Evil Of Glory 1: Mitad Dragón© (Editando)

"La Mística Espada De Los Veritas"

CAP. VII

 Los siguientes cinco días no fueron fáciles de soportar, el frío empeoró. Llovía muy fuerte sobre trozos de leña seca, tumbados por la fuerte ventisca. El suelo eran pedazos de rocas caídas de las montañas. Miradas penetrantes y perdidas, llenas de odio y amor juntos. 

El viento desapareció. Las tinieblas se habían esparcido por todo el Eranoot,a solo dos días del solsticio de invierno. Sin parar,seguían fortaleciéndose.

Hasta cuando la tarde apareció,y con su deleznable alumbramiento,trajo consigo al hermano de Verdandi, Dan. Ella corrió hacia él cuando lo vio,lo abrazó muy fuerte,tuvo que sostenerlo,porque caía; se manchó el vestido con su dolor,pidió ayuda,entonces Darlion y Leshy pronto salieron de la casa y fueron a socorrerle.Lo llevaron a un aposento,sacaron varias flechas de su cuerpo,lavaron sus heridas y las vendaron.

Entre las cosas que traía en su zurrón,estaba un antiguo mapa de Eohwynn,y unos cuantos pergaminos sellados; Leshy los examinó con Darlion,sentados en el pequeño y retorcido recibidor.

 —Sellos antiguos de los elfos del este,son pergaminos del destino.

—No es de nuestra incumbencia abrir estas cosas —dijo Darlion, cabizbajo.

—Bien dicho. Ni siquiera tenemos la sabiduría suficiente para hacerlo. Por el momento, solo el mapa nos servirá. Los días que han estado conmigo han sido insuficientes. El poder que hay en ustedes,nunca creí que existiera; sin embargo,se necesita de mas magia que la mía y un poco mas de tiempo.Todo se resuelve con una simple llave,la llave del destino,la que abre todas las puertas de Eranóot, incluso estos pergaminos.

—El poco tiempo que queda, no lo perderé buscando una estúpida llave.

—La llave maestra —explicó Leshy—, está en el interior de unos de ustedes.

—¿Qué sucede? —interrumpió Verdandi, al salir de la habitación en la que se encontraba su hermano.

—El tiempo se nos termina —advirtió Leshy—. Recuerden,que los caminos cerrados son solo caminos; el tiempo los hunde y la gente los olvida.Siempre existe otra forma de llegar.

—Ya deberían estar en camino —interrumpió Mary—. Los niños de los humanos otra vez desaparecen. Un ejército de Ordos también los ha invadido. El mundo es un caos, tienen que marcharse antes de que las cosas empeoren.

—¿Pudiste encontrar a Grahandell, el sabio?

—No pude. Pero hable con Jarun, él me dijo que quizás esté en el desierto.

—Pero mi hermano aun no se recupera.

—Yo estaré pendiente de su cuidado, ustedes ya pueden irse —replicó Mary—. Deben hacerlo ahora.

Sus miradas exasperadas asintieron y sin dudar,se marcharon.Siguieron las indicaciones del mapa,que no eran muy sencillas. El viento soplaba fuerte,el frío era de muerte,las hojas de los árboles eran como nubes de cristal que le gritaban al cielo gris un espacio más.

Fue largo el camino,y arduo el andar. No hubo mucho de que hablar. En silencio caminaron toda la tarde,hasta que la noche se hizo visible. Cantaban los grillos y los búhos;las estrellas de las alturas resonaban,y se escuchaba el grito de la corriente cuajada de un río.

Decidieron parar la caminata hasta el día siguiente,ya estaba muy oscuro para continuar. Con prisa sacaron una tienda para pasar la noche, sin esperar más de aquel día,se fueron a dormir.

En la madrugada,Verdandi espantó su sueño al más temible laberinto sin salida. Se levantó a beber agua de su cantimplora,pero esta estaba seca,como un desierto.