©ERICK LARDÉ, AVENTURA EN EL VALLE DE LOS INCAS

EL INFORMANTE

—Agente K ¿me copias?

—Déjate de idioteces, Zabaleta. Dame el informe que te pedí.

—Bajamos del tren.

— Where are you going?

—No me hables en inglés.

—¿Hacia dónde se dirigen? ¿Qué pasó con Erick y Nidia? Te dije que no los perdieras de vista

—Por decisión unánime nos dirigimos a un lugar para comer. No he perdido de visa a ese par de tórtolos. Te envié fotos durante todo el trayecto.

—No es suficiente. Quiero saber qué hicieron.

—No creo que quieras saberlo, inglesita.

—¿A qué te refieres con eso?

—Tu francés y Nidia se besaron en el tren.

—WHAT?!

—¡JA! Caíste. Sólo charlaron, pero se miraban como si quisieran besarse.

Kristel se quedó muda por unos segundos en la línea. Tenía un nudo tan grande en la garganta que se le dificultaba hablar. Cuando finalmente recuperó el aliento dijo:

—Escúchame bien, español. Quiero que los sigas muy de cerca, que escuches sus conversaciones y...

—¡Ostia, tía! Eso es invasión a la privacidad. Cómo me pides que...

—Si no vas a colaborar no vuelvas a llamarme nunca más.

—¿Eso es un chantaje?

—Llámalo como quieras.

—Creo que tu obsesión por el francés es insana, enfermiza.

—No estoy obsesionada con Erick Lardé, estoy muy enamorada de él, es distinto.

—Hasta un ciego puede ver que ese tío está muy enamorado de Nidia Rodríguez.

—Erick es mío, yo lo vi primero. No permitiré que esa peruana se quede con él.

—¿Por qué te vas por el camino largo? En lugar de esconderte deberías seguir viajando conmigo y el resto del grupo. Todo sería más fácil.

—¿Olvidaste lo que hablamos en Aguscalientes, Zabaleta? El plan es hacer creer a Erick que regresé a Inglaterra. Cuando menos lo espere caeré como paracaidista.

—Y ¿Se puede saber cuándo y dónde caerás?

— It's a surprise.

—Se me agota la batería. Cambio y fuera.