Día 1 (Parte 1)

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Era un día soleado y tranquilo en la ciudad de Karmaland. 20 personas se encontraban reunidas en una estación de autobús, esperando a que el vehículo que les llevaría a su viaje llegara.

Pareció que este se retrasaba, así que varios de los pasajeros empezaron a hablar entre ellos para conocer a los que serían sus compañeros durante el viaje y su estancia en el lugar al cual se dirigían.

-¡Hola! ¿Cómo te llamas? - saludó cierto híbrido de oso, acercándose a una chica de cabellos pelirrojos, la cual se encontraba mirando a la nada en aquel momento.

-Nieves... ¿Tú?

-Rubén, pero todo el mundo me llama Rubius. ¿Emocionada por el viaje? Dicen que la tirolina es épica.

-Yo la verdad solo vengo a acompañar a mi mejor amiga Dulce y a su hermano mayor Fargan, ¿quieres que te lo presente?

Rubén asintió, acercándose la pelirroja a un híbrido de búho y a una joven de pelo largo y castaño, atrayéndolos hacia donde estaba su nuevo amigo.

-Chicos, os presento a Rubius. Rubén, te presento a Dulce y a David, aunque todo el mundo le llama Fargan.

-Encantada - susurró la chica de piel aceitunada, sonriendo ligeramente.

-Hola- saludó el chico castaño.

Por otro lado una joven rubia con corona de flores y un chico castaño con sudadera negra corrían hacia la parada, asustados de haber perdido el autobús.

-¡Corre Lanita que no llegamos! - exclamó el joven, sujetando la mano de su vecina de enfrente mientras que corrían.

La pareja llegó a la estación tras un par de minutos, respirando de forma entrecortada mientras que se sentaban en el suelo, apoyándose en un árbol que se encontraba cerca.

-¿Crees que ya habrá salido? Tal vez estas personas están esperando al autobús siguiente- dijo Lana preocupada.

-No te preocupes, voy a preguntar.

Borja se levantó, dirigiéndose hacia un chico de pelo negro con piercing, teniendo además una mecha amarilla.

-Hola, perdona, ¿ya ha salido el autobús hacia el retiro de campo?

-No, no. Se ha retrasado, no te preocupes.

-Gracias, menos mal, creíamos que no llegamos - agradeció el de ojos azules, riendo levemente.

-¿Estás aquí con tu novia?- preguntó el chico viendo a Lana.

-¿Ella? No, no, Lana es mi vecina y como le sobraba una entrada... Aquí estoy. Soy Borja, pero, todos, me llaman Luzu, ¿cómo te llamas?

-Raúl, pero, llámame Auron.

-Encantado Auroncito. ¿Te importa si te llamo así?

-No, de hecho me parece muy dulce.

Mientras que esto ocurría, un chico de hebras azabaches y ojos amatistas se encontraba mirando a su alrededor, nervioso, odiaba cuando la gente llegaba tarde, no lo soportaba.

-¿Estás bien?- preguntó un chico albino, realmente el de pelo en punta se veía muy nervioso.

-Si... Es que no entiendo por qué esos tontitos no pueden llegar a tiempo, ¿cuánto les cuesta? Para algo pagamos, cuando llegue el autobús le voy a exigir un descuento por las molestias.

-No es para tanto, solo se han retrasado un poquito.

-¿Un poquito? ¡Ya llevan 30 minutos de retraso!

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