escondas más─ me abrazo─ ¿Qué hacías aquí?─ miré el lienzo manchado de pintura en el suelo
─pintaba, pero al parecer me quede dormida─ bostece estirando mis brazos
─siempre haces eso─ frunzo el ceño
─¿siempre?
─si, desde pequeña te ibas y cuando te buscábamos aparecías dormida o sin saber a donde fuiste ─ alce mi ceja al no recordar esos momentos ─ hace mucho que ya no lo hacías pero recuerda que ahora si algún demonio te ve indefensa no dudara en matarte, ¿entiendes?─asentí bajando mi cabeza por el regaño ─ es hora de comer, ven─ los lobos nos escoltaron a la cabaña donde nos quedábamos mi familia y yo
Algo dentro de mi me decía que algo no estaba bien, que no me había dormido todo ese rato.
