Aura es una niña que sufre ansiedad y depresión. Cuenta con el apoyo de su madre, Alex, y de pocas personas más, pero según ella, las justas y necesarias.
Hasta que un día, divagando por TikTok, encuentra un video que le cambiaria toda la vida.
- Oye suéltame ya que tengo ansiedad social.- no lo dijo a malas, se que no lo hizo, solo que hay demasiada confianza.
- Zorra.- le conteste.
Pasamos toda la mañana dando vueltas por Barcelona, haciéndonos fotos, yendo a tiendas, ver, reír, disfrutar, vivir.
- Oye son las dos, comemos?- no tenia mucha hambre, pero antes Diana había comentado que quería ir al Burger y había uno justa al final de la calle.
- ¡Si, por dios!- ella si tenia hambre.
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Diana es una persona que habla mucho, yo hablo demasiado, pero ella me supera. Llevaba mínimo 2horas hablando y yo solo contestaba, pero no me molestaba.
- Oye ya te has cansado de mi?- me dijo Diana, lo mas gracioso es que lo decía en serio, ya que yo al estar escuchando no estaba hablando. Solo me reí mucho y le dije que no.
Nos pasamos la tarde dando vueltas sin rumbo, simplemente charlando y dándonos cuenta de que éramos tan diferentes y tan complementarias.
Entre una cosa y otra se quedo a mi casa a dormir, su fue el domingo por la tarde.
La noche del sábado la pasamos haciendo karaoke, riendo, tocando la guitarra, viendo películas, comiendo mucho, cantando muchas canciones de one direction, bailado, haciendo TikToks...
El domingo por la mañana nos levantamos a las 9, desayunamos y nos fuimos a dar una vuelta por mi pueblo.
- Te dije que te aburrirías, no hay nada interesante aquí Diana.
- Bueno, no esta mal.
Después de un rato mas dando vueltas volvimos a mi casa a comer pollo alas. Cuando acabamos nos fuimos a mi habitación a tumbarnos en la cama a hacer el vago, hasta, que sin darme cuenta, me dormí.
Cuando me levante Diana estaba mirando el móvil y mi madre en la puerta del cuarto.
- Aura, Diana, ya son las 17, iros preparando.- nos íbamos a la estación de trenes a y media.
- ¿Aura esta dormida?- le pregunto mi madre a Diana.
- Si- me miro- bueno, ya no.
- Vaya anfitriona eres Aura hija.
Ya eran las 18, ya se tenia que ir, el viaje hacia allí fue callado, no quería que se fuera, la iba a echar de menos, pese a que no se lo dijera.
Finalmente llego el momento que ninguna quería, despedirnos, pero teníamos muy claro que no era un adiós, si no un hasta la próxima.
