𝐆𝐑𝐀𝐕𝐈𝐓𝐘 ▍‟ El amor es como la fuerza de la gravedad, una fuerza de atracción „ Tú toque me guía, por encima de las aguas, y te sigo como si estuviera hechizado.
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Mundos iguales, pero a su vez diferentes, caminos...
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POV ▱ Cleo
Me perdí en mi mente, tratando de comprender lo que sentía en ese instante, trataba de encontrar el significado, pero el camino el cual me guiaba era al que me negaba aceptar.
Sentí un ligero movimiento en mi hombro, escuchando repetidas veces mi nombre, hasta que termine reaccionando, cruzando la mirada con el avellana, la capitana me dedico una sonrisa mientras se ponía de pie de su asiento, como todas las demás.
- Lo siento -murmuré, tome mis cosas enseguida colgando de mi hombro la mochila, aparte con cuidado de un empujón hacia atrás la silla, tomando el vaso de plástico que seguía conteniendo la malteada de vainilla que había pedido-
- ¿iras a casa? -la pregunta fue dirigida a mi por parte de Usagi, la chica de cabellos violeta quien cursa primer año-
Negué suavemente a los lados, había dejado plantados a los de potencia, seguro seguían esperando a que apareciera, mire la hora en el reloj que mantenía en mi mano derecha.
Aun tengo tiempo, eso creo, porque no le entiendo a los reloj de manija lo uso solo por lo lindo que es.
- Oye -a mi otro lado se posiciono Suki, tomando mi hombro y mirando-me con cierta suplica- quiero ir a ver a los de potencia, ¿puedo acompañarte?
No le vi el problema, después de todo me habían agradado, supongo que podríamos mantenernos bien como equipo. Comencé a curvar mis labios de manera delicada haciendo un ligero moviendo de cabeza, afirmando que podía acompañarme
Grave error.
Todas se me vinieron como si fuese un panal de abejas y no hace falta decir quienes eran las abejas, cuales suplicaban que las llevara también.
En el transcurso del camino, habíamos tomado el autobús que nos iba dirigir al estado beyblade, quedaba a pocos minutos de donde nos encontrábamos. Al llegar a nuestro destino las chicas mantenían conversaciones de temas tribales, sinceramente no ponía clara atención en ellas.
El estadio estaba por el momento no tan habitado, unas que otras personas venían por el centro comercial que mantenía, poco a poco subíamos los grandes escalones del lugar acercándonos por poco a las puertas de esta.
- Esperen -nuestro camino se detuvo, al escuchar la voz de Oishi aquella morena de cabellos rojizos, quien apunto lo más disimuladamente hacia la otra entrada- ¿Ese es Lui?
Las demás comenzaron a murmurar al ver su aparición, yo me encontraba sosteniendo aun la puerta y enseguida me aleje para ver quien era el último integrante del equipo.
Era una fogata viviente, quien a paso lento iba subiendo los últimos escalones, no llevaba prisa, así que ¿para que correr? Ese rostro de pocos amigos que se cargaba, quien lo mirara enseguida lo intimida, quien no tolera el escandalo a causa de su poca paciencia, alguien que te dirá las cosas directamente importando un rábano lo que sientas.
