Atracción Peligrosa (Yaoi/Gay)

Capítulo 35 ''Un final y un nuevo comienzo''

Hola, aquí les traigo el capítulo 35.

No hay mucho que decir. Tan sólo lean la nota final, por favor y gracias :)

Espero que os guste.

La foto es de Levi y Alistair dentro de unos años ^-^
Al parecer ahora el enano es otro ewe

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RICK

Íbamos caminando los dos rumbo a nuestra habitación hasta que nos encontramos justamente con Hayden.

Parecía que ese tipo se encontraba en todas partes. ¡Joder!

—¿Qué quieres Hayden? —le pregunté con cara de pocos amigos.

—¿Acaso dije algo?

Estaba agotando mi maldita paciencia.

—Rick —me nombró Alexis —. Déjalo. No tiene caso molestarse con él.

—¿Qué pasa Alexis? ¿Ahora estás de su lado o qué? —cuestionó incrédulo Hayden.

—No estoy del lado de nadie, Hayden. Yo soy el que he decidido estar a su lado. Nadie me ha obligado y, ahora, si es que nos permites, queremos ir a nuestra habitación a crear bebés—sonrió falso Alexis.

Alexis sacando su humor único hasta en las situaciones más serias.

Contuve una risa.

Al girar mi mirada a Hayden pude ver que estaba cabreadísimo.

—Es tu culpa Hayden. Sólo tuya —empecé —. Tuviste durante tanto tiempo a Alexis enamorado de ti y por culpa de tu cobardía por la cual te negaste a admitir que te gustaba, lo perdiste para siempre, y ya es demasiado tarde para arrepentirse —finalicé dejándolo sin saber que decir.

—Hayden, a pesar de que no pueda corresponderte de la forma que tu quieres, creo que deberías romper con Felicia. Ella no merece esto. Por último quiero decirte que para mí has sido y serás tanto como mi primer amor como mi mejor amigo. Y eso es algo que nunca olvidaré. Siempre que quieras volver a hablar conmigo como en los viejos tiempos, ya sabes dónde estoy —Fue lo último que le dijo Alexis con una débil sonrisa en los labios.

—Sí—asintió Hayden —. Lo siento y gracias… —le devolvió la sonrisa.

Los dos hicieron las paces y se despidieron en condiciones. Tras ello, retomamos nuestro camino hacia nuestra habitación. Esta vez sin interrupción alguna.

LEVIATHAN

Llegamos al despacho del director casi sin aliento y exhaustos de tanto correr. Uriel, quién nos había estado esperando todo este tiempo sentado en la silla su escritorio, no estaba haciendo nada en especial. Simplemente se dedicaba a observar fijamente el montón de hojas de su escritorio. Estaba tan concentrado en ello, que en ningún momento se percató de nuestra presencia.

—Uriel —lo llamé por su nombre —. ¿Uriel, me escuchas?

No hubo respuesta alguna.

¿Qué diablos le ocurría? Parecía como si estuviese metido en una especie de trance.

—Levi —me susurró Alistair —. Prueba a llamarle de esa forma… —sugirió.

¿De esa forma? Bueno… no perdía nada por intentarlo.

Me acerqué a él hasta detenerme en frente de él.

—Hermano… por favor, reacciona.

Cómo si Uriel hubiese estado hechizado, reaccionó al instante al escucharme decirle aquella palabra.