EXTRA III

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Continuación

Ha pasado un mes desde que encontraron a Angela, un mes que ella ha estado en coma, un mes donde todos se han sentido agotados a más no poder.

A partir de la incómoda charla con Matt, en la que solo Baile formó parte, decidió ver primero por ella misma.

Sinceramente no tenía suerte para el amor, primero conoció a Esteban, todo un príncipe de cuento de hadas, guapo, carismático, un verdadero caballero ¿Todo para qué...?

Para ser la burla de todos en el altar el día de su boda, ese día se supone que debe ser especial, mágico, lo único que recuerda son los rostros llenos de compasión, burla y una profunda decepción.

Solo se fue al momento de dar el sí, "Esta apuesta llegó demasiado lejos, lo único bueno de ello fue que pude follarte cuanto quise"

Después todo fue complicado, su madre la echó de casa y su padre no quiso saber nada de ella, para ambos fue una cualquiera que le abrió las piernas a un hombre que no tenía el menor respeto por los demás.

Y tenían razón.

Salió adelante con los pocos ahorros que tenía, incluso le cancelaron la cuenta que ella misma abrió para cuando se casara, fue cuando supo que estaban buscado personal en las Empresas Zuckerman, era su oportunidad.

Entre doscientos candidatos para el puesto de asistente personal fue la elegida, creyendo que trabajaría con Aaron Zuckerman, sin embargo, había sido contratada para trabajar junto a su hija, Angela, de la que todos hablaban maravillas por su inteligencia en los negocios, su belleza y carisma.

En ella encontró una verdadera amiga, no como las falsas muñequitas de plástico que tenía cuando fue la prometida de Esteban, incluso se acostó con ellas cuando aún eran uno solo.

Fue demasiado estúpida como para no ver.

Podría decirse que fue amor a primera vista en el momento que lo vio y como no enamorarse de esos ojos color avellana, ese cabello castaño oscuro y su forma de ser, cayó por completo ante el encanto de Matt. Ese día que se atrevió a preguntarle a Angie sobre su vida, llegó a suponer que tuvo algunas novias anteriormente, lo que no imaginó es que se enamorara de Angela cuando ella tenía diecisiete.

Todo cambió cuando ella desapareció.

Y no fue para bien.

Ahora ella está luchando por su vida, postrada en una cama sin poder escucharlos, sin poder conocer a su hijo... esa personita inocente que no tuvo la culpa de que su padre haya sido un enfermo.

Las empresas siguieron, pero no como en sus mejores tiempos, a pesar del arduo trabajo de todos aún enfrentaban cuantiosas pérdidas debido a los socios que declinaron de su contrato.

Incluso hoy iba camino a casa de los Zuckerman con varios archivos de reportes por revisar y entregar esa semana, nunca imaginó volver a escuchar su voz.

—Al fin te encuentro Baile.

—¿Qué demonios haces aquí Esteban?

—Ha pasado un año desde la última vez, por lo que veo te va muy bien.

—Dime de una vez por todas qué buscas y me dejas en paz.

—Necesito dinero.

¿Qué? Fue lo que pensó.

—¿Es una broma?

—No lo es. Me metí en problemas con unos tipos peligrosos y si no junto el dinero antes del fin de semana seré hombre muerto.

¡Sólo Mía!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora