Capitulo 10

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Por otro lado André e Ilka se dirigieron al laboratorio de Jutztafell. 

-No olía ese perfume desde hace años- dijo André

-¿En serio?, será que nunca volviste a Francia- respondió Ilka

-A Louvre específicamente- dijo André observando el suelo del camino

-¿Que hacemos si encontramos al científico ese en medio de alguna actividad... cruel, digamos- 

-Solo observaremos, pero si hallamos la figura debemos llevárnosla como sea- 

-¿por que, André?- 

-Porque esa será la prueba que nos llevará al asesino de Michaelson-

Razonaron los dos, hasta que llegaron a una fabrica de sopas abandonada, pero vieron que, al entrar por sus ventanas rotas, al fondo se encontraba un haz de luz, los dos caminaron hasta estar a un metro de distancia, André quiso avanzar, pero Ilka lo detuvo

-¿Que pasa?- preguntó André en voz baja

-Si el tipo esta ahí al fondo no debe estar solo-

-¿Por que supones eso?-

-Conozco a tipos como este... para poder hacer sus experimentos tienen un par de trampas antes de llegar a el... veamos cuales serán- dijo Ilka, para comprobar lo que decía, tomo un trozo de vidrio roto y lo lanzo contra la pared de la puerta que daba al subterráneo, cuando al escuchar eso el científico exclama 

-¡Quien anda ahí!- gritó Katz

-¡Venimos en son de paz!- exclamó André 

-¡Si es así ¿por que le hacen daño a mi propiedad?!- 

-Esta propiedad esta abandonada señor... será mejor que nos ayude- dijo Ilka, hubo un silencio hasta que el hombre salió, André quiso avanzar hacia a el pero Katz lo detuvo 

-Deténgase señor, si avanza se ensartará una bomba de gas en la cara- decía Katz, cuando encendió una linterna y mostró la trampa antes de entrar por la puerta, una cuerda que, al pisarla, se lanzaba una granada de gas de mano, Katz la desarma y se dirige a André e Ilka- Escuchen, casi siempre llegan aquí distintos hombres de mala vida, buscando quitarme el poco dinero que tengo... lucen muy elegantes para ser criminales-

-Me llamo André Thorward y ella es mi compañera Ilka Senkovich, vinimos buscando una pieza de yeso que estaba en el Museo del OVNI, y el ultimo rastro nos lleva aquí-

-¿Y para que... la necesitan?- 

-Acaban de asesinar al director del Museo... la pieza era muy importante para el...- 

-Tal vez pueda ayudarlos, ayer... vino un informático y me pidió prestada mi computadora-

-¿Que tiene de especial su computadora?-

-Me extraña que pregunte eso, joven, las instalaciones que tengo acá son muy apetecidas por muchos criminales... los aparatos que aquí tengo... no son comunes... pero ya saben demasiado...- 

-Escúcheme señor Jutztafell, no queremos entregarlo a la justicia... queremos ayudarlo a librarse de legalidades... el FBI lo está buscando- dijo André, con mucho dramatismo, con tal de convencer a Katz, el hombre se dio media vuelta y se dirigió a André e Ilka

-Síganme ...-

1947: investigando el caso RoswellDonde viven las historias. Descúbrelo ahora