Capítulo 5.

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Capítulo 5.

 
Soobin había estado retrasando al máximo su encuentro con el peliazul, incluso había convencido a Hueningkai para que recogiera sus cosas del casillero, pero después de una semana el castaño le había dicho que le diera una explicación o dejaría de hacerlo y el más alto no podía decirle.

Un suspiro de alivio salió de los labios del azabache cuando vio todo despejado, se apresuró a sacar las cosas que necesitaba y dejar algunas otras.

Nunca había hecho eso tan rápido, dos minutos después ya se encontraba caminando de regreso a la salida, cuando fue jalado y encerrado en un cuarto.

- ¿Por qué putas me has estado evitando? – Dijo el peliazul encendiendo la luz del cuarto de limpieza con una cara furia excitante.

- No lo he hecho. – Respondió el más alto y puso su mano en el picaporte.

El peliazul bloqueo la entrada con su cuerpo evitando que el menor saliera.

– Claro que lo has hecho y no lo puedes negar. – El peliazul lo miraba con intensidad haciendo que el cuerpo de Soobin se sintiera arder.

- ¿Acaso no te gusto aquel beso? ¿No te movió algo ese acto? Por qué a mí me pareció que te encanto y tienes ganas de más.

El peliazul tomo al más alto por la camisa y unió sus labios en un beso tan intenso como el primero, pero esta vez era él quien llevaba el ritmo o eso creía hasta que él pelinegro comenzó a arrinconarlo contra la pared, alejándolo de la puerta. El más alto adentro su lengua a la boca del contrario comenzando una encarnizada pelea llena de lujuria y desenfreno.

Yeonjun se sentía desfallecer por las nuevas sensaciones que le provocaba el hermanastro de su mejor amigo, sintió como el pelinegro deslizaba su mano por debajo de su camisa acariciando suavemente el contorno de su pantalón deslizando su dedo hacia dentro, mordió el labio del contrario y se alejó por un momento.

- Soo. – Dijo en un suspiro cuando sintió la mano del menor desabrochar sus pantalones para liberar su ya creciente erección.

- Cierra los ojos. – Susurró el más alto en su oído y el peliazul no dudo en hacerle caso, era como una locura saber lo que estaba sucediendo... o eso fue hasta que escucho la puerta abrirse y cerrarse de un portazo, él pelinegro lo había dejado en el cuarto de limpieza con el pantalón desabrochado la respiración agitada y 19 cm apuntando al cielo.

- Pagarás por esto Soobinie hijo de perra. – Susurró el peliazul acomodando su ropa.


 
A Hueningkai nunca le había gustado meterse en los asuntos de los demás, y no porque fuera una buena persona, sino porque los demás nunca tenían algo que realmente le interesara o eso creyó hasta ver a su mejor amigo salir del cuarto de limpieza con la ropa desarreglada, la respiración acelerada, el cabello desordenado, los labios hinchados y un visible bult... sonrojo en sus mejillas, eso hacía que Hueningkai quisiera saber todo lo que pasaba con el pelinegro que corría a los baños más cercanos.

El castaño siguió a su amigo que se encerró en una de las cabinas, decidió que lo mejor era esperarlo y se recargo en el lavabo. No podía creer que la fachada de su mejor amigo de niño bueno solo había durado una semana. ¿quién fue el culpable de seducir a su Soobinie?

El pelinegro salió de la cabina y se acercó a lavarse las manos ignorando la presencia de su mejor amigo, el castaño casi podría escuchar como el cerebro de Soobin trabajaba tratando de crear la excusa perfecta.

- Estoy muy intrigado Soobinie. – Comenzó a hablar el castaño con una sonrisa.

- ¿Por qué? – Preguntó el más alto tratando de no levantar sospechas.

SECRET (BeomTae / TaeGyu)Where stories live. Discover now