❛En las afueras del bosque "Dark", se encuentra un pueblo llamado Leípei, famoso por sus distintivas historias de terror que pasaban de generación en generación durante siglos, en donde contaban sobre viejos mitos sobre vampiros y demonios quien ten...
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Giré a verlo sonreía jugando con los pequeños betas de la manada, reí al verlo tan feliz después de unas semanas había tomado la decisión correcta, ahora sabía que mis "lagunas" no existían o tal vez si pero no las provocaba mi cerebro. Él se acerco a darme un beso en la mejilla y ofrecerme de comer una manzana.
─has estado callada ─ su voz hacia parecer que todo estaría bien
─he estado pensando lo del vinculo─ lo miré atento a los ojos suspirando, baje al mirada era hora de hablar ya no era niña ─ también he pensado en Luke,─ mi mejor amigo trabaja de obrero en la manada en sus tiempos libres y no podía ignorar de ser su mate
─no importa lo que decidas estaré contigo ─entrelazo nuestras manos besando la mía
─¿cuándo te volviste tan romántico?─ recargue mi cabeza en su hombro relajando mis pensamientos
─¿te molesta?
─no, me gusta mucho─ seguí viendo el cielo nublado, algunas veces extrañaba el Sol pero eso era imposible
─¿aun piensas en él?─ negué siendo sincera no quería que dudará de mis intenciones
─realmente estoy mejor así, contigo ─ sonreí volviendo a ver el paisaje hermoso enfrente de nosotros
─Atena, tu mamá quiere verte─ Marcus, un delta de la manada encargado de la seguridad pasaba la mayoría del tiempo pegado a nosotros
Lo miró y asiento parándome junto con mi novio para ir a la casa provisional, suspiró fatigada al oler ese aroma de carne, al pasar tiempo con la manada descubrí que era su plato preferido y me comenzaba a hartar. Entramos a pesar de las miradas de todos, lo pase sin soltarlo de la mano hasta sentarnos en el comedor.
─ya esta lista la comida ─ mamá sirvió los platos excepto a él dejándole un vaso de sangre ─es de animal, si no te molesta ─ alce la ceja observándolo y el levanto sus hombros sin importar
─no es como si este aquí por la comida─ susurro y reí despacio aunque la mayoría de lobos también escucharon y gruñeron molestos ellos aun se encontraban enojados con él
─¡a comer!─ dije entusiasmada tomando mis cubiertos cortando el primer bocado
─Kólasis, los Pénter la buscan─ giré a ver a mi novio y el encogió sus hombros inocente
─ahora voy─ me pare de la mesa con él de la mano y salimos con los regaño de mamá por abandonar la mesa antes de terminar
─es verdad,─ aplaudió Asher asombrado viendo nuestras manos entrelazadas─ no mintió ─ dio varias palmadas en el hombro de Jack
─cuando nos lo dijo en verdad no lo creímos─ lo busque con la mirada pero no estaba ─ supongo que esto pasaría ─ sonreía de oreja a oreja
─¿quieren pasar comer?─ ofreció mi novio impactando a todos
─¿qué le hiciste a mi hermano?─ era impresionante como había cambiado su forma de ser desde que lo escogí era simplemente maravilloso
─le abrí los ojos al amor─ conteste ruborizada empujándolos para entrar
─tengo una pregunta─ Finn hablo risueño por primera vez analizando la casa ─ si tu cuarto esta del otro lado de la reserva, significa que él no a entrado a el ─ abrí los ojos como platos apenada olvidaba lo molestos que son
─tengo hambre ─ corrí a la mesa iniciando a comer de nuevo
Terminamos de comer y seguimos hablando de cosas sobre la escuela y la relación de Millie y Finn, otra cosa que sucedería tarde o temprano, también hablamos sobre las búsquedas de Lucifer y la protección de la manada, eso no me entusiasmaba demasiado pero teníamos que abordarlo.
─eres el mejor─ bese su mejilla repetitivas veces─ te quiero ─ me acurruque en sus brazos aprovechando que los demás se fueron hace varios minutos
─te quiero, Atena ─ acaricio mi mejilla girándome hacia él, seguía sin creer que lo tenía junto a mi
─¿qué te gusto de mi?─ quito un mechón de pelo de mi cara
─todo, tu cara, tu personalidad, todo tú me encanta ─ besa mi labios, sonrió a mitad del beso y me parto para mirar sus ojos iluminado por la luna que entraba por la venta de mi cuarto
─gracias, por amarme─ lo abrazo del abdomen aun recostados en la puerta de mi cuarto sin poder pasar a más por la barrera
─gracias por corresponderme sabía que me querías ─ oculto mi cara evitando que vea mi sonrojo ─creo que es hora de dormir ─ se paro separando mi abrazo ─ ve directo a la cama giré los ojos
─¿a dónde más iría?─ me burle caminado a la ventana ─es broma─ reí al ver su ceño fruncido y sus puños apretados ─te amo Atena─ se despidió con la mano asegurando que cada día me enamore más de él
Estire mi mano tomando la mano de él la lluvia empeoró con fuertes vientos, Jaeden observaba serio al igual que Noah nadie sabia como actuar, tome una decisión y no podía decir que fue la correcta hasta no ver las consecuencias. Limpie mis lágrimas con mi mano admirando nuestras manos entrelazadas. Sonreí levemente mientras su mirada se iluminaba su sonrisa se agrando y me abrazo sinceramente.
─te elijo a ti...─ tome su manos apretándola con seguridad
─Atena,─ su voz de me hizo mirarlo con el corazón en la boca
─lo siento─ la lluvia finalizo mientras yo seguía agarrada de la mano de él, ahora mi novio
─¿eso significa?
─ quiero intentarlo con él─ la segunda lágrima sale una lágrima de su ojo cayendo lentamente ─ lo lamento ─ estaba arrepentida, por supuesto pero ya era tarde
─te arrepentirás ─trague saliva resistiendo
─lo averiguaremos mientras tanto intenta ser feliz con alguien más
─nadie será igual de especial
─tengo que aprender a quererme─ dije con con el corazón roto
─estar con alguien para olvidar a otra no te hará bien─ me miró ─y a ti solo me das lastima que te conformes como alguien que no se valora─ bajo la mirada
─es suficiente, lárgate ya no tenemos nada más en común que no sea él─ al verlo irse supe que no estaba lista para dejarlo ir pero ya era hora de superarlo por las malas
─te quiero Noah─ susurre sentándome cansada de sonreí todo el día, las mejillas me dolían
Cansada me cambie por una pijama el vestido que traía pensando en que estaría haciendo Jaeden y si en verdad todo lo que dijo ese día fue real. Mi celular sonó avisando del examen del día siguiente, bufe frustrada había concentrado mis esfuerzos en enamorarme de Noah que olvide el examen, resignada me paré a estudiar hasta quedarme dormida.
