𝐶𝑎𝑑𝑎 𝑣𝑒𝑧 𝑞𝑢𝑒 𝑆𝑢𝑒𝑛𝑎 𝑢𝑛𝑎 𝐶𝑎𝑚𝑝𝑎𝑛𝑎 || 𝘓𝘦𝘦𝘰𝘯

육

- Así que tienes otra función social a la que ir esta noche -le dijo Youngjo a Geonhak secamente mientras los dos hombres estaban sentados en el estudio de Geonhak.

- ¿Por qué? sí, la tengo.

- ¿Y llevaras a Dongju-ssi de nuevo contigo? -Youngjo estaba investigado.

- Sí, sin duda lo llevare.

- ¿Por qué suenas tan optimista sobre esto? -Youngjo murmuró. Cuando Hwanwoong le había dicho a Youngjo que Geonhak y Dongju estaban enamorándose, el abogado se había reído en la cara del pobre ángel. La idea de alguien sin emociones y despiadado como Geonhak se enamorara, era sólo un pensamiento demasiado divertido. Sin embargo, ahora Youngjo estaba empezando a pensar que había algo de verdad detrás de las palabras de Hwanwoong. Geonhak odiaba con pasión los eventos sociales, pero ahora que Dongju estaba allí, el empresario parecía casi encantado ante la perspectiva de tener que salir y mezclarse con los demás.

- De todas formas, hablando de Dongju-ssi -Youngjo continuó,- el chico ha estado viviendo contigo durante la última semana y media, Geonhak. Seguro ahora que debe estar recuperado por completo. Creo que es hora de que discutamos su pago para que él pueda irse.

Youngjo no perdió de vista la forma en que los ojos de Geonhak se ampliaron ligeramente cuando se refirió a Dongju con irse.

- No sé si se ha recuperado en su totalidad todavía -dijo el empresario con rigidez. Youngjo puso los ojos en él.

- Geonhak-ssi, si Dongju no se ha recuperado en este tiempo, entonces tal vez sería mejor para él que se traten sus lesiones en un hospital -Youngjo dijo,- realmente no hay un punto en mantenerlo en tu casa más tiempo.

- Pensé que nos habíamos puesto de acuerdo para no ir a los hospitales -respondió Geonhak con la misma voz desinteresada.

- Yo realmente no creo que Dongju-ssi sea más una amenaza para tus relaciones públicas. Realmente no parece del tipo que demanda -Youngjo respondió, enarcando las cejas- además estoy seguro de que tiene una familia a la que regresar también. Cuanto más rápido hablemos con él, más rápido él podrá seguir con su antigua vida.

- ¡Como si su antigua vida fuera buena para él! -Geonhak gruñó, poniéndose de pie bruscamente- ¡Yo no veo el punto de resolver las cosas con Dongju sólo para que él se moleste y ande en las calles como lo hacía antes!

- Geonhak-ssi...

- Eso es todo por ahora, Youngjo. Si me disculpas, tengo que ir a informarle a Dongju de la función de esta noche -Geonhak dijo en un tono áspero. Y con eso, el empresario salió de la habitación.

Youngjo suspiró y se recostó en su silla. Está bien, eso no salió como yo quería...

- ¡Yah! ¿Qué hiciste? ¡Tenías que convencer a Geonhak de dejar ir a Xion!

Youngjo casi saltó fuera de su piel cuando escuchó la familiar voz chillante cerca de su oído. El abogado se dio la vuelta sólo para descubrir el vacío a su lado.

- ¿Hwanwoong? ¿Dónde estás? -preguntó el hombre, juntando sus cejas.

- ¡Ya te dije que no puedo aparecer delante de las personas por largos períodos de tiempo! -la voz se quejó,- ¡Todavía me estoy recuperando de la última vez, así que sólo puedo hacer que mi voz aparezca!

- Así que ahora sólo voy a lucir como un loco que está hablando consigo mismo. Perfecto -murmuró Youngjo oscuramente.

- ¡Estás solo en esta habitación! ¿Quién te va a ver? -la voz de Hwanwoong cuestiono- y además, estas huyendo del punto principal. ¡Se suponía que harías que Geonhak echara a Dongju de su casa!