Capítulo 6.

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POV Anastasia.

Ya en la parrilla de salida, Mónica y yo consideramos oportuno montar un trípode para hacer la foto a los pilotos, así como colocar en la cámara un objetivo de corta distancia para enmarcar correctamente a todos los corredores en la imagen. Me daba rabia admitirlo, pero lo cierto es que Mónica sabía de lo que hablaba, a pesar del despotismo que demostraba con cualquier gesto o palabra que emitía, se notaba que entendía de fotografía, no podría asegurar si más o menos que yo, ni tampoco podría hablar sobre su capacidad artística, pero técnicamente hablando, sabía lo que hacía. Empezamos a discutir cómo posicionar a los pilotos en la pista, si hacerlo de forma escalonada, todos en una sola fila, con casco, sin casco... Yo le propuse que llevaran el casco en la mano, y a pesar de que al principio no estaba de acuerdo con la idea, acabó aceptando a regañadientes. En función de la luz que había, colocamos la cámara de forma estratégica, de tal manera que las caras de los pilotos no apareciesen en la fotografía demasiado oscuras, y para ello, estuvimos haciendo un par de pruebas colocándonos delante de la cámara y sacando fotos varias. Finalmente, decidimos colocar al aparato una especie de lona oscura para contrarrestar el exceso de luz en el ambiente. Hoy el sol estaba radiante, y eso, en fotografía, puede ser una ventaja, y a la vez, un inconveniente.

Tras dejarlo todo listo, Mónica sacó su teléfono del bolsillo del pantalón y empezó a mover los dedos de forma acompasada, como si estuviera chateando. Yo no sabía muy bien qué hacer. Ojeé el reloj y vi que faltaban 20 minutos para que los pilotos acudiesen.

- ¿Y... ahora qué? - pregunté.

- ¿Qué de qué? - replicó la pelirroja sin despegar la mirada de ese cachivache.

- ¿Qué hacemos ahora? - interrogué obvia.

- ¿Esperar? - soltó ella queriendo sonar todavía más obvia.

Puse los ojos en blanco al percatarme de que ella ya estaba suficientemente entretenida con su teléfono super chic. Miré al frente y empecé a caminar por la pista, intentando no alejarme mucho de la cámara, para ver el potencial que tenía la zona. Mientras caminaba, reflexioné que íbamos a hacer a los pilotos una foto bastante usual... que se repite año tras año, prácticamente de la misma forma, y Teresa me comentó que la competición buscaba algo distinto esta temporada. Me quedé pensativa, con la mirada fija en el suelo, rompiéndome la cabeza por intentar hallar una perspectiva más innovadora, o como mínimo, más novedosa, pero no había manera, hasta que me di cuenta que la respuesta estaba en frente de mis narices: el suelo.

Sin pensarlo dos veces, me acerqué a mi bolso que estaba junto con Mónica, quien, por cierto, seguía en su mundo cibernético, y saqué el iPhone de él para regresar a la posición dónde estaba. Abrí la cámara de mi teléfono, me agaché en cuclillas y coloqué el aparato en el suelo, y bingo. Creo que había dado con la clave. Pasé de estar agachada a estar totalmente estirada, y de nuevo me posicioné el teléfono a ras de suelo, y me di cuenta de la fantástica idea que estaba teniendo. Podríamos sacar una fotografía de los pilotos desde este prisma... ¡sí!, ¡podría quedar genial!

Procedí a levantarme de un brinco enérgico y me dirigí apresurada a Mónica para contarle la idea.

- Eh, Mónica, se me ha ocurrido otra perspectiva para lo de la foto, además de la que ya hemos diseñado.

- Ajá... cuenta - mencionó mostrando escaso interés.

- Pues he pensado que podríamos colocar la cámara en el suelo y sacar una foto desde ese prisma... si colocamos bien a los pilotos, puede resultar una idea rompedora, ¿qué te parece?

Mónica despegó por fin la mirada de su teléfono para mirarme una con extrañeza infinita.

- Ahm... ¿en serio?

Fernweh: a tu lado (by your side) | Sebastian VettelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora