Capitulo 3

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Ted cedió, de modo que fue a buscar algunas cosas a la Biblioteca, fue allí donde se encontró con André Thorward.

-¡Hey Ted! ¿ya te vas?- preguntó André

-Pues si, iré a Roswell, un trabajo confidencial- dijo discretamente Ted

-Ah, entiendo... ¿crees que volverás pronto?-

-Eso espero, tengo un compromiso con... ¡demonios!, olvidé que tengo que salir con Atusa, ¿Qué hago?- 

-Ella entenderá, Ted-

-Puede ser, pero deseo estar con ella... debo ir a decirle, bueno André espero que termines las clases bien, debo irme-

-Que te vaya bien amigo, y si me necesitas llámame-

Ted se despide de André y se retira hacia donde vive Atusa, al llegar tocó su puerta y ella lo atendió algo sorprendida.

-Ted, no esperaba verte tan pronto- dijo Atusa

-Lo siento Atusa, surgió algo, no podré salir contigo hoy- dijo Ted algo triste

-Pero... ¿estas bien?-

-Si, bien, verás debo ayudar al FBI con algo, le dije al agente que me viniera a buscar aquí para irnos a Roswell... es todo lo que te puedo decir-

-Lo lamento, Ted, bueno espero que te vaya...- decía Atusa cuando de pronto escucharon un disparo, rápidamente Ted abrió la puerta y vio a Claude algo mareado, de modo que perdió el equilibrio, cayendo hacia adelante y ensangrentado, por heridas de bala, entonces Ted lo tomo y trató de reanimarlo

-¡Maldición! le dispararon. Atusa, llama una ambulancia. Claude... Claude ¡háblame!- exclamaba Theodore

-Roswell... ve a Roswell... detén esto ahora que puedes...- decía Claude con las pocas fuerzas que le quedaban, hasta que perdió el conocimiento.

Mientras tanto, de nuevo en la universidad, André se quedó en la Biblioteca de la Universidad, se sentó a la mesa de lectura y empezó a anotar algunas cosas que deseaba investigar más adelante, sin embargo una sombra lo distrajo, esa sombra era de una persona que se acercaba a el: Ilka Senkovich, una mujer finlandesa de 1,76 metros, cabello castaño claro y de ojos celestes, además tenía 42 años,  la cual lo saludó.

-¿André?-

-Ilka, que sorpresa verte por aquí en Norteamérica- respondió André, dejando de escribir

-Siempre trabajando, sigues igual a como te recuerdo- comentó Ilka

-Pues si, de hecho tengo menos trabajo porque mi amigo salió sin mi, así que estoy libre- 

-Que bueno... justo por eso, quería pedirte un favor- 

-Soy todo oídos, Ilka-

-Verás... estoy trabajando en el museo de Louvre desde hace algún tiempo, y me pidieron llevar un ejemplar fotográfico de un hecho de amplio debate... ha reflotado últimamente el tema OVNI, y al curador del Museo le parece bien que se registre la razón de todo eso-

-¿Me estas pidiendo que encuentre el OVNI de Roswell?- respondió André con ironía

-Conociéndote no descansarías hasta encontrarlo...- 

-Ilka, se que no hemos hablado en bastante tiempo, pero... no creo que hayas venido solo para pedirme ese favor-

-Bueno a decir verdad... han pasado algunas cosas y... simplemente te necesito-

-Bueno... me convenciste Ilka, iremos a Roswell, espero que Ted nos sea de ayuda-

-¿Está allá? ¿pero cómo?-

-Larga historia-   


1947: investigando el caso RoswellDonde viven las historias. Descúbrelo ahora