C A P I T U L O 2

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El sueño me había abandonado en la noche, no encontraba ni siquiera un poco de él y eso me angustiaba así que decidí ver por mi ventana que se encontraba del lado de la casa de los Williams.

Me acerqué a la ventana con precaución de no hacer ruido y despertar a mi familia, cuando llegué sentí el frío viento toparse con mi cálida piel desnuda de mi cuello y una parte de mi pecho ya que mi pijama contaba de una blusa de tirantes que llegaba a mi ombligo un poco ajustada con un short pequeño.

Ya había pasado una hora y no había conciliado el sueño pero algo llamó mi atención uno de los hermanos Williams escapaba por su ventana que quedaba enfrente de la mía y aunque trate de ver de qué hermano se trataba no pude porque tenía una sudadera negra con un gorro que tapaba su cara, pero al llegar al suelo miró hacia mi ventana dejándome paralizada, él llevó su dedo índice a su boca señalando que no haga ruido pero aun sin la seña no podía hacer que mi garganta emitiera algún ruido. 

—¡oh por dios!—susurre un poco fuerte para mí

Por lo que había pasado decidí que era mejor a dormir o al menos intentarlo, llegue a mi cama donde me recoste y en poco tiempo me quede dormida todavía pensado en los hijos de los Williams.

[...]

Desperté poco a poco irritada por el sonido de la alarma, la apague levantándome para darme una ducha con agua caliente ya que al parecer en Leípei ya no hace mucho calor sino frío con lluvias últimamente.

Termine de ducharme para después cambiarme ya que hoy era día de la iglesia. El día de la iglesia trataba que todos los del pueblo se reunían en la plaza en luna llena para dar una gran fiesta para dar tributo a nuestro único Dios el gran Sotiría que significa salvación en griego, todos escribíamos nuestro pecados y los lanzábamos al fuego donde eran consumidos por las llamas de la puración, todos en el pueblo iban incluidos los Williams que solo se limitaban a hacer el ritual e irse.

La vestimenta era simple ya que todas las jóvenes que buscaban matrimonio iban vestidos con un color específico el blanco, pero a pesar de que solo era para los que buscaban matrimonio todas las jóvenes o los jóvenes mayores de quince años vestían de este color, respetando las reglas del jefe en líder que eran: número uno, no atuendos reveladores; número dos, solo los hombres pueden cortejar; número tres, no debes romper alguna regla de la iglesia en el festival; número cuatro, nada de accesorios, solo es viable un listón blanco largo que sostengo el pelo de la joven a desposar y por último la regla cinco, en caso de que llegues a encontrar esposa  o seas desposada debes alzar tu copa antes de medianoche, antes del baile final.

 —hija—susurro mi madre fuera del baño—tu ropa está lista—dicho esto se oyeron sus tacones dirigirse a la puerta de mi habitación 

—gracias—susurre—tu puedes Atena—dije nerviosa ya que el año pasado fue mi primer año para ser desposada y si no fuera por Luke hoy estaría casada con un viejo banquero que habita el pueblo

คl๓αร  ℓเ๒єгα๔αร➳נαє๔єภ мαгtєllDonde viven las historias. Descúbrelo ahora