Capítulo 1.

953 45 22
                                    

2015, 7 de mayo

POV Anastasia.

¿Saben de ese típico despertar mañanero como de película en la que la protagonista se despierta motivada y sale de su cama de un brinco enérgico mientras de fondo suena una canción que transmite buena vibra? Pues digamos que ese fue mi despertar de hoy. En cuanto oí el despertador emitir esa sonora melodía que hacía retumbar las paredes de mi habitación, cogí el iPhone con intención de desbloquearlo y entrar en Spotify para poner la canción de Our time is here de Demi Lovato y de la película de Camp Rock, y dejar que sonara a todo volumen. Tal y como sucede en el filme, me acerqué al espejo de pared que tenía colgado al lado del escritorio para mirarme y apreciar lo feliz que estaba. Al ritmo de las primeras notas de la canción, empecé a bailotear de forma divertida mientras jugaba con mi cabello rubio oscuro, y entonces me dirigí al armario, el cual abrí de par en par con el fin de decidir el outfit. Empecé a sacar varios conjuntos y volví al espejo para posicionarlos sobre mi cuerpo y así ver cuál me convencía más para el día soleado de hoy.

En un santiamén, me deshice de mi pijama rosa de franela para dejarlo encima de la cama, y me vestí con la ropa elegida: una falda negra con volantes estilo colegiala hasta las rodillas y una camiseta corta blanca con dibujos en color turquesa, a juego con los sneakers que llevaba. Complementé el look con un colgante dorado, un coletero rosa y unos pendientes de perlas del color de la falda. Por tercera y última vez, me posicioné en frente del espejo y sonreí. Chorreaba alegría, ilusión, felicidad. Cogí mi cámara Polaroid y me dispuse a hacerme una foto para guardar el recuerdo. Amaba el conjunto que llevaba puesto. Agarré el peine que se hallaba encima del tocador con el fin de peinarme y utilizarlo como si se tratara de un micrófono, cantando las últimas estrofas de la canción que sonaba y cuyo fin iba a ser en breves. Al finalizar, bloqueé el teléfono y me aseguré de estar lista para el día de hoy. Al abrir la puerta de mi habitación, una voz proveniente de la planta de abajo se hizo presente, captando por completo mi atención:

- ¡Anaaaaaa, ven ya que tengo listo el desayuno! - anunció mi prima mientras escuchaba como trasteaba entre los armarios de la cocina.

- ¡Vooooy! - contesté efusiva.

Al bajar las escaleras, me topé con Julie, mi perrita, la cual adoro con toda mi alma y siempre está dispuesta a darme los buenos días más cariñosos del planeta. Me agaché con el fin de coger a mi bolita blanca y alzarla hasta posicionarla a mi altura.

- ¿Cómo está la chica más linda de esta casa? - le interrogué mientras su cola se movía de un lado a otro.

Su respuesta fue a base de besitos que depositó con su áspera lengua por mi cuello y parte de mi rostro. Yo reí debido a las cosquillas que esa acción me causaba, y la deposité de nuevo en el suelo. Caminé hasta la cocina acompañada por ella, ya que me suele seguir a todas partes.

- ¡Buenos días, Nina!, ¿te he dicho lo hermosa que te ves hoy? - dije entrando de lleno en escena.

De la cara de mi prima nació una tierna sonrisa y negó con la cabeza. Debía estar parcialmente desencajada por todo el entusiasmo que rebosaba en mí.

- Buenos días a ti también, bella - contestó risueña mientras colocaba una jarra de cristal con zumo de naranja en su interior - ¿qué mosca te ha picado hoy?, cualquiera diría que te ha tocado la lotería o qué se yo - habló tras sentarse en la silla.

- ¡Mucho mejor que eso! - aclaré acercándome a la mesa y llegando a mis fosas nasales ese aroma delicioso de pan recién tostado.

- ¿Ah, sí? - preguntó cogiendo el bote mermelada de fresa - ¿qué te pasó?, cuéntame, cuéntame - me insistió curiosa.

Fernweh: a tu lado (by your side) | Sebastian VettelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora