Capítulo Uno | Malas impresiones.

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Kei quería hacerse creer que extrañaría mucho vivir en Busan, pero la verdad es que no sentía mucho apego a la ciudad aparte de la vista que tenía del mar. Exceptuando eso, Seúl era bastante similar; mucho tráfico, grandes edificios y comercio en cada esquina. La única y no tan pequeña diferencia para ella, era el hecho de que viviría con gente que no conocía y claro, entraría a la Universidad.

Era natural sentir nervios, pero trataba de mantener su fachada de tranquilidad para no sugestionar a su hermano, quien venía de copiloto al lado de su tío. Había sido un camino de cinco horas, y si bien los apreciaba mucho, sentía que iba a explotar si cantaban otra balada antigua.

Cuando entraron a las que serían sus nuevas calles recurrentes, Kei notó que era un barrio más residencial que universitario, por lo que asumió que las propiedades debían de ser grandes. Bajó la ventana para respirar el prematuro aire otoñal que le vino bastante bien por el agotamiento, para minutos después arribar a los estacionamientos del que sería su nuevo hogar.

—Insisto, debimos vivir juntos y ya —le susurró Taehyung, mientras su tío se encargaba de bajar el bolso.

—Probablemente, pero ya es tarde —respondió, más para sí misma.

Eran seis edificios situados frente a frente, de los cuales agradecía que fuesen de diez pisos y no treinta como imaginó. En medio de estos existía un amplio espacio dedicado al parque con áreas verdes y juegos infantiles, con caminos y entradas a los edificios. Pero lo que hacía distinto este lugar de los otros, es que dejaría de vivir con su mellizo por primera vez en 19 años. Él había encontrado otro compañero de piso no muy lejos de aquí y debían ir a dejarlo, así que no se demoraron en dejarla.

—Sé que estarás bien —dijo su tío, a modo de despedida. —Ya sabes, si Jimin hace algo que no debería, me avisas —ella sólo asintió y vio el auto partir antes de seguir el camino a la torre.

No tuvo problemas en llegar al piso, ni mucho menos al apartamento. Las complicaciones comenzaron cuando nadie atendía el timbre, de hecho, nadie lo hizo durante los siguientes quince minutos. Le mandó un mensaje a Jimin, el responsable de que ella estuviese aquí, y este sólo le dio el número de la clave de entrada, ya que aparentemente no usaban llaves.

Se imaginó que el lugar sería grande, pero nunca tanto. Una familia de cinco personas podría vivir allí cómodamente, y eso que Kei sólo vio un poco desde la entrada. Siguió por el pequeño pasillo hasta llegar a la sala situada en el lado izquierdo, un gran sofá negro, mesita de centro y una TV casi tan grande como la pared.

A la derecha notó la cocina, ya que el apartamento es de concepto abierto. Ni siquiera tuvo que entrar para notar que era igual de grande que la sala de estar, con electrodomésticos y muebles de avanzada tecnología, e incluso una mesa de mármol en medio con flores bastante elegantes.

Miró en dirección al pasillo con las tres puertas, preguntándose cuál sería su cuarto, o más bien el baño. Decidió entrar a la primera que vio y definitivamente no era un baño, pero le llamó la atención verla llena de posters y figuras coleccionables de distintas películas, series e incluso videojuegos. La atrajo un mueble en específico, situado en una esquina frente de la cama y dedicado a Harry Potter. Estaba a segundos de tomar una figura de un gemelo Weasley, cuando escuchó un carraspeo desde la puerta.

—¿Te interrumpo?, ¿O estás muy ocupada invadiendo mi privacidad? —giró para ver a quien asumió era Sua; una chica idéntica a Seola, sólo que sin tacones y con una gran sudadera, y por supuesto, con cara de querer asesinarla tal como Voldemort a Harry.

—Lo siento, ya salgo —se excusó, volviendo hacia la sala de estar con su bolso en la mano.

Pudo haber sido más amable, pensó, pero en su lugar probablemente habría reaccionado peor. ¿Qué tanta mala suerte tenía como para que aparecieran cuando tomó el valor de entrar? Mientras maldecía a Jimin mentalmente, escuchó a alguien en la cocina y dio frente a quien ya había visto antes, pero claramente la observaba como una desconocida.

Enredo doble | Jeon Jungkook.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora