©ERICK LARDÉ, AVENTURA EN EL VALLE DE LOS INCAS

FANY LOGRA SU OBJETIVO

Stefany o Fany como cariñosamente la llamaban sus familiares y amigos, estaba dispuesta a todo con tener entre sus piernas a  Erick Lardé.

Ya había esperado bastante a que se fueran los invitados, y que su tío Túpac y su tía Carmen se quedaran profundamente dormidos para poder llevar a cabo su  lascivo plan. Subió lenta y sigilosamente cada escalón hasta llegar al dormitorio de huéspedes.

Erick sintió la presencia de alguien dentro de la habitación.  Abrió los ojos, pero en la semipenumbra no pudo distinguir la silueta frente a su cama.

—Erick, soy yo: Fany.

—¿Qué haces aquí? Si tu tío te descubre estarás en problemas ¡y yo también!

—Sólo vine a hacerte una pregunta.

—Dime de qué se trata.

— ¿Quién crees que ganará el mundial de fútbol, Francia o Perú?

—¿Me despertaste sólo para preguntar por eso, Fany? ¿no pudiste esperar hasta mañ...

—¡Shhh! Baja la voz.

—Fany, no es correcto que estés aquí a éstas horas, vuelve a tu cuarto.

—¿De verdad quieres que me vaya? — preguntó encendiendo la lámpara sobre el buró.

—¿Por qué enciendes la luz?

—Me inscribí en un concurso de belleza. Muy pronto seré Miss Perú y tú serás el primero en verme desnuda.

—No creo ser el primero en verte sin ropa, Fany.

—¿Qué quisiste decir con eso?

—Modelas ropa íntima para revistas, ¿no?

—Traigo puesto algo muy pequeño y provocador ¿quieres verlo?

Erick estaba acorralado. Se moría de ganas por ver que Fany se sacara el vestido, pero no quería defraudar la confianza que Túpac había depositado sobre él ¿qué pasaría si despertaba y lo encontraba con su sobrina de diecisiete años en la cama?

Cuando el vestido cayó al suelo Erick se puso muy nervioso.

—¡Por favor, Fany, no sigas, vístete y vuelve a tu cuarto!

—¿No te gusto? —preguntó volteándose y mostrando sus curvas

—No es eso, es que tu tío Túpac...

—Mi tío está profundamente dormido, no se enterará.

Erick sudaba frío, una parte de él pedía detener las intenciones de la chica, y lo otra... bueno, la otra simplemente le pedía dar rienda suelta a sus instintos más básicos. Sin perder más tiempo ella le quitó la sábana de encima. Él volvió a cubrirse y dijo:

—No sé por qué quieres acostarte conmigo, Fany. No soy atractivo ni sexy.

—No me importa que seas feo, yo sólo quiero saber qué se siente hacerlo con un francés —refutó metiéndose con él a la cama — Hay algo que siempre he querido saber ¿Es verdad que los franceses usan la lengua para besar?

—Sí, es verdad —respondió intentando mantener a raya su erección

—Quiero comprobarlo

Erick acercó su boca a los voluminosos labios inyectados con bótox de Fany y la besó como sólo pueden   los franceses.

—¡Oh, Erick Lardé! Nunca antes alguien me había besado así.

—¿En verdad te gustó? — preguntó sacando pecho con orgullo.

—¿Gustarme? ¡Me encantó! No puedo creer que me ha besado un francés.

—¿Quieres la segunda parte del beso?

—¿Segunda parte?

Erick reveló a su oído en qué consistía esa "segunda parte".

—¡Sí, sí quiero! —exclamó fascinada

Luego de unos fogosos minutos la cama dejó de moverse.

Cuando Erick vio que la chica levantó su teléfono móvil entró en pánico.

—¡No hagas eso, Fany, no!

—¿Por qué no quieres que me saque una foto contigo?

—¡Estamos desnudos!

—Esa es la idea, Erick. Si no me tomo una foto contigo ¿Cómo creerán mis amigas que lo hice con un francés?

—¿Te acostaste conmigo para presumirle a tus amigas?

—¡Se morirán de envidia!

—No tomarás esa foto, no conmigo — dijo levantándose rápidamente de la cama.

—¡Pero, Erick!

—Recoge tu ropa y ve a tu cuarto, Fany. No quiero problemas con tu tío si te encuentra conmigo en éstas condiciones

Abochornada, Estefany se levantó de la cama. Recogió su ropa junto a sus zapatos de tacón y cuando estaba a punto de marcharse escupió unas últimas palabras:

—No eres la gran cosa después de todo. Pensé que los franceses eran más románticos y apasionados, en cambio tú... ¡hueles a queso, me has decepcionado!