Capítulo 24 ''La verdad'' 1ª parte

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Uf, con este capítulo corto escrito en formato de diario, en perspectiva de Katherine (Katrina) os revelará casi todo el misterio de la novela, pero como es obvio, aún quedan otros, quedan más en la 2ª parte, y otros más en próximos capítulos.

Espero que con este capítulo , mayor parte de vuestras dudas hayan sido aclaradas ^^

PD: Prepararos para varios, varioos wtf's.

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Tragué saliva, y abrí el diario por la primera página, página que no tarde ni un segundo en comenzar a leer




12 de enero de 1988


Ya han pasado meses desde que mi madre me había internado en el internado St. Mary  tras la muerte de mi hermana gemela Katrina y el abandono de mi padre…

El internado era muy grande rodeado de un gran bosque y se encontraba a las afueras de la ciudad.

Nunca había visto al director en persona, solo a su esposa la cual se apellidaba Richardson que era la jefa de estudios.

No entendía por qué, eran muchas dudas las que tenía ¿Porqué mi madre me internó tan de repente en este lugar nada más cumplir los 15 años? ¿Por qué mi propia madre me llamaba por el nombre de Katrina, mi hermana ya fallecida? ¿Por qué era Katrina para todos? Mi documentación entera era de Katrina, ¿Porqué? Yo soy Katherine y sólo Katherine ¡Yo era Katherine Le Strange!

Este lugar es horrible, han pasado 2 semanas ya y no he conseguido hacer ningún amigo… pensé que por primera vez las cosas serían diferentes, que dejaría de ser una marginada social, ‘’la chica rara’’, pero era igual… fuese donde fuese y aquí era incluso peor.

Ni siquiera le caigo bien a mi compañera de habitación.

Echo de menos a Katrina y a mamá…

Quiero irme de aquí.


15 de enero de 1988

Odio este lugar, odio a mi madre, odio a todos…

¿Por qué tengo que estar en este lugar? ¿Con qué derecho me metió mi madre aquí? ¿Porqué tengo que tener que aguantar el acoso constante de todos mis compañeros de clase?

¿Porqué Mamá, ¿Porqué?

16 de enero de 1988

Hoy por primera vez desde que llegué aquí, alguien me había tratado bien…
Por primera vez alguien me había tendido la mano y ayudado… por primera vez los acosos habían cesado.

Aún lo recuerdo… estaba yo caminando por los pasillos cuando de repente unos chicos de mi clase me hicieron la zancandilla y él que lo presenció todo vino a salvarme, a ayudarme a levantarme e incluso a recoger mis libros que estaban esparcidos por todo el suelo.

Era un chico de grado superior que nunca había visto antes… ¿Cómo es que nunca había visto alguien tan hermoso antes? Llamaba demasiado la atención como para no darse cuenta…Es el chico más atractivo que había visto en toda mi vida y también el chico con una de las sonrisas y ojos del color de la rosa más gentiles que existen.

Esos ojos rojizos que hipnotizaban a cualquiera que los viera…

Gracias a él he empezado a creer que mi llegada aquí no ha sido tan mala como una vez pensé.

Me pregunto cómo se llamará mi salvador.

22 de enero de 1988

Ya habían pasado varios días desde que había conocido aquel chico y simplemente no podía sacármelo de la cabeza… y mucho menos ahora que me sabía su nombre.

También los acosos constantes que recibía finalmente habían acabado aunque seguí igual de sola, aunque ya me daba igual,  nada de eso me importaba ya, era feliz estando aquí sabiendo que él estaba en este lugar también.

Imágenes de sus ojos rojos y sonrisa invadían mi mente.

Hasta ahora aún podía sentir el contacto de su mano con la mía cuando me entregó mis libros, sus manos estaban cálidas mientras las mías estaban frías .

Pero debido a su amabilidad y atractivo, él era bastante popular entre chicas de muchos grados, eso hacía que se me subiera la sangre a la cabeza…

Me repugnaba el hecho de que esas chicas lo vieran de esas manera lujuriosa o que estuviesen enamoradas de él.

Lo odiaba, lo odiaba mucho y las odiaba a ellas.


1 de febrero de 1988

Hoy por fin después de tanto tiempo finalmente había logrado hablar con él al menos por una segunda vez.

Me había preguntado si estaba bien y si ya habían parado de acosarme.


Su sonrisa al responderle que sí, como siempre fue perfecta, cálida y gentil lo que logró que incluso me sonrojara.

Él fue quién había llegado a mí, el fue quién dio el primer paso… él fue quien quiso hablarme y no yo.
No estaba segura del todo, pero esto me lo había confirmado por completo…

Él me quería como yo a él, estaba segura de ello.

Me fascinó sobre todo cuando me llamó por mi nombre… Katrina.

Sí, es cierto, yo era Katrina, ¿no?


10 de febrero de 1988

Estaba segura de mis sentimientos… de los suyos… ¿Entonces por qué? ¿Por qué estaba con otra? ¿Cómo se había atrevido a hacerme eso a mí?

¿¡ TENÍA NOVIA?! ¿Quién era esa maldita?! ¿¡Porqué?! ¿¡No se supone que me quería a mí?!
¡¿No se supone que él era mío?! ¡Él es mío! ¡Es propiedad de Katrina Le Strange!

¿Si no me quería de vuelta porque actuaba así?

Esto no iba a quedarse así, no se volverían a burlar de mí nunca más.

Nunca perdonaré la traición de la persona quién más quise y en quién había confíado.

Lo haría mío de nuevo cueste lo que cueste, esta vez yo iba a dar el primer paso… Leviathan Blackwell sería mío lo juro.

13 de marzo de 1988

Tardé mucho en cumplir mi cometido pero lo había logrado, finalmente lo había logrado.

Había llegado a herir con gravedad a la mujer que me quitó a Leviathan… Anabelle Crawford.

La había apuñalado con una daga que había traído al internado el primer día, con la intención de herir a los posibles acosadores que pudiese llegar a tener, aunque nunca me atreví a usarla... hasta ahora.

Inmediatamente no mucho después me esposaron ambas manos para llevarme a un reformatorio de menores, también conocido como cárcel de menores, de las únicas cosas que se me permitieron llevar fue este diario.

Pero me daba igual ir a aquel lugar, era feliz, feliz como nunca sabiendo que esa perra no viviría mucho más tiempo.

Ya ni el rostro desesperado y en lágrimas de Leviathan me había surtido efecto, se lo tenían bien merecido.

16 enero de 1991

Era irónico que el mismo día que habían conocido a Leviathan era el mismo día en el que me había concedido mi libertad el centro de menores.

Esta vez sí que iba a cumplir mi promesa, la promesa de deshacerme de Anabelle y hacer a Leviathan mío.

Aunque me costase la vida.


Páginas sin fecha (año 1991-****)

Esa misma noche me dirigí a donde iban a estar la parejita feliz, era fin de semana por lo que estarían fuera.

El lugar exacto donde estaban fue difícil de averiguar pero lo conseguí, llamando al internado y consiguiendo la información que requería.

Con extremo sigilo, aprovechando que era una calle desierta y que era de noche ,me acerqué a ellos dos y les tapé la boca con cloroformo, haciendo que se desmayaran.

Con esfuerzo les arrastré a una casa abandonada que quedaba cerca de un barrio de mala muerte, la casa era incluso aún más oscura y solitaria, y una vez que dejé ambos en el suelo esperé a que se despertaran.

No, no iba a asesinar a Anabelle mientras estuviese dormida… eso sería muy aburrido, me daría placer la cara de Leviathan al borde de la desesperación mientras asesinaba a su tan querida Anabelle delante de sus ojos sin que pudiese hacer nada.


No tardaron mucho en despertar y cuando lo hicieron los dos se empezaron mover bruscamente, dándose cuenta que tenían las manos atadas y la boca vendada, cuando me vieron, al instante  los dos abrieron los ojos sorprendidos y Leviathan tenía una mezcla de estar furioso también…en ese momento, me puse detrás de Anabelle, quién lloraba y temblaba del miedo y sin más preliminares la apuñalé por detrás con un cuchillo afilado y de larga extensión repetidas veces mientras a la vez reía histéricamente por los gritos que lanzaba al principio y el rostro de Leviathan pálido, asustado y lleno de lágrimas.

Ni siquiera recuerdo cuántas veces lo hice, de lo tanto que lo había hecho…cuando me aburrí simplemente dejé caer su cuerpo sin vida en el frío suelo de madera.

Luego me acercé a Leviathan, mi salvador, mi primer amor, mi presa y mi todo….

Me situé delante de él y comencé a reír levemente a sus distintas expresiones, furia, miedo, confusión… él sabía que estaba a punto de hacer, los dos lo sabíamos.

Bajé su cremallera y luego bajé sus pantalones, cuando lo desnudé del todo, me posicioné encima de él.

Finalmente, finalmente lo estábamos haciendo, estábamos haciendo el amor

Él debería estar feliz, porque sé que lo quería…entonces ¿porqué no paraba de llorar?

Le susurré al oído deberías estar feliz y que me dijera que me quiere cada día y que me necesita, eso hizo que de alguna forma dejara de llorar aunque también hizo que se quedara sin expresión alguna, como vacío, sus ojos reflejaban nada, sus ojos no transmitían nada en absoluto, la llama en sus ojos se había apagado por completo.

Entrelacé nuestras manos y le volví a susurrar.

‘’Por fin eres mío… finalmente nos convertimos en uno’’

Cuando terminé de hacer el amor con él, me levanté y me vestí pero no me dio ni siquiera tiempo a darle un último beso, Leviathan me había apartado brusca y violentamente con un puñetazo y sus ojos una vez gentiles y rojos como una rosa se volvieron rojos, rojos como la sangre y el fuego, llenos de furia y sin compasión alguna.

Y sobretodo transmitían rechazo.

Aunque no sentí dolor…ni físico ni moral, de alguna forma yo también me sentía vacía, vacía como una muñeca, me sentía feliz pero eso era todo.

Poco después la policía vino a detenerme esta vez llevándome a una cárcel , una cárcel de la que probablemente nunca en mi vida saldría, pero eso estaba bien, todo estaba bien, había conseguido hacer mío a Leviathan y eso es lo que quería, lo único que necesitaba en mi vida.

O eso pensé…

Un tiempo más tarde vino un hombre a visitarme a la cárcel, un detective de nombre Paul, Paul Meyer que estaba dispuesto a sacarme de allí de lo enamorado que estaba conmigo… Por alguna extraña razón me conocía aunque yo a él no… Iba a sacarme de allí… a mí y a mi hijo de 8 meses, Leviathan Le Strange, hijo no deseado de Leviathan Blackwell.

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Como podéis ver, se muestra con el tiempo como poco a poco se va notando como Katherine desarrolla su locura, todo por culpa de un amor que se vuelve en una obsesión.

Y años después ya Katherine se vuelve loca completamente, a un punto en el que ya empieza a hablar consigo misma, se pone violenta, etc... y pierde su conciencia completamente, tanto que ya ni puede escribir en su diario.





Atracción Peligrosa (Yaoi/Gay)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora