Hubo un silencio tenso en el que Xenofilus Lovegood se acomodaba la túnica y se sacaba el hollín.
- Señor Lovegood - saludó Jen al ver que su hermano no lo hacía - Que gusto verlo - dijo con una sonrisa.
- Jóvenes Potter, que bueno estar aquí, ya quiero ver a mi Lunita - admitió.
- No se preocupe señor, la llamaremos - dijo Harry con una sonrisa mecánica - Kreacher - el elfo apareció - lleva este baúl a la habitación del ala norte en la planta baja por favor, y llama a Luna, queremos que venga - el elfo asintió - gracias Kreacher - desapareció, pasaron un par de minutos hasta que la puerta del salón de la chimenea se abrió dejando ver a una rubia de ojos azules con aire soñador, que al ver a su padre corrió a abrazarlo - Luna, ¿Te importaría tú darle el recorrido a tu padre? ya sabes donde está su recámara - la rubia asintió con una dulce sonrisa - gracias, vamos Jen.
Los hermanos Potter fueron directamente a la cocina y se sirvieron un poco de jugo de calabaza, ese día estaba resultando algo extraño, pero sin duda bueno. Pasó otra media hora en la que todos los habitantes permanentes de la casa se reunieron a tomar el té en la cocina hasta que volvió a sonar la estruendosa alarma de que alguien había llegado, esta vez solamente Harry se levantó, podía ver que su hermana estaba cansada, las últimas noches no había dormido muy bien.
El azabache se encaminó al salón de la chimenea y abrió la puerta, donde encontró a Percy Weasley con los utensilios de limpieza de túnicas en mano tratando de sacar el hollín.
- Hola Percy - saludó el ojiverde sobresaltando un poco al pelirrojo.
- Ah, buenas tardes Harry - respondió estrechándole la mano ceremoniosamente.
- Te ayudaré con el equipaje.
- Gracias.
- Kreacher - el elfo apareció otra vez en la sala - ¿podrías llevar el baúl al cuarto de la tercera planta ala norte por favor? gracias Kreacher - con el ya conocido "¡plop!" el elfo desapareció - te llevaré a tu habitación, Percy, luego quizás, quieras ir a la sala de hombres, donde hay juegos de ajedrez o a la biblioteca, puedes pedirle a Dobby que te lleve.
- Claro, gracias Harry - respondió el pelirrojo mientras salían de la habitación y Harry le guiaba por el lugar, al llegar a la habitación y abrir la puerta, Percy pudo ver a sus dos hermanos mayores y a su hermano menor hablando, ocupando tres de cuatro camas - Hola - dijo tímidamente, sus hermanos lo saludaron con una cálida sonrisa y lo invitaron a unirse a la conversación, pero él prefirió cerrar las cortinas de su cama y leer un libro ahí encerrado.
Cuando llegó la noche y Dobby fue a buscar a todos para la comida los siete residentes ya estaban sentados en sus respectivos asientos. La cena pasó entre risas, anécdotas y momentos incómodos, luego, las chicas llevaron a la señora Weasley y a la señora Malfoy a su sala especial, donde se divirtieron, lo mismo hicieron los chicos hasta altas horas de la noche, cuando todos fueron a dormir.
Mientras tanto, en la mansión Cullen...
- No lo entiendo - repetía Edward por milésima vez - juro que no lo entiendo.
- ¿Qué es lo que no entiendes? - le preguntó Jasper, ya harto de la situación.
- Algo no me cuadra, ¿recuerdan a esos chicos nuevos? - todos asintieron - el Lunes íbamos a seguirlos ¿Verdad? - volvieron a asentir - pero entonces nos llegó un mensaje urgente de Carlisle y no los seguimos, cuando llegamos a casa Carlisle estaba bien, de hecho, estaba en su oficina, revisando unos papeles - ellos asintieron de nuevo - le pregunté para qué nos llamó y me dijo que no lo hizo, le dije que nos había mandado un mensaje, pero revisé el celular y no estaba el mensaje, juro que no lo entiendo - ahora todos estaban también confundidos como él.
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Expecto Patronum: Espero un protector.
FanfictionLa guerra deja heridas, que poco a poco, con mucha dificultad se convierten en cicatrices. Harry y Jennifer Potter no están seguros de poder sanar quedándose en Londres, así que deciden irse por un año a Estados Unidos, a su retiro pronto se les uni...