Había quedado de verme con Yoongi a las 8:30 en su apartamento.
Y me quedé completamente dormida.
Muy bien, SooJan.
Estaba a unas 3 calles de su apartamento, tome mi celular como pude y le mande un mensaje:
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Al llegar a su edificio me dirigí directo a su apartamento, con una simple duda.
¿De qué quería hablar?
Con mis manos temblorosas toque el timbre y la puerta se abrió casi de inmediato. Un somnoliento Yoongi me recibió, tenia el cabello despeinado y llevaba puesto unos pantalones de algodón y una camiseta negra.
¿Qué acción buena hice en la vida para merecer esto?
—Buenos días—salude levantando mi mano.
—Pasa—Dijo haciéndose a un lado para que yo pudiese pasar.
Dejé mi bolso en el pequeño estante que reposaba en la entrada, me quite los zapatos y me adentré al área muy poco conocida—¿has desayunado?—preguntó dirigiéndose a la cocina.
—Uh, no—respondí, no me había dado tiempo.
—¿Quieres acompañarme?
—Claro— Caminé hacia la cocina para ayudar a colocar la comida sobre la mesada.
Todo se ve delicioso, hasta el chico parado ahí.
Soojan, por favor.
Empezamos a comer, no teníamos un tema de conversación y lo único que se escuchaba ers el ruido de los palillos chocar con el plato y eso me generaba un poco de incomodidad. Sabia perfectamente que Yoongi no era una persona muy habladora, de todas formas yo tampoco lo era.
Dios, deberíadeciralgo...
—Esto..
—Esto..—hablamos al mismo tiempo, causandonos un poco de gracia.
—Continua—Le dije.
—Tendrás un proyecto de invierno, ¿verdad? —preguntó, sorprendiéndome. Nadie sabía de los proyectos en estas fechas ya que, normalmente se realizaban como exámenes finales.
—Uh, si—respondí dejando de comer—Estoy un poco nerviosa, no estoy segura que tema utilizar y Jisung tampoco.
—Lo harás bien, Jan— subí mi mirada al escuchar mi nombre, Yoongi solo sonrió y posó una de sus manos sobre mi cabeza, acariciándola—Confío en ti, chica genio.
