CAP.8- Sobrevivir para algún día vivir

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Pasaron las semanas y volví a comentarle el tema a mi madre, pero esta vez solo para conocer a Diana.

Le costo varios días decidirse pero finalmente dijo que si, corriendo la llame.

- Diana tía adivina que

- Yo que se tía-se rio.- Que pasa?

- Mi madre me deja quedar contigo, a ti que tal va el tema.- nada mas contárselo se puso a gritar como una loca y me dijo que en unos días me lo confirmaría.

Pasaron los días y mi psicóloga cada día estaba mas orgullosa de mi progreso. Decía que era alucinante lo que podía hacer alguien a través de una pantalla, y que hablaría con mi madre para comentarle que había toma una gran decisión hacia conocer a Diana y que le apoyaba.

Diana me llamo, me dijo que si, que le dejaban. El sábado que viene, el 20 de marzo, íbamos vernos por primera vez en Barcelona.

Aunque nunca se lo dije contaba lo días que faltaban para verla y se lo conté a todo el mundo como una niña pequeña le cuenta a sus amigos que se va a Disney Land.

Llego el día de verla, habíamos quedado a las 10:40 en la estación de Sants, Barcelona. Pero entre tantos nervios, me levante a las 8:11 de la mañana.

- Buenos días mama- dije con voz de dormida dirigiéndome al baño.

- Que haces despierta tan temprano Aura?

- No puedo seguir durmiendo, estoy muy nerviosa.

-Oh juventud y sus locuras, vente a desayunar conmigo y tus abuelos anda.

- Me visto y voy, ves tirando si quieres.


Echaba mucho de menos a mis abuelos, la enfermedad que sufre mi abuelo fue la causa que hizo que me hundiera.

Era 13 de octubre del 2019, estábamos todos comiendo en casa de mi abuela, ya que era sábado, y era costumbre. Siempre me acordare las palabras de mi abuela saliendo de su boca "Chicos, vuestro abuelo tiene cáncer". 

En ese momento sentí que el mundo caía sobre mi hombros esperando a aplastarme cuando menos lo esperara. Me acuerdo que mi vida en aquel entonces era ir al inti, ir a mis extraescolares y pasarme todas las tarde es muchísimos hospitales esperando a los resultados de pruebas. Finalmente detectaron que tenia el cáncer en la sangre, es decir, que era para siempre.

Lo pase muy mal en esa época, mi única preocupación era que mi abuelo estuviera bien, asique mi rutina seguía siendo todas las tardes ir al hospital y ver a mi abuelo siendo consumido por la quimio, poco a poco todo era mas oscuro.

Deje de preocuparme por la notas y mi comportamiento. Los profesores no tardaron en ponerme una etiqueta, que dos años después, aun no me han quitado.

Empecé a tener muchos ataques de ansiedad, y entre en depresión, o eso creo, ya que nunca tuve el valor de pedir ayuda en casa y nunca fui a un psicólogo, salí de allí como pude. Deje de ser la niña que era antes, ya no sonreía, nada me hacia ilusión, solo lloraba, deje de saber querer, solo discutía con mi madre... Pensé en suicidarme bastantes veces, y una vez estuve a punto de hacerlo, pero pensé en mi hermana pequeña, y deje caer al suelo el cuchillo que tenia en el pecho. A día de hoy, esto no lo sabe nadie mas que yo misma, y nunca se lo voy a contar a nadie. Hubo un momento que pensé en irme, lejos, que nadie supiera de mi, ni quien soy ni nada, pero mis abuelos me necesitaban mas que nunca, y ahí estaba para ellos. Nunca me fui.

Han pasado dos años de esto, mi abuelo esta genial, decidimos dejar de darle la quimio y todo fue a mejor. Comencé ir al psicólogo, la relación con mi madre mejoro, conocí a gente nueva, hice un grupo de amigos... Todo iba a mejor, pero nunca he podido ser la niña que era antes.


El desayuno con mis abuelos me animo mucho, les quiero como a mi vida.

Mi madre acerco en coche a la estación. Me despedí de mis abuelos y me hicieron prometerles que en esa semana volvería.

Llegue al sitio y llego ella. Por fin.

Encontrar a alguien para encontrarte a ti mismo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora