La semana siguiente pasó sin muchas novedades en la vida de Kei y así lo prefería, porque aun yendo a clases tuvo tiempo de organizar su habitación, ordenar y repasar sus apuntes, lavar ropa e ir al supermercado entre cosas aburridas de gente adulta. Ella estaba más que acostumbrada a este tipo de labores, totalmente opuesto a su nuevo amigo Yeonjun, que no tenía ni la más mínima idea de cómo lavar sus prendas.
—Debería cobrarte por esto —le advirtió, mientras vertía detergente en el compartimiento y juzgaba al chico con la mirada. —Espero que al menos sepas cómo funciona la secadora.
—Pff, ¿Quién dijo que no te pagaría? Te compraré comida —respondió, omitiendo el último comentario. Era un hecho que el entrar en una Universidad catalogada como "cara y exclusiva" la llevaría a conocer personas privilegiadas monetariamente, pero no pudo evitar sorprenderse cuando Yeonjun apenas distinguía cuál era la lavadora.
El azulado la invitó a su casa para terminar un trabajo, pero Gahyeon y Siyeon se unieron transformando la junta de tareas en una tarde de películas, hasta que claro, el chico le pidió ayuda para terminar la única labor que le dejaron sus padres. Su casa no era exageradamente grande, pero sí tenía varios lujos tecnológicos que una persona promedio no podría costear.
—Diría que Yeonjun no la usa porque es rico y mimado, pero pensé y llegué a la conclusión de que no sabe nada más porque es hombre —comentó la rubia, quien estaba sentada en la secadora.
—Por primera vez le doy la razón a Siyeon, y no por denigrarte, sino porque en algún momento vivirás sólo y ni tu familia ni Kei estarán aquí para hacer de sirviente —Gahyeon tenía una mágica forma de suavizar las opiniones de los demás, aunque fueran un poco hirientes.
—Tienen razón, pero seamos positivos y esperemos que sea lo suficientemente millonario como para contratar a alguien —sonrió, sin tomárselo a pecho.
—Ya —suspiró Kei. —La lavadora está andando, ¿Podemos seguir viendo la película antes que el psicótico asesine a esas pobres chicas?
Si bien se habían tomado la libertad de hacer una pequeña junta, más tarde comenzaría una tormenta, y tal era el pronóstico que el campus había cancelado las clases del viernes por precaución. Por ello las chicas acordaron irse en cuanto terminara la película, para llegar a tiempo a sus casas antes que comenzara a llover.
—Deberíamos hacer algo mañana, si es que para la lluvia —sugirió el chico, mientras los créditos se mostraban en el televisor.
—¿Algo como qué? Yo pensaba en ir a un bar o disco, pero la simple idea de encontrarme con gente de esas fraternidades y hermandades me hace querer vomitar —Siyeon hizo un gesto de asco que hizo a sus amigas reír.
—Mi hermano me habló de un bar LGBT+ —habló Kei. —Lo vio de camino en el bus y se veía interesante.
—¡Oh! ¿Tendrán espectáculo de Drags? Siempre quise ver uno —expresó el azulado, sin ocultar su emoción.
—¿No que para ir a lugares así debes ser parte de la comunidad? —preguntó Gahyeon, un poco dudosa e ignorante al respecto.
—Lo genial de ir a un bar gay, querida amiga, es que cada uno es libre de ser quien es sin ser juzgado, así que no te avergüences de ser heterosexual —el chico le palmeó el hombro, haciendo que todos rieran.
Tras ponerse de acuerdo, las chicas pidieron un taxi compartido hasta el apartamento de la rosada, ya que Siyeon se quedaría con ella y de paso Kei podía caminar hacia el suyo desde allí. Por suerte estaba bien abrigada y traía paraguas, ya que había comenzado el leve goteo de agua que mientras caminaba se convertía en lluvia. Intentó ir lo más rápido que pudo para salvarse de quedar empapada, pero se detuvo al pasar al lado de su nuevo local favorito.
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Enredo doble | Jeon Jungkook.
FanficLos gemelos Keira y Taehyung deben mudarse a Seúl para iniciar una nueva vida universitaria, lo cual significa vivir separados, conocer gente nueva, y aprender a sobrevivir sin contar con la ayuda del otro. Al crear sus propios caminos, se encontrar...