ᝬ 🥢 𖠵 ѕϲєиαяιοѕ | נυנυτѕυ καιѕєи

❥︎ 𝓨𝙐𝙐𝙏𝘼 𝙊𝙆𝙆𝙊𝙏𝙎𝙐

ᴀᴄʟᴀʀᴀᴄɪᴏɴᴇs: Male!Reader.

El siguiente escenario podría considerarse, ¿triste? Depende de cómo se lo tomen ustedes.

Olvidé que Rika existe momentáneamente, pero aún así me quedó genial.

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Habían sentimientos incrustados en su corazón que descubrió cuando él le dio la sonrisa más brillante y hermosa que nunca antes apreció con tanta admiración. Quedó encantado por su belleza, su mente se volvió un disparate de imágenes donde reflejaba constantemente el rostro del muchacho que le robaba mil y un suspiros, enrojeciéndose por tener pensamientos donde el protagonista era él.

Llegó una semana más tarde de instalarse en el colegio, y rápidamente pareció interesarse en formar vínculos con sus compañeros. Era social, amigable y respetuoso, alguien que querría cuidar a toda costa por ser tan bueno para el mundo. Le regaló a todos su bondad y compañía, integrándose en el grupo unos pocos días después.

Su alegría no se comparaba a nada. Era el más extrovertido de los cuatro, y ese carácter asombraba a Okkotsu con el transcurrir del tiempo, comenzando a transformar su pasmo en algo más profundo. En amor.

Cada pequeña acción o gesto eran suficientes para alterar las palpitaciones de su corazón, y enseguida se quedaba sin palabras para responderle. Creía verse como un tonto, haciendo el ridículo cuando solamente quería tener una plática normal con el joven. Pero cuando escuchó su risa, se extrañó. No parecía burlarse de su comportamiento tímido y torpe, más bienera como si su forma de ser le causara ternura y aquello hizo que su rostro se ruborizara.

El contrario mencionó sin preocupación cuan adorable se veía, acariciando los mechones de su cabello corto con diversión y retirándose del lugar. Quedó parado en su lugar mientras miraba el suelo sin creer lo que ocurrió, y una sonrisa de bobo enamorado se formó en sus labios secos.

Y así, es como surgió desde lo más adentro de su alma, el afecto por (N) y que tanto guardó por el resto del año.

Antes de que diciembre terminara, dio una pequeña noticia a sus amigos con una mueca triste. Era poco común ver que su rostro reluciente se desvaneciera por el sentimiento de pena y frustración, y que Yuuta no pasó desapercibido con sencillez, pues conocía perfectamente al chico por el tiempo que estuvieron juntos. Fue el primero en interrogarle a qué se debía su cambio de humor, y los ojos que le dedicó mostraban un dolor inmenso, causándole miedo a lo que saliera de su garganta.

Empezó a temblar, una clara señal de que estaría a punto de romper en llanto por lo asfixiante que era para él decírselo, y sentía que ya nada sería igual con su persona si se separaba para siempre de quienes nunca juzgaron su carácter. Los brazos del castaño rodearon su cuerpo débil, y se aferró al contrario para saciar su melancolía.

─Voy a irme de Japón ─contó de forma entrecortada, ocultando su rostro mojado por las lágrimas en el cuello de Okkotsu. Esas palabras dejaron a todos atónitos, y el más afectado fue Yuuta. Tomó de los hombros al otro y lo observó detenidamente sin creerse sus palabrerías.

─¿E-Es cierto? ─cuestionó. Se negaba a dejarse llevar por lo que dijo, aunque estuviera llorando y sollozando no quería aceptar que se alejaría a una larga distancia de su presencia. Lo necesitaba ahí junto a él.

Asintió, sobando su nariz ligeramente. Unas palmadas suaves en la espalda por parte de Toge buscaron reconfortar esas sensaciones tristes, una mano de Maki sobre su hombro le otorgaba apoyo, y Panda acariciando su cabeza intentaba hacerle entender su compresión ante la situación.

Pero Yuuta no hizo nada.

Apretó los puños con fuerza, frustrado y llenándose de murria, agarró las manos del joven para llevárselo del lugar, alejándolos del resto de sus compañeros mientras su ausencia se hacía presente en el sitio donde se paraba. Zen'in se fijó en la dirección donde se marcharon aquellos dos, y suspiró. Les dio una seña a Inumaki y el gran Panda para que fueran del lado opuesto y le dieran tiempo.

Continuaban corriendo, pero las piernas de (N) ya no daban más para seguirle el ritmo a su acompañante y decidió frenar de repente para parar su corrida. Unieron sus miradas, aunque en los ojos de Okkotsu se viera el enojo que se acumulaba lentamente. No, con él jamás podría enojarse, prometió cuidarlo incluso de sí mismo y por eso no tenía las agallas de hacerlo.

El más bajo entrelazó sus dedos con delicadeza, provocando un sonrojo repentino en sus pálidas mejillas. Yuuta divisaba las acciones del contrario, sin entender al principio la causa de su hacer pero también llevándolo a la vergüenza. Quedaron un rato en silencio, disfrutando poco a poco su cercanía y aura.

─Yo no quiero dejarlos, Yuuta ─mencionó (N) ─. No es una decisión que yo tomé pero si pudiera elegir entre auedarme o irme, preferiría terminar el resto de mis años escolares con ustedes.

Había captado finalmente sus palabras, e intentó relajarse. Iba a decir algo, pero pensó un poco en cómo se dirigiría a él con su frase ─. (N), la simple noticia de que debes irte me hizo sentir como todo el mundo que formamos se desmoronaba ─fue contando sin pena el muchacho ─. Quisiera que estuvieras más tiempo, para hacer más recuerdos juntos y permanecer contigo los años que nos quedan.

Desde un principio, Yuuta no se sentía seguro de que lo que le dijera fuera a ser incómodo para la situación, pero quería sonar firme y apretó su agarre con las manos del menor para hacer notar lo decidio que estaba.

─Serán ocho años aislado de todos... De ti ─volvió a dejar caer esas gotas de tristeza de sus orbes (c/o), secándolas con un vaho esfuerzo. Ahora sólo deseaba permanecer enlazado en el calor de Okkotsu hasta que se termine el día, y decirles adiós a aquellos que llegaron a su vida.

Pero más que un abrazo, la dulzura de los labios de Yuuta se posaron sobre los suyos, que sabían salados por las lágrimas que se resbalaron de sus ojos. Estuvo estático, sin poder concentrarse en lo que sucedía a su alrededor, solo era Yuuta, Yuuta y Yuuta. Envolvió el cuello del contrario con los brazos, saboreando suavemente el beso que inició su pareja.

─Yo... ─murmuró aún entre el beso. Se separó de manera gentil y posó las manos sobre la cintura del chico ─Esperaré cuanto sea necesario.

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Lamento si no interpreté correctamente la personalidad y carácter de Yuuta, pero aún así me fascinó el escenario y me vi inspirada. Espero que así sea de acá en adelante.